Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, enero 25, 2010

La derecha gobierno

Se ha dicho abundantemente ya que la derecha no llegaba democráticamente al gobierno hace medio siglo, cuando Jorge Alessandri alcanza la presidencia del país, aunque solo con el 36% de los votos el año 1958.
Lo que viene después es también bien sabido: los gobierno democráticos posteriores, Frei Montalva y Allende, avanzaron sustantivamente los espacios democráticos, esto hasta el sangriento golpe militar propugnado por la derecha en 1973 en que asumen el gobierno manu militari.
Sabido es que también a través de la historia la derecha ha usado toda clase de trampas y argucias electorales para torcerle la nariz al electorado.
Pero con el triunfo hoy de la derecha, ¿se ha derechizado el país?
Lo que llama la atención es que la derecha triunfa frente al descontento por los efectos de la crisis del sistema neoliberal, o de las políticas neoliberales aplicadas por la Concertación.
La Concertación no manejó bien la crisis y sus propuestas fueron demasiado tardías; pero sí aparentemente oportunas las de la derecha con su imagen del cambio.
Paradojalmente no son las propuestas de más medidas neoliberales de la derecha lo que triunfa sino su fracaso. Claro, si ellos impusieron el sistema neoliberal bajo la dictadura y ahora se aprovechan de sus crisis.
La derecha no es otra cosa que la cara política de los grandes intereses económicos, nacionales e internacionales, que se aprestan a asaltar el botín. Ese botín es poner sus zarpas en Codelco y también el asegurarse el despeje del terreno para continuar con la depredación de nuestros recursos naturales, el medio ambiente, el agua, etc. Eso está detrás de la política de la derecha y quien no quiera verlo es solo una “víctima necia del engaño propio y del de los demás”.
Asegurado esto, que es lo de fondo, pueden venir pequeñas concesiones populistas y demagógicas. Ésta es la base de la propuesta de Piñera de iniciar su gobierno reeditando la “democracia de los acuerdos”, y que se entrenara con la Concertación en los primeros años con Aylwin en adelante.
¿Pero soluciones de fondo a la crisis de la salud? Seguramente con más externalizaciones o privatizaciones.
¿Avanzar hacia una educación pública de calidad? Seguramente segmentando una “buena” educación para pobres, en tanto acentuando la brecha con las elites.
¿Más empleos? Habrá que ver su calidad, pero en todo caso con mayor “flexibilidad”, que es sinónimo de pérdida de derechos.
Esto es lo menos que se nos cae encima y se necesitará una gran dosis de demagogia y política populista de parte de Piñera para permitir el tiempo necesario que necesitan las transnacionales para profundizar la monumental acumulación de capitales en curso. Todo esto necesita también una línea de cooptación de sectores que en realidad no son más caros que un plato de lentejas.
En el plano latinoamericano se recurrirá a la vieja y perversa táctica chauvinista-nacionalista para asegurarse el apoyo de los tontos y de paso desacreditar los movimientos verdaderamente emancipadores en curso en el continente. No soy ni tengo aspiraciones de Pitoniso pero todo esto último lo firmo para que quien quiera me lo cobre después.
Con todo lo anterior me inclino en pensar que, a pesar del triunfo de Piñera, los chilenos no somos de derecha, aunque transitoriamente –como dijo el poeta- “el pueblo en su inmenso dolor hoy se niega a beber en la fuente clara del honor”, pero “mañana igual cantará” “pues no hay adivino ni rey que le pueda marcar el camino que va a recorrer”.
(Epifanio Flores)
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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