Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, febrero 08, 2010

El imprescindible Carlos López Vila

“Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y que son mejores; hay quienes luchan muchos años y que son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”. Estos versos del dramaturgo alemán, Bertolt Brecht, reflejan lo que fue toda una vida de lucha y entrega por sus semejantes asumidos por Carlos López Vila, dirigente nacional de los pensionados que acaba de fallecer en Santiago.
Carlos López Vila nace el año 1923 en el importante poblado salitrero de Pozo Almonte y en el seno de una familia pampina. De niño comienza a trabajar en las calicheras y también muy joven aflora su rebeldía contra la explotación e ingresa al Partido Comunista en la pampa. Pronto también se destaca como un incorruptible líder obrero resultando electo dirigente sindical.
Entre las continuas persecuciones y represiones sufridas en su tierra, termina radicándose en Ovalle, zona en la que continúa sus actividades sociales. Así llega a convertirse en un destacado alcalde de esa ciudad; esto hasta el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y la inmediata etapa de sangrienta represión.
En este nuevo y dramático escenario no vacila y así este admirable dirigente nortino se incorpora a las tareas clandestinas de reorganización de su partido y para enfrentar a la dictadura de Pinochet, resultando detenido por la tenebrosa DINA, torturado y relegado a la localidad de Carahue.
Posteriormente, y luego de la caída y desaparición de sendas direcciones nacionales del Partido Comunista, se le confía la delicada tarea de atender y recomponer la vinculación con las organizaciones de su partido en distintas ciudades del país, entre ellas la de su entrañable norte. Estas misiones las desarrolla valiente y responsablemente y esa importante etapa de reconstrucción tiene en Carlos López Vila a un abnegado impulsor.
Cumpliendo una de estas misiones en Iquique, la CNI consigue desbaratar una de las reuniones en la que participaba, logrando Carlos López Vila eludir el operativo, resultando ese 6 de mayo de 1978 detenidos Francisco Garnica, Juan Espinoza, Pablo Cepeda y Fernando Contreras, hecho destacado por la prensa, quienes por lo demás tuvieron un admirable y valiente comportamiento a pesar de las torturas recibidas.
En los tiempos post dictadura se incorpora a la organización de los pensionados llegando a desplegar una de las más fructíferas etapas de la lucha de ese sector. Infatigable organizador llega a ser uno de los más abnegados presidentes que haya tenido la Asociación Nacional de Pensionados y Montepiados de Chile, Achipem. Como tal recorría nuevamente el país llevando la reorganización y construyendo las demandas de los pensionados, gestionando otras, atendiendo toda clase de situaciones de los afiliados a su sector. Y en ese caminar llegaba hasta hace poco a Iquique bregando insistentemente por reorganizar a los jubilados de Iquique en una organización unitaria, labor que a pesar de su salud quebrantada, jamás lo vimos desmayar.
En reconocimiento a su dilatada vida de entrega militante a la causa de los trabajadores y de todo el pueblo, el Congreso Nacional de su partido lo condecora con la Medalla “Elías Lafertte” por sus más de cincuenta años de militancia y entrega revolucionaria.
Ahora, y luego de su funeral en el cineario del Parque del Recuerdo de Santiago realizado ayer domingo, Carlos López Vila regresa a su siempre entrañable tierra natal, Pozo Almonte, a dormir su sueño eterno al lado de grandes héroes pampinos que yacen en ese Campo Santo del fecundo suelo generador de espíritus rebeldes y libres como lo es Pozo Almonte.

(Epifanio Flores)
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

Etiquetas: