Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

domingo, febrero 21, 2010

“Otra vez la herradura en el rostro...”

Como si la reciente desdicha de Haití no bastara, una horrible tragedia nos enluta a todos en Chile. Nos estremece el dolor de miles de familias sacudidas de pronto por la devastadora fuerza de la naturaleza. Un terrible manotazo de la naturaleza lleva otro cataclismo a miles de hogares, cegando vidas y desintegrando los sueños con la desaparición de lo mejor, los seres queridos, lo que más amamos. Los daños materiales son cuantiosos, pero la verdad que nada comparado con las inmensas, dolorosas pérdidas de vidas humanas. Otra vez nos golpea la naturaleza; como dijera Neruda: otra vez el caballo iracundo patea el planeta, otra vez recibimos la herradura en el rostro…
Para millones de chilenos, así como lo fue para Violeta Parra su aterradora experiencia de un terremoto, es una triste conversación con Dios, una dolorosa interrogante que interpela fuerte. La inatajable fuerza de la naturaleza sacudiendo nuestra geografía y devolviéndonos ruina, dolor y desolación. Duele fuerte la doble agresión a los eternos humillados y ofendidos pero esta vez desplazados por la propia naturaleza. Esa que no respeta condición ni linajes, porque sabe que nuestro polvo es su prolongación, somos uno, pero después de todo es la cegadora fuerza que se mueve para arrojar más vida en el eterno ciclo del universo.
En tanto, en nuestro minúsculo y gigante planeta-país vendrá la calma transitoria, el paréntesis largo o corto que necesitan esas terribles fuerzas de la tierra para reposar o nuevamente emerger. Es nuestro sino y necesitamos cantar –como decía Neruda- así sea en el centro del terremoto.
Pero cantar no significa no exigir, los que se han apropiado de la naturaleza tienen que devolver el hogar. Claro que también vendrá la corroedora avaricia, la eterna desidia, la impasible burocracia que ha acompañado casi doscientos años esos otros terremotos: esa cuestión social.
Frente a un instante similar, un dolorido Neruda es fustigado por uno de los terremotos que asola la patria, y escribe: …Dios mío, tocó la campana la lengua del antepasado en mi boca, / otra vez, otra vez el caballo iracundo patea el planeta / y escoge la patria delgada, la orilla del páramo andino / la tierra que dio en su angostura la uva celeste y el cobre absoluto / otra vez, otra vez la herradura en el rostro / de la pobre familia que nace y padece otra vez espanto y la grieta, / el suelo que aparta los pies y divide el volumen del alma / hasta hacerla un pañuelo de polvo, un gemido. / Por los muros caídos, el llanto en el triste hospital, / por las calles cubiertas de escombros y miedo, / por el ave que vuela sin árbol y el perro que aúlla sin ojos, / Patria de agua y de vino, hija y madre de mi alma, / déjame confundirme contigo en el viento y en el llanto / y que el mismo iracundo destino aniquile mi cuerpo y mi tierra.
Pero frente a tanto dolor la pluma de Neruda reivindica la esperanza y nos insta a ser porfiados y a vivir, a reclamar la alegría que merecemos, esto es a amar a la humanidad; señala: “Ay canta guitarra del Sur en la lluvia, en el sol lancinante / que lame los robles quemados pintándoles alas, / ay canta, racimo de selvas, la tierra empapada, los rápidos ríos, / el inabarcable silencio de la primavera mojada, / y que tu canción me devuelva la patria en peligro: / que corran las cuerdas del canto en el viento extranjero / porque mi sangre circula en mi canto si cantas, / si cantas, oh patria terrible, en el centro de los terremotos / porque así necesitas de mí, resurrecta, / porque canta tu boca en mi boca y sólo el amor resucita.”
(Epifanio Flores)
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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domingo, febrero 14, 2010

El retorno de Eduardo Toro Vélez

Por la noche del 6 de octubre de 1973 es detenido y desaparece en Santiago Eduardo Toro Vélez. Nacido en Iquique el 18 de mayo de 1931, ya en la capital trabajaba como empleado en la Dirección Nacional de Comercio, Dinac, entidad de la que, naturalmente, había sido despedido a partir del 11 de septiembre de 1973 por ser dirigente gremial. Además militaba en el Partido Radical, como lo hacía su padre en nuestra ciudad. Contaba con cuarenta y dos años de edad al momento de su desaparición.
En la capital había contraído matrimonio con Claudia Orlandini. En la angustiosa búsqueda de su esposo ella recogió el testimonio de que Eduardo Toro había sido detenido por una patrulla militar y conducido a culatazos hacia las inmediaciones de la Embajada Argentina. Otros testigos confirmaron a la familia que su detención se habría producido por militares cerca de su domicilio.
Como la normalidad bajo la dictadura eran los atropellos, toda clase de atrocidades y la cultura de la muerte, amén del odio y la mentira, lo usual era que sus oscuros funcionarios negaran su detención y paradero. A partir de entonces la familia y los diversos organismos de derechos humanos inician la incansable búsqueda por saber el destino de Eduardo Toro.
Se presume que Eduardo Toro habría sido asesinado el día 28 de octubre de 1973 –unos veintidós días después de su detención- para luego en esa fecha hacer desaparecer su cuerpo. Bajo la dictadura el Comité Pro-Paz ya tenía algunas informaciones del entierro clandestino de detenidos desaparecidos en diversos lugares, pero fue necesario el fin de la dictadura para iniciar las investigaciones judiciales. Así y a partir de septiembre de 1991, por orden del juez Andrés Contreras, se inicia la excavación en 107 tumbas NN del Patio 29 del Cementerio General donde se encuentran 126 cuerpos. En esa fecha el criminal Pinochet exclamó: “pero que economía” al encontrarse más de un cuerpo por tumba. Otros cuerpos son hallados en Batuco, que se suman a los restos hallados en Pisagua en 1990, en particular la denominada Bolsa 20 de Pisagua.
Los restos de detenidos desaparecidos ocultados por la dictadura en distintos puntos son enviados al Servicio Médico Legal (SML), para su identificación, señalándose entonces que unos treinta cuerpos no podrían ser identificados por su difícil estado. Desde entonces se comienzan a evidenciar serias deficiencias en el proceso de identificación de los cuerpos, pero esta vez a partir de funcionarios bajo la administración de gobiernos de la Concertación. En octubre de 1995 llega al SML el Informe Glasgow señalando errores de identificación y de procedimientos en lo obrado por el SML de Chile. Los funcionarios ocultan siete años este informe que solo se conoce el año 2002. En marzo del 2005 el Ministro Sergio Muñoz exhumó 92 restos de detenidos desaparecidos para someterlos a nuevas pericias de identificación con nuevas técnicas. El juez Gajardo que continúa el trabajo del juez Muñoz determina que 48 víctimas habían sido mal identificadas, en otras 37 no había seguridad de su identificación.
En este contexto de serios errores y desidia estatal, pero con todo el amor de sus familiares el cuerpo de Eduardo Toro Vélez regresa a su suelo natal para ser sepultado el 18 de agosto de 1994 en el Cementerio N° 1 de Iquique. Pero el año 2005 nuevamente parte de sus restos son sometidos a nuevas pericias para asegurar su identificación. Y esta identificación definitiva es la que el juez Alejandro Solís acaba de entregar este 4 de febrero a sus familiares.
Así, en un contexto de cultura de la muerte bajo la dictadura primero, de desidia y corrupción de ciertos funcionarios bajo la Concertación después, se viene tejiendo la verdad sobre el caso de Eduardo Toro Vélez. Ahora falta la justicia, palabra mayor, que no será fácil de alcanzar bajo esta nueva administración que apoyan los mismos que ampararon y ocultaron tanta maldad, pero de la que no podemos cejar de luchar por alcanzar, pase lo que pase.
(Epifanio Flores)


Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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lunes, febrero 08, 2010

El imprescindible Carlos López Vila

“Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y que son mejores; hay quienes luchan muchos años y que son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”. Estos versos del dramaturgo alemán, Bertolt Brecht, reflejan lo que fue toda una vida de lucha y entrega por sus semejantes asumidos por Carlos López Vila, dirigente nacional de los pensionados que acaba de fallecer en Santiago.
Carlos López Vila nace el año 1923 en el importante poblado salitrero de Pozo Almonte y en el seno de una familia pampina. De niño comienza a trabajar en las calicheras y también muy joven aflora su rebeldía contra la explotación e ingresa al Partido Comunista en la pampa. Pronto también se destaca como un incorruptible líder obrero resultando electo dirigente sindical.
Entre las continuas persecuciones y represiones sufridas en su tierra, termina radicándose en Ovalle, zona en la que continúa sus actividades sociales. Así llega a convertirse en un destacado alcalde de esa ciudad; esto hasta el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y la inmediata etapa de sangrienta represión.
En este nuevo y dramático escenario no vacila y así este admirable dirigente nortino se incorpora a las tareas clandestinas de reorganización de su partido y para enfrentar a la dictadura de Pinochet, resultando detenido por la tenebrosa DINA, torturado y relegado a la localidad de Carahue.
Posteriormente, y luego de la caída y desaparición de sendas direcciones nacionales del Partido Comunista, se le confía la delicada tarea de atender y recomponer la vinculación con las organizaciones de su partido en distintas ciudades del país, entre ellas la de su entrañable norte. Estas misiones las desarrolla valiente y responsablemente y esa importante etapa de reconstrucción tiene en Carlos López Vila a un abnegado impulsor.
Cumpliendo una de estas misiones en Iquique, la CNI consigue desbaratar una de las reuniones en la que participaba, logrando Carlos López Vila eludir el operativo, resultando ese 6 de mayo de 1978 detenidos Francisco Garnica, Juan Espinoza, Pablo Cepeda y Fernando Contreras, hecho destacado por la prensa, quienes por lo demás tuvieron un admirable y valiente comportamiento a pesar de las torturas recibidas.
En los tiempos post dictadura se incorpora a la organización de los pensionados llegando a desplegar una de las más fructíferas etapas de la lucha de ese sector. Infatigable organizador llega a ser uno de los más abnegados presidentes que haya tenido la Asociación Nacional de Pensionados y Montepiados de Chile, Achipem. Como tal recorría nuevamente el país llevando la reorganización y construyendo las demandas de los pensionados, gestionando otras, atendiendo toda clase de situaciones de los afiliados a su sector. Y en ese caminar llegaba hasta hace poco a Iquique bregando insistentemente por reorganizar a los jubilados de Iquique en una organización unitaria, labor que a pesar de su salud quebrantada, jamás lo vimos desmayar.
En reconocimiento a su dilatada vida de entrega militante a la causa de los trabajadores y de todo el pueblo, el Congreso Nacional de su partido lo condecora con la Medalla “Elías Lafertte” por sus más de cincuenta años de militancia y entrega revolucionaria.
Ahora, y luego de su funeral en el cineario del Parque del Recuerdo de Santiago realizado ayer domingo, Carlos López Vila regresa a su siempre entrañable tierra natal, Pozo Almonte, a dormir su sueño eterno al lado de grandes héroes pampinos que yacen en ese Campo Santo del fecundo suelo generador de espíritus rebeldes y libres como lo es Pozo Almonte.

(Epifanio Flores)
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lunes, febrero 01, 2010

Luis Cossio Cárdenas

Por medio del diario “El Siglo” nos enteramos del reciente fallecimiento de Luis Cossio Cárdenas, sin duda no solo un relevante actor social y político de la historia de los treinta y parte de los cuarenta en nuestra región; sino también un destacado militante comunista nortino, protagonista de páginas imborrables del despliegue del legado de Recabarren en el norte y sur del país.
Este ejemplar dirigente comunista nace en el puerto de Pisagua el año 1912 siendo su padre, Juan Cossio Espinoza, entonces el único regidor comunista del país (como Partido Obrero Socialista), y que también antes había sido director de la Mancomunal Obrera.
Trabaja desde niño como obrero en Huanillos, educándose luego en el Colegio Don Bosco de Iquique egresando como contador general, con mucho esfuerzo de su padre que labora como cargador en Iquique y la pampa salitrera. Posteriormente obtiene el título de contador auditor.
Lo impacta la masacre de obreros provocada por el Intendente de Tarapacá, Recaredo Amengual, y por el General Florentino de la Guarda, durante la Rebelión de la Pampa de junio de 1925. Por su padre había conocido al líder de esa huelga, secretario del Partido Comunista y de la Federación Obrera de Chile en la pampa, Carlos Garrido, quien es atrozmente masacrado por el ejército. En esa oportunidad es testigo también de la concentración de los obreros prisioneros bajados brutalmente a Iquique por el sector de los estanques de agua y encerrados en el Velódromo de la ciudad. Este episodio es definitorio en su vida y ya muy joven trabaja con los comunistas.
Luego de la caída de Ibáñez (1931) colabora activamente en la implementación nuevamente de la imprenta del diario “El Despertar de los Trabajadores”, ubicado en calle San Martín. Entonces encabeza la dirección titular del diario Eduardo González, y como director de emergencia en caso de detención del titular, -como era corriente que ocurriera-, queda él; pero al cabo de tres meses tiene que asumirla plenamente, contando con solo diecinueve años de edad.
Al lado de la imprenta funciona el local de la Sala Obrera y también el grupo juvenil “Avance” del cual también es impulsor. Allí también se gesta la fundación de las Juventudes Comunistas en nuestra ciudad, asumiendo como su primer secretario provincial, junto a Carlos Velásquez y José Visiani. El año 1932 es designado delegado al sur por las Juventudes Comunistas y desde allí es enviado a estudiar a Uruguay, lugar en que entonces funciona el Buró Sudamericano de la Internacional Comunista y el Buró de la CESLA, la Confederación Sindical Latino Americana.
En medio de la atroz crisis económica que entonces azota nuestra región colaboran con la organización de los comités de cesantes, levantando sus demandas y luchas, junto al dirigente Hermógenes San Martin. Durante el segundo gobierno de Alessandri tienen que soportar las persecuciones de éste; en especial las de su ministro de hacienda, Gustavo Ross Santa María, siendo detenidos en varias ocasiones. Por entonces es clausurado el diario “El Despertar de los Trabajadores”. Pero sacan en edición el diario “Justicia” y después nuevamente “El Despertar”. En otra etapa y con la imprenta de “El Despertar” comienzan a editar el diario “Frente Popular”, del que llega a ser su director el año 1938, teniendo entonces que soportar dos juicios paralelos en su contra. Alessandri tiene que deportar a este incorregible periodista revolucionario a Illapel, acusado de injurias a Su Excelencia.
El año 1940 en el Congreso de Huara se volvió a retomar el nombre del diario como “El Despertar de los Trabajadores” y asume Luis Figueroa a cargo. Fue una etapa de ascenso y con dos parlamentarios: José Vega Díaz y Andrés Escobar. Durante la represión de Gabriel González Videla sale a Santiago junto a José González. Cae detenido en la capital y es trasladado al campo de concentración de Pisagua.
Este admirable militante revolucionario asume importantes y delicadas actividades en las finanzas de su partido. Ya radicado fuera de su entrañable norte, durante la dictadura de Pinochet es detenido en el Estadio Chile y en el campo de concentración de la oficina Chacabuco.
(Epifanio Flores)
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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