Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, enero 28, 2008

Homenaje a un obrero pampino

Homenaje a un obrero Pampino
(Epifanio Flores, en DIARIO 21 de Iquique del 28 de enero 2008)


Este miércoles 23 de enero fue sepultado en el cementerio de Huara el obrero pampino que fue encontrado en la pampa y con una data de muerte de alrededor de ochenta años atrás. Fue hallado amarrado, ensacado, y con claras señales de haber sido ejecutado. Se trata de un hombre joven, aún desconocido su nombre, y que por el contexto en que se le descubrió hace presumir que se trataría de un dirigente obrero asesinado.
La actividad fue organizada por la Coordinadora de Derechos Humanos de Iquique, particularmente por la dirigenta de AFEPI, Angélica Palleras y se contó con la valiosa cooperación del alcalde de Huara, Felipe Rocha, así como del personal municipal de esa comuna. A la ceremonia asistieron diversos dirigentes políticos y sociales de nuestra ciudad, bajo el completo silenciamiento de la prensa.
Sabido es que la pampa salitrera quedó convertida en un inmenso cementerio, ya sea por los restos de las víctimas de la Guerra del Pacífico, de la guerra civil de 1891, así como de las diferentas masacres obreras ocurridas en diferentes periodos de nuestra historia. Las características naturales del suelo pampino han permitido mantener esos vestigios de un pasado necesario de rescatar en este proceso de permanente construcción de nuestra identidad nortina.
La historia del movimiento obrero chileno está fuertemente ligada a las primeras luchas obreras en la pampa salitrera y en el litoral nortino. Las primeras organizaciones de trabajadores fueron fuertemente reprimidas, pero en especial estos ataques se centraron hacia los dirigentes de las organizaciones obreras como la Federación Obrera de Chile, (la FOCH) y hacia la Confederación de Trabajadores de Chile, (la CTCH) posteriormente, cuyos dirigentes fueron fuertemente perseguidos, vejados, asesinados y hasta desaparecidos.
En junio del año 1925 y luego del apresamiento y envío a Pisagua de los principales dirigentes de la FOCH de la pampa, se generaliza una gran huelga que deriva hacia la ocupación de numerosas oficinas salitreras por parte de los obreros. Estos resisten el ataque policial armados de dinamita y se defienden con las escasas armas halladas en esos lugares. El principal enfrentamiento comienza en la oficina Coruña, pero la lucha se generaliza en Alto San Antonio y se esparce hacia las oficinas Argentina, San Enrique, Campamento Barrenechea, Felisa, Esmeralda, Resurrección, hacia el pueblo de Huara y sus alrededores, como en la oficina Maroussia, etc. Esta rebelión provocada por la represión del gobierno de Alessandri es sofocada sangrientamente por fuerzas militares que bombardean las trincheras obreras, ocupan la pampa e inician una ejemplarizadora acción de castigo y escarmiento sin sujetarse a ningún tipo de formalidad legal, llevando a cabo fusilamientos masivos en diversos lugares de la pampa. Obviamente no ha sido posible determinar la cantidad de víctimas asesinadas; solo tenemos los indicios de los piques de la oficina Coruña donde fueron lanzados los cuerpos de los masacrados en ese lugar, así como de la fosa común a la entrada del cementerio de Huara donde fueron enterrados los asesinados de la oficina Maroussia. Es fácil suponer que pueden haber sido apresados y asesinados en los mas variados rincones de la pampa una indeterminada cantidad de dirigentes de la FOCH.
En el segundo gobierno de Alessandri, y tal como venía ocurriendo décadas antes, continuaron los extraños desaparecimientos de obreros en la pampa. De la noche a la mañana no se volvía a saber del paradero de uno que otro obrero y muchas veces esto era atribuible a la constante migración inter oficinas de Tarapacá y Antofagasta, o hacia las minas de cobre o bien hacia el resto del país o hacia los países hermanos.
En todo caso tampoco eran extraños los casos de asesinatos directos, como lo fue el del dirigente obrero Rodolfo Díaz, asesinado el 5 de septiembre de 1937 en el trayecto entre las oficinas Humberstone y Santa Laura; así como la extraña desaparición en Iquique del administrador del diario El Despertar de los Trabajadores, Francisco Perales Gascogne, desaparecido el 5 de mayo de 1942.
Tal vez el caso de este obrero pampino sepultado en Huara pudiera atribuirse a uno de estos episodios parecidos, en todo caso nos corresponde cautelar su memoria hasta que lleguemos a desentrañar esta sombría y oculta pagina de nuestra historia.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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lunes, enero 21, 2008

La Mancomunal Obrera de Iquique

La Mancomunal Obrera de Iquique
(Epifanio Flores, publicado en Diario 21 de Iquique, el 21 de enero del 2008)

El 21 de enero de 1900 nace en Iquique la Combinación Mancomunal Obrera, iniciativa de los lancheros Abdón Díaz Galleguillos, quién la preside, Maximiliano Varela y Valentín Sánchez, e impulsada fundamentalmente por los trabajadores agrupados en torno al Gremio de Lancheros y de la Sociedad mutualista Gran Unión Marítima, de la que Abdón Díaz también había sido su presidente. Esta organización nace en clara superación al tipo de organización mutualista existente hasta entonces y que no sobrepasaba la actividad de socorro y apoyo mutuo ante la inexistencia de protección social y derechos sindicales. En su primer manifiesto se plantean la defensa del trabajo asumiendo en los hechos un claro planteamiento reivindicativo. Ese mismo año comienza su labor reivindicativa representando a los gremios y en enero y febrero de 1902 participa en la gran huelga portuaria que se extiende casi un mes.
Su nombre de Combinación Mancomunal Obrera la sitúa en clara posición clasista al tomarlo como replicado obrero a la poderosa organización patronal denominada Combinación Salitrera, concertación patronal que provocó estragos en la situación de los trabajadores salitreros. La mancomunal Obrera surge como una organización obrera territorial de tipo federativa y su importancia consiste en que marca el punto de partida al sindicalismo chileno.
La Mancomunal Obrera se propaga rápidamente por Tarapacá; Pisagua, Caleta Junín, etc., y el resto del país. Ya el 1º de mayo de mayo de 1902 surge en Tocopilla impulsada por Gregorio Trincado, el fundador de la Gran Unión Marítima de Iquique. En 1903 aparece en Antofagasta. En 1904 surge en Coquimbo. Consiguientemente y junto a las Mancomunales va surgiendo la prensa obrera mancomunal: en Iquique y Tocopilla editan el periódico “El Trabajo” y el semanario iquiqueño “El Obrero Mancomunal”. En Antofagasta editan “El Marítimo”, en Taltal “La Voz del Obrero”, en Chañaral “El Deber”, en Coronel “La Defensa”, en Santiago “El Luchador”, en Lebu “La Luz” y “La Democracia” en Nueva Imperial.
En noviembre de 1903 realizan en Antofagasta su primer encuentro de Mancomunales del Norte, antesala de lo que en mayo de 1904 sería en Santiago la Primera Convención Mancomunal, la que arriba a planteamientos abiertamente clasistas-unitarios y consagrándose como una organización clasista de alcance nacional y con alrededor de diez mil afiliados.
En febrero de 1903 se funda en Iquique el Partido Obrero Mancomunal, que debuta en sus primeras elecciones municipales y con sus propios candidatos, así como también en la elección de diputados del año 1906; elecciones en la que no logran elegir dada la descarada intervención electoral gubernamental y patronal. Al no alcanzar envergadura nacional, el Partido Obrero Mancomunal deriva hacia la formación del Partido Regional Obrero de Tarapacá.
El impulso clasista y de lucha fundamental a esta organización se lo imprime Luis Emilio Recabarren, cuando llega a Tocopilla en septiembre de 1903 para dirigir la publicación “El Trabajo”, e invitado por Gregorio Trincado. Así, la Mancomunal pasa a encabezar el movimiento social asumiendo una actividad socio-política que la aparta definitivamente del mutualismo y llevando sostenidamente el ideal socialista a los trabajadores. Esto le trae a la organización represión y cárcel; siendo encarcelado Recabarren en numerosas ocasiones en Tocopilla.
La declinación de la Mancomunal sobreviene después de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique del 21 de diciembre de 1907, desapareciendo ocho meses después, pero dejando los cimientos de lo que posteriormente sería la Federación Obrera de Chile, la FOCH, y las centrales sindicales posteriores hasta llegar a la actual CUT nacional.

Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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lunes, enero 14, 2008

La independencia del movimiento sindical

La independencia del movimiento sindical

La guerrilla de opiniones públicas de dirigentes gremiales que se dieron producto de la escalada que culminó finalmente con la salida del cargo de la ex intendenta regional Antonella Sciaraffia, reemplazada por el actual intendente Pablo Valenzuela, coloca en el centro de la discusión el tema de la independencia del movimiento sindical, la que acá en la región está en bastante entredicho y hace rato. Ciertamente no es correcto confundir las legítimas ideas y opiniones que pueda tener un dirigente social, así como las de adhesión o rechazo que se tengan hacia determinadas personas, con la responsabilidad del dirigente sindical de representar un colectivo diverso de trabajadores y que supera lejos su visión personal. Los dirigentes representan los intereses de los trabajadores que los eligieron y que a la vez han construido una propuesta socio-política con otros trabajadores, y no sus intereses propios. O si no mejor que le dejen el espacio a otros y que se vayan de una buena vez.
Por cierto una de las responsabilidades del dirigente está en la de interlocutar con los diversos actores sociales, sean las autoridades, los patrones o gremios patronales, los partidos políticos, etc., pero esta interlocución se hace con movilización, todo en función de mejor representar los intereses de los trabajadores y sus aspiraciones de cambio social. Los dirigentes sindicales no están para servir a las autoridades de turno. Si interlocutan con estos actores lo hacen desde una postura de independencia, con la dignidad de representar y hacer respetar a los trabajadores. O si no el desprecio que recibirán de estas mismas autoridades será proporcional a su genuflexión.
Los dirigentes mucho menos están para ponerse en el medio de la lucha de intereses oportunistas y pugnas por cuotas de poder político, que emergen de cara a los próximos procesos electorales, y todas ajenas a los intereses de los trabajadores. Este episodio refleja un aspecto de la grave crisis del movimiento sindical. El movimiento sindical chileno viene emergiendo –no sin dificultades- de una de las crisis mas graves de toda su historia. Las expresiones que se desprenden, tales como la cooptación de los dirigentes sindicales, la dispersión de los trabajadores, la despolitización, el corporativismo, el asistencialismo, etc., son expresiones de esta crisis profunda mencionada. En ese marco es que aparecen estas expresiones oportunistas.
Pero a estas alturas hay que valorar en toda su medida lo que ha construido el actual movimiento sindical en su conjunto, pese y en medio de esas dificultades, principalmente desde la CUT. Son cuestiones que estos dirigentes sindicales no se preocupan de profundizar llevándolas a la discusión en el seno de sus organizaciones para enriquecerlas con nuestras particularidades. Por ejemplo la postura de la CUT frente a la actual contradicción entre democracia y neoliberalismo, planteándose claramente la CUT no solo contra el neoliberalismo sino que proponiendo un proyecto alternativo a este.
¿Cómo nos asumimos con lo que el movimiento sindical se ha planteado?, por ejemplo el gran objetivo del movimiento sindical de avanzar en su propio fortalecimiento para constituirse, a partir de su propia fuerza, en un actor social y político que logre aglutinar y a la vez ayude a fortalecer a los mas amplios sectores de la sociedad que buscan construir una sociedad mas justa.
Ciertamente, y como ha concluido hace rato la CUT, su principal desafío estratégico está en enfrentar el modelo neoliberal en todos sus aspectos, promoviendo un sindicalismo socio-político, lo que significa que además de luchar por sus derechos particulares se plantea la construcción de un Chile justo, solidario y democrático. Y para ello se requiere la independencia del movimiento sindical y terminar con la chacota.


Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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Apoyar ahora a los trabajadores contratistas del cobre

Apoyar ahora a los trabajadores contratistas
(En DIARIO 21 de Iquique, el 30 julio 2007)
Hoy lunes, y ante la indolencia de las principales autoridades del país, se cumplen 36 días de la gran huelga de los trabajadores contratistas de CODELCO. Lo que es mas grave, una buena cantidad de dirigentes sindicales se han quedado solo en las expresiones solidarias de buena crianza. Ni hablar de los dirigentes y esquiroles vendidos al mejor postor ni de los que solo levantan reivindicaciones corporativas o de los que rentan del sindicalismo. Digna la actitud de solo algunos parlamentarios, demócrata cristianos, socialistas, PPD y del independiente Jiménez, que apoyan la demanda de los trabajadores llamados “tercerizados”. Justa la palabra de la iglesia, llamando por medio de su pastor a que el Estado dé el ejemplo en el respeto a la ley de subcontrato y señalando que hay “trabajadores que ganan muchísimo menos por ser subcontratados que otros que hacen el mismo trabajo y que están contratados”. Oportuna también la palabra de la Conferencia Episcopal que alude al abuso que se hace del mecanismo de la subcontatacion para disminuír los costos a expensas de los trabajadores, generando un régimen en que “muchas veces el trabajo no se realiza en condiciones dignas y justas”.
En esta empresa estatal, además de los trabajadores de planta, laboran alrededor de 28 mil trabajadores en empresas contratistas, de los cuales cerca de la mitad no están sindicalizados y por lo tanto su precaria situación laboral no les permite negociar con sus empresas. Es por ello que a comienzos de junio de este año emergió la Confederación de Trabajadores del Cobre, por medio de la cual se presentó a la empresa seis demandas sobre las cuales se produjo esta huelga: plan básico de salud y plan de vivienda; bono de escolaridad para los hijos; nivelación de remuneraciones; bono por producción; la suspensión de despidos y ampliación de contratos de tareas permanentes. Si bien es cierto son demandas del todo justas, naturalmente que en un proceso de negociación son puntos que se ponen en la mesa para discutirlos con los empleadores y todo trabajador sabe que a veces no se logra todo lo demandado. Pero lo grave es que de parte de los ejecutivos de CODELCO hay una inflexibilidad rayana en la irresponsabilidad para acceder a negociar con los trabajadores temas de fondo, de allì la permanencia de la huelga.
CODELCO informó que los sueldos promedio de sus trabajadores contratistas es de 450 mil pesos, de ser así entonces el conflicto está en buena medida solucionado si estos directivos refrendan esas solas cifras en un acuerdo con los trabajadores, acuerdo que de paso no significaría ningún costo adicional a CODELCO. La otra demanda tiene que ver con el otorgamiento del bono de producción, de lo cual la empresa ofrece 325 mil pesos a pagar el año 2009, (los ejecutivos se asignan 20 millones de pesos cada uno), es inaceptable. Por ello es que en términos económicos la resolución del conflicto es mínimo, pero en lo político tiene profundas proyecciones y por ello el esfuerzo por impedir una solución.
Es urgente y necesario finiquitar este conflicto que se mantiene solo por la obcecación de la dirección de la empresa estatal y, fundamentalmente, de los ministros neoliberales que integran su directorio, los que claramente buscan derrotar la huelga y de paso destruir la organización. Detrás de este propósito está la derecha, el gran empresariado y, principalmente, las transnacionales mineras. Buscan impedir a todo trance que los trabajadores instalen la negociación colectiva interempresa, como expresamente lo ha reconocido Francisco Costabal, presidente de la patronal Consejo Minero. Se trata por parte de las transnacionales mineras de no sentar este precedente en sus empresas mineras privadas, las que controlan el 70% de la producción del cobre y se espantan ante la sola idea de la equidad en las ganancias. Como sabemos el derecho a la negociación colectiva interempresa fue conculcado por la dictadura de Pinochet en 1973 y es un derecho que no ha sido restaurado hasta ahora.
En tanto aumenta la tensión, siguen la huelgas de hambre en la división de cobre Andina, en la catedral de Copiapó, etc.; han quedado numerosos heridos por las manifestaciones y la situación es altamente explosiva por la indignación que han generado las maniobras antisindicales de los ejecutivos de CODELCO para ponerlos de rodillas. Es urgente poner fin al conflicto sobre la base del respeto a la dignidad de los trabajadores. Hay que demostrar a los neoliberales que los trabajadores no están solos en su justa lucha. Y a los dirigentes sindicales de la región, aún es tiempo en que se pueden reivindicar alzando muy fuerte su voz y acciones solidarias. Pero mas importante es la voz de los propios trabajadores, los que deben saber que, siendo parte del 68% de la masa laboral tercerizada del país, este conflicto, sea lo que fuere sus resultados, tendrá definitivas consecuencias positivas para su futuro laboral y para alcanzar una vida digna para el y su familia.

Epifanio Flores

Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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sábado, enero 12, 2008

Por la memoria de Luis Toro y Alberto Yañez

Por la memoria de Luis Toro y Alberto Yánez
(Publicado en Diario 21 de Iquique)
Hoy 12 de febrero se cumple el 54° aniversario de la fundación de la Central Única de Trabajadores, la CUT. Espero se haga el homenaje correspondiente, que sin duda se hará a lo largo de Chile. Como se insiste en un porfiado y conveniente olvido, yo he preferido en esta fecha recordar a dos iquiqueños mártires de la lucha social chilena: Luis Toro Castillo y Alberto Yánez Carvajal, ambos asesinados la madrugada del lunes de 11 de febrero de 1974 en Pisagua.
Efectivamente, del 9 al 10 de febrero de 1974 se llevó a cabo en Pisagua el tétrico consejo de guerra que juzgó a 116 presos políticos, -21 mujeres incluidas-, farsa en que se acusó a 68 de ellos de un supuesto “Plan 22”, aplicando sentencias que abarcaron desde penas de relegación y cárcel hasta las condenas a muerte a dos valerosos militantes comunistas.
Alberto Yánez Carvajal, iquiqueño de 31 años, realiza sus estudios básicos en la escuela Centenario n° 6 y los prosigue en el Instituto Comercial, desde donde egresa como Agente Comercial. El año 1963 se incorpora como administrativo al servicio de prisiones de Iquique y ese año contrae matrimonio con Lucila Corquez Carvajal concibiendo dos hijos de ese amor. Militante comunista, es exonerado del servicio apenas perpetrado el golpe militar y posteriormente detenido el 5 de enero de 1974 y enviado al regimiento Telecomunicaciones, donde luego de una semana de torturas es enviado a Pisagua.
Luis Toro Castillo, iquiqueño de 34 años, obrero de ferrocarriles, soldador de la sección tornería, casado con Laura Silva, es detenido el 1° de octubre de 1973. Enviado al regimiento Telecomunicaciones es salvajemente torturado en ese lugar, hasta mediados de diciembre, cuando es trasladado a Pisagua en deplorables condiciones de salud. En Pisagua se le confina a las denominadas catacumbas donde el equipo torturador de Acuña continúa los interrogatorios.
Conocemos del comportamiento de estos valerosos comunistas por la revelación que hizo el sacerdote Murillo a la esposa de Yánez. Alberto Yánez enfrentó a Larraín y Acuña espetándoles en su propia cara de “asesinos” y luego fue a enfrentar el pelotón de ejecución.
El asesinato de Toro y Yánez continúa impune. Fueron parte de esta farsa criminal –además de los tristemente célebres Forestier, Larraín y Acuña- los integrantes del llamado consejo de guerra, los entonces tenientes coroneles Hans Zippelius Weber, como presidente, y Luis Solorza Anguita; el mayor Sergio Parra Valladares; los capitanes Florencio Tejos Martínez y Carlos Sepúlveda Soto; y los subtenientes Luis Barrera Ciocca y Rubén Opazo Castro. Ninguno de estos uniformados ha dado la cara hasta hoy.
En cambio Yánez y Toro, ambos luchadores y mártires de la causa social representan lo mejor de la sociedad. Trabajadores honestos y poseedores de una ejemplar ética de vida, abrazaron generosamente la causa de la construcción de una sociedad más justa para todos los chilenos.
En estos tiempos difíciles, donde a ratos afloran mezquindades, corresponde colocar en su justo sitio la memoria viva de hombres que son imperecederos ejemplos para nuestra juventud. No cayeron en vano pues aún iluminan el camino hacia la construcción de una sociedad realmente justa, solidaria y democrática. Por vuestra memoria, hasta siempre Yánez y Toro.

Epifanio Flores.

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lunes, enero 07, 2008

Otro martir mapuche

Otro mártir mapuche
(En Diario 21 de Iquique, el 7 de enero de 2008)
Un asesinato más ha sido cometido por el Estado chileno. El crimen en contra de un joven mapuche se inscribe esta vez a cuenta del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet y de su ex ministro de Interior Belisario Velasco; tal vez gatillado ante las amenazas y torpes opiniones vertidas, al terminar el año anterior, por el ministro Vidal dando manga ancha al accionar represivo policial. Este 3 de enero, con una clara desproporcionalidad violenta, ha sido asesinado por carabineros el comunero mapuche y estudiante de agronomía, Matías Catrileo Quezada, de solo 22 años de edad, convirtiéndose en el último mártir de la causa mapuche. Es otra faceta de la crisis política que cursa en el país.
La muerte de este joven desnuda en toda su crudeza el tratamiento que el Estado les otorga a los reclamos del pueblo mapuche: la nula respuesta a sus actuales demandas, la indolencia frente a la situación de miseria de numerosas comunidades, la arbitrariedad en el trato en relación al que se otorga a los latifundistas y a las transnacionales forestales y, mas encima, criminalizando su protesta social. El Estado defiende los intereses latifundistas militarizando el territorio y, esta vez, respondiendo con balas la legítima protesta de las comunidades. El mundo al revés donde son calificados como terroristas quienes luchan en contra de la depredación de tierras ancestrales y la protección de los atentados de las transnacionales.
La historia reciente de las demandas mapuches han sido la de una constante represión y de baleos hacia comuneros mapuches; el año 1999 es salvajemente torturado por carabineros el dirigente mapuche Alberto Coliñir Painemil; el año 2001 pierde un ojo Abraham Santi Calbullanca, producto de un balín disparado por carabineros; el año 2001 es baleada y después secuestrada la joven Daniela Ñancupil; el año 2002 muere baleado el joven mapuche Alex Lemún; el año 2006 muere baleado Juan Collihuin Catril; crímenes todos en la mas completa impunidad. Todos estos atentados ha sido denunciado a diversos organismos de derechos humanos, como la Human Rights Watch, Amnistía Internacional y a la Federación Internacional de Derechos Humanos. Ha habido pronunciamientos de las instancias internacionales y que son desoídos por el gobierno.
Diversas personalidades han dado a conocer la situación de discriminación injusta que se ejerce en contra de las demandas mapuches, como las voces provenientes de la iglesia, así como la del ex juez Juan Guzmán Tapia, que ya le había pedido al entonces ministro Velasco que pusiera término a la militarización de las comunidades de La Araucanía, planteamiento desechado por el renunciado ministro.
Se requiere hoy el rechazo de toda la ciudadanía a esta accionar criminal, pero principalmente es de urgencia el pronunciamiento de las comunidades del norte que también están siendo arrinconadas por las transnacionales y, lo que es más grave, amenazada su existencia como pueblo ante la desenfrenada depredación del agua por parte de las empresas mineras. Y esto ante la complicidad de autoridades neoliberales de gobierno pero también gracias a la corruptela que ha alcanzado a unos cuantos dirigentes vendidos a chaucha.
Pero la mejor solidaridad con las luchas de los hermanos mapuches está en desarrollar organizaciones unitarias, sin temerle a la diversidad, para levantar con más fuerza nuestras demandas, exigiendo una política de recuperación de los territorios usurpados a las comunidades nortinas y por su desarrollo sustentable. Es una lucha completamente vigente y necesaria, en la cual deberán emerger una nueva dirigencia de recambio y que recupere la dignidad de nuestros pueblos.


Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique