Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, febrero 25, 2008

Carta de Ana Saez, madre de Michel Nash, a la presidenta Bachelet


LA SIGUIENTE ES LA CARTA QUE ANA SAEZ, MADRE DE MICHEL NASH, HARA ENTREGA, MAÑANA MARTES A LAS 11 HORAS, EN LA INTENDENCIA REGIONAL PARA QUE SE LE HAGA LLEGAR A LA PRESIDENTA DE LA REPUBLICA, MICHELLE BACHELET. LA SEÑORA ANA SAEZ AUN BUSCA A SU HIJO, CONSCRIPTO COMUNISTA, HECHO DESAPARECER POR LA DICTADURA, AL NEGARSE A DISPARAR EN CONTRA SU PUEBLO.

Señora

Michelle Bachelet Jeria

Presidenta de Chile

Palacio de La Moneda.


Señora Presidenta:


Esperando que al recibo de la presente usted se encuentre bien y halla logrado arreglar, en parte, los graves problemas que existen en nuestro conflictivo pais, la saludo muy cordialmente a usted y le pido un poco de su tiempo y ayuda a mi tan dolorosa situacion. Soy Ana Saez, la madre de Michel Nash, joven conscripto, que fue secuestrado, asesinado y hecho desaparecer por no haber abedecido la orden de matar a su pueblo, en el tiempo en que estaba cumpliendo su Servicio Militar en Iquique.


En estos momentos he venido a Iquique, como lo he hecho desde tantos años porque aqui yo revivo su corta pasada por este lugar, recordandolo en momentos con dolor y a veces con ternura al imaginar su figura caminando por estas calles; pero al retroceder en el tiempo llego al fatidico dia en que nos enteramos por la radio, junto a su padre y hermana que se habia hallado una fosa comun en Pisagua, con los cuerpos de ejecutados politicos que habian sido ocultados durante diecisiete años, y viajamos como familia a esta zona con la esperanza de hallar a nuestro hijo y hermano.


Todos los familiares fuimos conducidos al Instituto Medico Legal, al reconocimiento de cadaveres momificados hallados en la fosa, condicion que facilito su identificacion y que nos hizo ver, dentro de la espantosa situacion, que nuestro hijo no estaba entre ellos. Fueron encontrados diecinueve cuerpos y en un costado de la fosa, una cantidad de osamentas desarticuladas con restos de tres personas que fueron depositadas en una bolsa, denominada "bolsa 20". Con su padre exigimos ver esas osamentas, las que fueron situadas en orden correspondiente a un cuerpo, de lo que pudimos apreciar la existencia de cabello, una mano extendida, costillas, femur y dos pies. En esa oportunidad, al hacerse el peritaje local de dicha bolsa, el arqueologo Olaf Olmos (QEPD), me dio a conocer la copia del informe que fue entregado a la querella, asegurandome con certeza que los restos de la bolsa 20 pertenecian a tres personas, ya que habia tres huesos iliacos del lado derecho.


En relacion al bando militar que anuncio la ejecucion de seis personas, el 29 de septiembre de 1973, donde estaba incluido mi hijo, fueron hallados en la fosa tres de ellos, faltando los que seguramente estan estan en la bolsa 20, esperando ser identificados hace casi 18 años, los que han significado para mi y mi hija, un nuevo martirio y permanente tortura, en una espera sin consuelo al ver que pasan los años sin querer morir como su padre, que fallecio con la esperanza de encontrarlo y entergarle el amor que sentimos por el en una digna sepultura.


Me dirijo a usted como maxima autoridad del pais y como madre, para solicitarle la agilizacion del peritaje de la bolsa 20 que esta contemplada dentro del conjunto de restos mal identificados del Patio 29. Estoy esperando desde 1990 que se me entregue por lo menos un informe de los restos hallados y estando segura que el medico legista de esa epoca en Iquique, Marcos Medina, antiguo funcionario y seguidor de la dictadura hizo manipulacion de las osamentas, de lo que tengo pruebas, la espera es cada dia mas angustiosa y desesperanzada.


Esperando una pronta y satisfactoria respuesta a mi tan dolorosa peticion, la asaluda afectuosamente a usted.


Ana Saez Vasquez


Madre de


Michel Nash Saez


Iquique, 25 de febrero de 2008.


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Hospital de Iquique: la verdad de la crisis

(Epifanio Flores, DIARIO 21 de Iquique, 25 de febrero 2008)
La comunidad iquiqueña asiste a un confuso proceso de crisis que se vive al interior de las Salud Pública de la provincia. En efecto, la reciente asunción de una nueva Directora del Servicio de Salud ha debutado con el despido de un trabajador de carrera que cumplía funciones de Director del hospital en momentos álgidos de la crisis en curso, cuando nadie se atrevía a asumir dicha responsabilidad. Este despido con razón ha indignado a los trabajadores puesto que, independientemente de la calidad de su trabajo como director, este funcionario ha sido puesto en la calle, en situación de cesante, con evidente atropello a la estabilidad laboral, de la cual históricamente han disfrutado todos los directores anteriores al momento del cese de sus funciones como tal.
Más allá de los diversos matices y lecturas que los gremios han hecho de este acontecimiento, es una obligación de la comunidad hospitalaria, principalmente de sus gremios representativos, el intentar dilucidar las cuestiones de fondo que esta situación refleja. Partamos del escandaloso hecho que en los dos últimos años han transitado ya siete directores del Servicio de Salud en el cargo, situación única en el país, que revela la crisis de gobernabilidad que hoy domina el sector anunciando el caos reinante a la hora de orientar soluciones a los grandes conflictos que afectan a la comunidad hospitalaria. Parte de esta crisis de liderazgo se comprende por las discrepancias y conflictos de poder existentes al interior de la Concertación, la cual se disputa de manera irracional y con permanente desprecio por la racionalidad técnica, científica y de gestión, las efímeras cuotas de poder que el aparato del Estado les ofrece en el manejo del sistema sanitario iquiqueño. La inevitable toxicidad que está reinando en su interior ya no garantiza ni credibilidad ni estabilidad para las nuevas autoridades, más aún cuando éstas optan defensivamente por hacer su gestión encerradas entre cuatro paredes, tomando decisiones a espaldas de los actores sociales que conforman la comunidad hospitalaria. La nueva directora ha dado una señal inequívoca de que el camino que ha elegido para gobernar en el sector es uno autoritario y personalista, muy lejos del modelo comunitario en salud que las políticas públicas proponen en sus programas nacionales.
La crisis de la salud en Iquique, al igual que en el resto del país, obedece a las consecuencias prácticas de la silenciosa y semioculta estrategia de privatización de la salud pública actualmente en curso, tarea encomendada con extremo celo a los directores quienes deben implementar un conjunto de medidas impopulares para dar cumplimiento al encargo ministerial. En los marcos de un neoliberalismo extremo como el que está en curso en nuestro país en todos los ámbitos de la sociedad chilena, en salud esto significa mercantilización de la medicina y de las acciones sanitarias, menosprecio por las necesidades individuales y fin a la idea de la salud como un derecho; jibarización de los presupuestos para salud; “externalización” de servicios; precarización del empleo; bajos sueldos. Los últimos directores se han afanado, todos ellos sin excepción, en ser los mejores ejecutores de estas tareas privatizadoras; cada uno ha tenido la fantasía de coronarse como autor del proceso de transformación del hospital de Iquique en lo que llaman “hospital autogestionado”, estado ideal para la gestión en salud desde un modelo neoliberal que cambió la asistencia en salud por la producción de ganancia a partir de la mercancía salud – enfermedad. Esto explica por qué el hospital está en crisis de recursos materiales y humanos, en crisis de disponibilidad de camas, en crisis de lista de espera para operaciones de cirugía mayor, en crisis de tecnología, etc.
Aquí está la base de la crisis, hacia estos aspectos debe dirigirse la preocupación de los trabajadores de la salud: hacer conciencia pública -y al interior de la comunidad hospitalaria- sobre los peligros de este nefasto proceso. Un rol fundamental en esta tarea lo tienen los gremios de la salud; ellos ya enfrentan el doloroso fenómeno del divisionismo al interior de sus filas, cuestión que ha debilitado notablemente la fuerza del movimiento gremial; tal vez sea ésta una primera tarea de los trabajadores, reflexionar acerca del estado actual de su capacidad organizativa y de lucha, antes de que sea tarde y que la imposición plena de la reforma sanitaria termine por ahogar su capacidad de respuesta social. Deben abrirse dentro de la comunidad hospitalaria espacios de debate entre trabajadores de todos los ámbitos del sistema para profundizar la toma de conciencia respecto de lo que realmente pasa y, sobre todo, para elaborar en conjunto una plataforma de lucha que ponga en el centro la defensa de la salud pública de un modelo sanitario solidario, como el que tuvo Chile hasta 1973; la adquisición de sueldos justos; la democratización de la gestión en salud; la profesionalización de los cargos directivos; la implementación de una gestión en salud con foco no en la producción sino en los logros sanitarios; la denuncia de las inconsistencias del famoso Plan Auge.

Epifanio Flores

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lunes, febrero 18, 2008

La Izquierda Cristiana en el Norte

(La Izquierda Cristiana en el norte, en DIARIO 21 de Iquique, 18 de febrero de 2008)
Epifanio Flores

Bajo el lema “La Izquierda Ciudadana inscribe a la Izquierda Cristiana” está en pleno desarrollo el proceso de inscripción como partido legal de la Izquierda Cristiana. Llevan a cabo este proceso de legalización según lo establece la ley electoral vigente, decisión tomada en su segundo congreso nacional del año 2006. Se realiza acá en el norte, en tres regiones consecutivas, esto es en las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta. En este sentido están en plena campaña de recolección de firmas, proceso que todos debemos apoyar en forma concreta y decidida.
La Izquierda Cristiana se define como un partido revolucionario, anticapitalista, antiimperialista, de inspiración cristiana y humanista y que se plantea la construcción del socialismo. Esta definición lo instala como una alternativa necesaria que llena un vacío que otras organizaciones no alcanzamos a interpretar del todo, y que son parte de esta construcción plural antineoliberal de la izquierda chilena.
La presencia del partido Izquierda Cristiana en el norte es sin duda un tremendo hecho político y de grandes contenidos y proyecciones en el actual proceso de la construcción de un amplio movimiento popular. Ahora su inscripción legal posibilitará los acuerdos electorales que les permitan levantar candidaturas con su propio perfil identitario, tal como sucede con los actuales partidos extraparlamentarios legalizados humanista y comunista.
Realizan este proceso de inscripción en el año del Centenario del Natalicio del presidente Salvador Allende, en cuyo marco reafirman la vigencia de su mensaje y de su propuesta.
Coincidimos con esta fuerza política que en esta etapa se hace necesaria una plataforma programática abierta a la discusión y que apunte a una efectiva democratización del país, como base para convocar a un arco de alianzas lo más amplio posible. Ciertamente es un proceso convergente en construcción y sustentado en identidades distintas, con respeto a esas identidades y a sus propios espacios y que ponen en el centro aquello que une y no lo que divide.
Esto abre perspectivas insospechadas para la izquierda en la maduración de dos claves básicas del actual momento: esto es la lucha y la organización popular que al mismo tiempo lo vaya relevando al pueblo como sujeto y no como objeto de la política, como factor determinante y no pasivo y así rearticular lo desmantelado por la dictadura y la Concertación, con una propuesta democratizadora participativa y en el marco de un Estado nacional sin la tutela imperialista; lo otro está en forjar la unidad del pueblo, la que asumimos como una amplia alianza de clases y sectores sociales. Todo esto para configurar la base de un nuevo país productivo, reindustrializado, democrático, solidario, con una economía nacional capaz de insertarse en los actuales procesos de integración regional y mundial en pleno desarrollo.
En este proceso de construcción nos encontramos las distintas vertientes progresistas y de izquierda, donde la Izquierda Cristiana tiene, sin duda, mucho mejor que entregar, por lo que requiere hoy todo nuestro mejor apoyo.

Epifanio Flores.

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martes, febrero 12, 2008

AMPLIADO PC EN IQUIQUE

SE CITA A UNA IMPORTANTE REUNION AMPLIADA PARA ESTE MARTES 12 DE FEBRERO, EN LA SEDE DE CALLE OBISPO LABBE 664.
TEMA: ACUERDOS DEL 6º PLENO DEL CC.
LA CITA ES A LAS 21 HORAS. SE ENCARECE LA PUNTUALIDAD.
DIRECCION REGIONAL
IQUIQUE, 12 FEBRERO 2008.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

lunes, febrero 11, 2008

Crimenes sin castigo y honor militar

Crímenes sin castigo y honor militar
(Epifanio Flores, en DIARIO 21 de Iquique, del 11 de febrero de 2008)

La madrugada del lunes 11 de febrero de 1974 son asesinados en Pisagua Alberto Yánez Carvajal y Luis Toro Castillo, estos crímenes aún están sin castigo. Los principales responsables aún están en la impunidad. A propósito de la llamada “obediencia debida” y el “honor militar”, traigo a colación los horribles crímenes cometidos por la Caravana de la Muerte en Antofagasta, donde aún se ocultan cobardemente algunos criminales, como uno que está aquí en Iquique en calidad de alta autoridad.
Veamos. La mañana del 18 de octubre de 1973 un helicóptero Puma piloteado por el capitán Emilio Mahotier se posa en la losa del Regimiento de Infantería “Esmeralda” de Antofagasta, colindante a la Escuela de Blindados, dirigida por el coronel Adrián Ortiz Guttman. Tras un reguero de horribles asesinatos perpetrados a su paso y por expresas ordenes de Pinochet, llegaba a esa ciudad el general Sergio Arellano Stark, junto al teniente coronel Sergio Arredondo González, los mayores Pedro Espinoza y Marcelo Moren Brito; los tenientes Armando Fernandez Larios y Juan Chiminelli.
A las 23:30 de esa noche del 18 de octubre de 1973 el jefe del Servicio de Inteligencia de la Escuela de Blindados, teniente Pablo Martínez Latorre, junto al subteniente Gonzalo Santelices Cuevas, llegan hasta la cárcel de esa ciudad y ordenan la entrega de catorce prisioneros políticos aún en estado de proceso. Se trata de Mario Arqueros Silva, gobernador de Tocopilla; Marco de la Vega Rivera, alcalde de Tocopilla; Alexis Valenzuela Flores, regidor de Tocopilla y dirigente de la CUT; Norton Flores Antivilio, asistente social de Soquimich; José García Berríos, dirigente sindical marítimo de Tocopilla; Washington Muñoz Donoso, interventor de la CCU; Dinator Avila Roco, obrero de la oficina Maria Elena; Danilo Moreno Acevedo, chofer de CORFO; Nelson Cuello Álvarez, funcionario de Corfo; Darío Godoy Mancilla, estudiante de 18 años; Luis Alaniz Alvarez, estudiante de periodismo y dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Norte; Miguel Manríquez Díaz, trabajador de Inacesa; Mario Silva Iriarte, abogado y gerente de CORFO; Eugenio Ruiz-Tagle Orrego, gerente de Inacesa. Todos estos prisioneros son amarrados, vendados y formados a un costado de los camiones militares Reo patente BFU-77 y EI-412 facilitados por el coronel Adrián Ortiz. El teniente Martínez los observa y lee una lista con los nombres para confirmar las identidades y ordena a los soldados que los acompañaban: “Ya, arriba con ellos”. Son tomados violentamente y lanzados al camión sin ningún tipo de miramiento y se dirigen primero a la Escuela de Blindados, donde se les suma un carro de transporte, un tanque anfibio M-113 A-1 y con varios oficiales jóvenes a bordo; recibiendo el teniente Pablo Martínez instrucciones del coronel Adrián Ortiz Guttman. Luego salen de la ciudad dirigidos por el jeep siempre comandado por el teniente Pablo Martínez junto a dos oficiales del general Arellano y se encaminan hacia el desierto hasta llegar a la Cuesta del Way donde los catorce prisioneros son bajados del camión en medio de una espesa camanchaca. De pronto el carro anfibio baja la rampa y la veintena de oficiales salen corriendo y gritando corvo en mano hacia donde están los prisioneros atacándolos sin misericordia. Inmediatamente luego de esta carnicería los prisioneros son baleados con las subametralladoras Thompson que portan los soldados. Luego, el horror prosigue con el traslado de los cuerpos irreconocibles a la morgue de Antofagasta.
Luego la comitiva asesina pasa por Calama dejando 26 prisioneros políticos más asesinados y posteriormente emprende viaje hacia Iquique. En nuestra ciudad este criminal no continuó con su carnicería masiva como en las anteriores ciudades, primero gracias a los reclamos que el general de Antofagasta Joaquin Lagos le hizo al propio Pinochet por los crímenes cometidos por Arellano, pero también porque acá en Iquique el otro criminal, Carlos Forestier, estaba siendo bastante efectivo en materia de asesinatos, ya que ese día en que Sergio Arellano descansa plácidamente en Iquique mientras su comitiva se divierte en el casino de oficiales, se torturaba hasta la muerte al sacerdote Gerardo Poblete.

Epifanio Flores

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lunes, febrero 04, 2008

El sueño de Volodia

El sueño de Volodia
(Epifanio Flores, publicado en DIARIO 21 de Iquique, el lunes 4 de febrero de 2008)

Toda la sociedad nacional, empezando por la propia presidenta de la República, Michelle Bachelet, han valorado la personalidad de Volodia Teitelboim, su gran consecuencia, su gran aporte a la ética política, su gran aporte a la literatura. Ambos aspectos se desprenden de los dos grandes amores de Volodia, la literatura y su partido, el Partido Comunista; partido en el que se permitió soñar lo que para algunos parece imposible: la transformación de la humanidad.
Para algunos resulta incomprensible que un hombre como Volodia, poseedor de esa tremenda sapiencia, cultura y experiencia, tuviera un tan alto nivel de compromiso con su pueblo, con los trabajadores, con los más sencillos de este país. Y este compromiso Volodia lo hacía extensivo hacia lo que él denominaba “la herramienta del pueblo”, a su partido, su organización. Esta observación solo puede provenir de quienes aún no alcanzan a dimensionar los niveles y los alcances de la ética revolucionaria de Volodia. Claro, cuestiones casi de extraterrestres en esta sociedad neoliberal, individualista y consumista; pero estas incomprensiones se pueden entender en la sociedad en general, pero para quienes se autodefinen como revolucionarios hay que empezar a levantar más la mirada. Digo esto porque nunca me ha dejado de sorprender la personalidad de militantes como Volodia, verdaderos ejemplos de sencillez y disciplina, comportamientos que solo pueden provenir de quién ha asumido su compromiso personal, de sangre, con los destinos de su pueblo. Pocos saben que recientemente, este enero recién pasado, Volodia participa activamente en la llamada Fiesta de los Abrazos organizada por su partido en Santiago, esto sobrellevando más de noventa años de edad. Cuando algunas personas mucho más jóvenes viven quejándose o buscan cualquier pretexto para no participar en las diversas actividades de su organización, la verdad es que el ejemplo de Volodia es para revisarse. Y bien revisado.
Otro aspecto destacadísimo de Volodia está en su tremenda calidez, sencillez y humildad en el trato con su colectivo partidario. Vastamente elogiado y reconocido por su obra literaria, incluso masa allá de nuestras fronteras; que además ostentara los más altos cargos en su partido y en la esfera pública nacional, sin embargo denotaba por su tremenda sencillez y disciplina partidaria. Ciertamente, Volodia siempre tuvo palabras de aliento y el consejo generoso hacia los destacamentos más jóvenes de militantes o de nuevos cuadros dirigentes de su partido. En este sentido y hasta su último aliento dio su propio ejemplo personal al cautelar permanentemente la unidad de su partido, sin jamás anteponer sus criterios personales, y con mucho respeto hacia los niveles de dirección electos colectivamente. La vanidad, la soberbia, la grandilocuencia, son cuestiones que no existían en Volodia.
Siempre remarcó: nunca dejar de soñar por la felicidad del hombre; ni tampoco de trabajar por la concreción de esos sueños y definió al partido como un instrumento para lograr, a través de la voluntad colectiva amplia, la concreción y realización de esos sueños ancestrales.
En esa dirección la construcción de la unidad del pueblo y de la conciencia del pueblo, era para Volodia lo fundamental. Ello porque estos sueños no los entendía como patrimonio solo de los comunistas o de la gente de izquierda; sino como los sueños de muchas personas que buscan una existencia mejor. Los asumía como sueños de gran envergadura y sin fronteras humanas, salvo la de los pocos que creen que pueden ser los dueños del destino de otros.
Con la partida de Volodia, tal vez estos apuntes apurados busquen revitalizar nuestros sueños; como lo ha hecho la ex diputada Maria Maluenda, quién en un momento se alejó del partido de Volodia y que hoy solicita reincorporarse para continuar esa senda de construcción de sueños.

Epifanio Flores

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viernes, febrero 01, 2008

Adios Volodia Teitelboim

Adiós Volodia Teitelboim
(Epifanio Flores, publicado en DIARIO 21 de Iquique, el 1 de febrero de 2008)
Con el reconocimiento y admiración de los más variados sectores de la sociedad nacional e internacional, se apagó la vida de uno de los más prolíficos literatos y tal vez el último gran escritor social del siglo XX. Poeta, político, abogado, periodista, ensayista; su travesía por el pasado siglo fue de la mano con sus dos grandes pasiones: la literatura y la política. A la literatura y a la política el joven Valentín Teitelboim ingresa casi simultáneamente en lo días de la crisis que derriba al gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, cuando en julio de 1931 asiste a su primer mitin político y se hace comunista; la larga persecución a ese partido lo invade de mística, la que lo lleva a tomar el nombre político de Volodia, que lo identificará toda su vida hasta quedar como propio. Su ingreso a la literatura queda signado al ganar los juegos florales de poesía en octubre de ese año.
Parlamentario comunista y gran amigo de Neruda, desde la trinchera doble de la política y la literatura se entregó por completo a la causa de la humanidad y la emancipación de los trabajadores y fue uno de los artífices del gobierno popular de Salvador Allende. Por especial encargo del presidente Allende le correspondió viajar al extranjero donde lo sorprende el golpe militar de 1973. Su voz regresa a Chile denunciando las atrocidades de la dictadura a través de las ondas de Radio Moscú con el programa Escucha Chile y el espacio radial denominado Volodia Comenta. El odio asesino de la dictadura no se dejo esperar y el año 1974 fue el objetivo jurado de la DINA para asesinarlo en el exterior, operación que felizmente fracasa. Retorna clandestino a Chile el año 1988 para asumir como Secretario General del Partido Comunista el año 1989 y hasta 1994.
Vastísimo escritor, conocido ampliamente por las obras biográficas sobre Neruda, Mistral, Huidobro y Borges; el año 2002 obtiene el Premio Nacional de Literatura. Entre sus obras que lo vinculan con el norte está su primera gran novela: “Hijo del Salitre” publicada en el año 1952, que tiene como protagonista al obrero pampino Elías Lafertte y sus vivencias de lucha en ese Chile nortino desaparecido que es la pampa salitrera y donde reflota la porfiada memoria acerca de la masacre de la escuela Santa María de Iquique, obra escrita en plena persecución del gobierno de Gabriel González Videla y la aplicación de su Ley Maldita que perseguía al movimiento sindical y a los comunistas. La otra novela es “Pisagua, la semilla en la arena” escrita en 1957, a la que definió no como una novela, sino muchas novelas construidas con muchos escritores; obra en la que recrea las vivencias en el Campo de Concentración de Pisagua en sus dos periodos: el de 1947 y el del año 1957 bajo el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, en cuya presidencia es relegado a Pisagua el año 1957. En esa ocasión, luego de ser detenidos en la madrugada, llegan detenidos a Iquique junto a Luis C0rvalan, Juan Chacón Corona, José Gómez López, Gabriel Bachero y Cesar Godoy Urrutia, este último queda hospitalizado en el hospital de Iquique y los demás detenidos subidos a un camión militar y trasladados a Pisagua. En esa oportunidad Volodia recoge testimonios, hace croquis de Pisagua y diseña su libro Pisagua, la semilla en la arena.
El año 1990 y siendo secretario general del partido comunista, Volodia llega a Iquique en junio de ese año para ir hasta Pisagua nuevamente, pero esta vez para visitar los restos de los prisioneros ejecutados por la dictadura de Pinochet que aún se encontraban en el fondo de la fosa común descubierta en Pisagua. Me correspondió acompañarlo hasta Pisagua, junto a Laura Silva, viuda del ejecutado político Luis Toro Castillo, además de Ana Cordero y Jorge Araya, miembros de la dirección regional de Iquique. En la ocasión Volodia se entrevistó con el ministro de la Corte Hernán Sánchez Marré que toma la investigación luego de la valiosa labor inicial del juez de Pozo Almonte Nelson Muñoz. El viaje a Pisagua y la estadía en el lugar nos permitió conocer aspectos no muy conocidos acerca de Volodia y que reseño en parte de estas breves líneas. Volodia Teitelboim nos impactó con su desbordante confianza en el futuro de la humanidad; nos deja la gran enseñanza de no perder los sueños de justicia y de la gran conquista de la liberación del hombre, sueños que este muchacho del siglo XX logró introducir en los inicios de este milenio. Desde Iquique, hasta siempre Volodia.

Epifanio Flores

Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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