Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, octubre 30, 2006

El Memorial de Pisagua

El Memorial de Pisagua y la justicia.

Al cabo de años de demandas y tramitaciones se cumple el sueño de los familiares de ejecutados y desaparecidos, así como de los sobrevivientes de Pisagua, de inaugurar el Memorial que perpetúa la memoria histórica para el conocimiento de las atrocidades cometidas por la dictadura. Se trata de que las generaciones venideras conozcan la verdad y realmente en Chile construyamos un Nunca Más. Cuando usted lea estas notas ya se habrá realizado este domingo 29 en Pisagua el acto y la ceremonia al que concurren centenares de luchadores por los derechos humanos venidos de todas partes del país.
La placa conmemorativa expresa:
“Luego del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 la dictadura militar declaró prisioneros de guerra a los presos políticos. El puerto de Pisagua fue entonces utilizado como Campo de Concentración donde se recluyeron a los detenidos que trajeron de Iquique y también de otros lugares del país.
Aquí se humilló la dignidad de hombres y mujeres, aquí se torturó y se cometió genocidio político en contra de seres indefensos que solo tenían la fuerza y convicción de sus ideales.
En este mismo lugar veintiún presos políticos fueron fusilados por orden de ilegales consejos de guerra y falsas fugas para justificar sus crímenes. Los cuerpos nunca fueron entregados a sus familiares.
En el año 1990 después de una constante y larga búsqueda por parte de sus compañeros y deudos, catorce de ellos fueron hallados en esta fosa clandestina. Los siete cuerpos faltantes se encuentran desaparecidos.
Se levanta este Memorial para el recuerdo y el reconocimiento de aquellos que fueron despojados de sus derechos humanos y se les arrebató la vida por causa de su lucha en defensa de la clase trabajadora.
Que la memoria de los hechos sucedidos durante el período de mayor tiniebla moral de nuestra historia nos conduzca a construir un Chile con un futuro fundamentado en la verdad, en la justicia y en el amor para que nunca, nunca más sucedan hechos semejantes.”
Y a continuación se enumeran los nombres, inscritos en la placa, de 29 chilenos asesinados de las mas diversas formas en Pisagua, algunos de ellos hasta hoy desaparecidos, algunos muertos bajo atroces torturas, algunos masacrados luego de hacerlos correr, otros fríamente ejecutados y otros asesinados por fusilamientos.
Estos crímenes se encuentran aún completamente impunes. Cuando el año 1990 descubrimos a nuestros compañeros sepultados en la fosa clandestina de Pisagua, se abrió un proceso que tal vez permitiría conocer toda la verdad y llevar a la justicia a los criminales; pero la justicia militar prontamente reclamó su competencia, solo para volver a esconder la verdad y sepultarla nuevamente. Se pretende amparar estos crímenes bajo la Ley de Amnistía.
Por ello hoy impera en todos los luchadores por las causas de los derechos humanos la más firme determinación de luchar para obtener la anulación de la Ley de Amnistía. Esto ahora que crece en la ciudadanía la conciencia y la necesidad de poner fin a este auto perdón de Pinochet y sus secuaces.
(Publicado en Diario 21 de Iquique)

Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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lunes, octubre 23, 2006

Carabineros, iglesia y el sacerdote Gerardo Poblete

Carabineros, iglesia y el sacerdote Gerardo Poblete
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el 23 de octubre de 2006)
Este sábado 21 de octubre el municipio iquiqueño inauguró una placa conmemorativa en memoria del sacerdote Gerardo Poblete, ubicada en la plazoleta que lleva su nombre, frente a la cual existió el recinto policial donde fue asesinado por carabineros un domingo 21 de octubre de 1973, a la edad de 31 años.
El sacerdote Poblete nace en Santiago el año 1942 y vive su juventud en el barrio Macul, donde se le conocía como el “negro Poblete”. Ingresa a estudiar al Seminario de los Salesianos, siendo su director espiritual el hoy obispo Tomás González Morales- por el transcurso de cuatro años.
Posteriormente ingresa a la Universidad Católica, titulándose como profesor de Filosofía, Religión y Moral. En marzo de 1973 llega a Iquique para enseñar en el colegio Don Bosco. Como buen profesor de filosofía, sus estudiantes lo recuerdan desarrollando sus clases contrastando las distintas visiones filosóficas con la realidad vivida por sus alumnos, así como el contexto social de entonces. Para ello se apoyaba de diversos autores y naturalmente contaba también en su biblioteca con la necesaria literatura marxista, sin necesariamente serlo.
El 21 de octubre de 1973 es detenido junto al profesor y seminarista Ricardo Salgado Torres, desde el propio colegio salesiano Don Bosco, por efectivos de carabineros de la Primera Comisaría de Iquique. Trasladado al cuartel policial es sometido a golpes atroces por el entonces teniente de carabineros Gustavo San Martín Ravanal, bajo la aprobación cómplice del entonces mayor y comisario de carabineros Enzo Meniconi Lorca, secundado por los suboficiales Blas Barraza Quinteros y Froilán Moncada Sáez, quienes le provocan diversas fracturas y le revientan diversos órganos internos, lo que le ocasiona la muerte a pocas horas de su detención. Durante la golpiza el sacerdote murmuraba entre quejidos: “Perdónalos Señor”. Forestier justificó la muerte del sacerdote como acaecida por un accidente al caer de la pisadera del furgón policial. Igual versión sostuvo Pinochet ante el vaticano.
El mismo día del asesinato de Poblete, el director Salesiano de Iquique, sacerdote Maximiano Ortúzar Cariola, informa por teléfono a Santiago, de que el padre Poblete había fallecido por “un problema cardiaco”. De inmediato la superioridad eclesiástica gestiona el traslado del cuerpo a Santiago y concurre al aeropuerto Tomás González para retirar el féretro.
A los pocos días Tomás González llega a Iquique para visitar el colegio Don Bosco y en una entrevista con el obispo de Iquique, José del Carmen Valle Gallardo, éste le cuenta que el sacerdote había sido asesinado a palos en la comisaría de carabineros de Iquique. Tomás González oficia una misa para el sacerdote, a la que asisten diversas autoridades castrenses de la ciudad, misa en la que no habla aduciendo encontrarse “muy conmovido”.
El magistrado Calvo procesó a los criminales el año 2003, pero en lo medular este crimen continúa impune. Pero también hay otras responsabilidades. En este caso, autoridades eclesiales de Iquique no solo callaron, sino que además colaboraron en el ocultamiento inicial del asesinato, como el propio obispo de Iquique de entonces. Por su parte, es algo que la Comunidad Salesiana de Iquique, por medio del sacerdote y director del colegio Don Bosco de Iquique, Patricio Araya, haya pedido “disculpas” durante la inauguración de la placa recordatoria, por “lo poco que hizo o no hizo la comunidad salesiana” en el develamiento de la verdad. Pero falta la verdad completa y, sobretodo la justicia, y a ello debemos contribuír todos.

Epifanio Flores.

Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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lunes, octubre 16, 2006

Bienvenidos medicos, gracias Cuba

Bienvenidos médicos, Gracias Cuba.
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el 16 de octubre del 2006)
Este miércoles 18 de octubre y en el salón auditorio de la intendencia regional, serán bienvenidos a su patria los cinco jóvenes iquiqueños recientemente graduados como médicos en Cuba. Son los jóvenes Marcela Esquivel Mesías, Daniela López, Rodrigo Barraza Carvajal, Miguel Alfaro García y Luis Astudillo, todos titulados en la Escuela Latinoamericana de Medicina –ELAM- gracias a la solidaridad del pueblo cubano. La ceremonia se verá realzada con la presencia del embajador cubano en Chile, licenciado Giraldo Mazzola.
Recibimos con cariño a estos jóvenes que inician una etapa nueva en sus vidas, que traen el conocimiento necesario para atender las necesidades de salud de su pueblo y contribuir así a mejorar la calidad de vida de sus semejantes. Una de ellas, Marcela Esquivel, excelente alumna y militante de las Juventudes Comunistas, regresa a la isla en enero próximo ya que desea proseguir los estudios de especialidad.
La proverbial solidaridad del pueblo cubano y de sus gobernantes, en especial del comandante Fidel Castro, ya la conocíamos. En particular los nortinos en ocasión de la memorable e histórica visita que hiciera Fidel a nuestra región el año 1971. En esa oportunidad el gobernante cubano donó la implementación necesaria para instalar una escuela técnica en la oficina salitrera Victoria, para atender los estudios de los jóvenes de esa área de la pampa.
Luego, bajo la dictadura, otros jóvenes de entonces que salieron del país, fueron acogidos en Cuba como su otra patria. Algunos de ellos también regresaron a Chile con algún título profesional, como el recordado escritor y periodista iquiqueño Patricio Riveros Olavarria.
Nos unen a Cuba entrañables lazos de amistad, respeto y cariño. Nos estremece la ejemplar dignidad de ese pueblo que no se ha dejado atropellar por los gobernantes de EE.UU. Por ello se han ganado el odio feroz del imperialismo y de sus servidores que se arrastran por todas latitudes.
Frente a la dignidad solo se puede tener dignidad, o respeto. Por ello se hace necesario asumir con creciente fuerza la defensa de la hermana Cuba agredida. Sobretodo en momentos en que arrecian las acciones de George Bush por hacer colapsar la revolución cubana, ampliando el bloqueo a la isla, acción criminal que ya lleva más de cuarenta años.
Bajo el silencio cómplice de algunos chilenos, el gobierno de EE.UU protege a terroristas cubanos anticastristas involucrados en el asesinato del socialista Orlando Letelier. Silencian el incremento de las actividades agresivas hacia Cuba, cuando se implementan en EE.UU leyes extraterritoriales para impedir el libre tránsito de las exportaciones cubanas para entorpecerlas y así ahogar el comercio cubano.
Cuba es un ejemplo y por ello el imperialismo le teme. La solidaridad cubana con Chile y sus otros hermanos de Latinoamérica se encarna en los ideales de hermandad, igualdad, libertad y justicia que prevalecieron en nuestros diversos padres de la Patria, ideales que Cuba puede hoy lucir como emblema que la dignifica frente a todos nuestros pueblos.
Nos corresponde ahora redoblar la solidaridad con Cuba. Aún continúan cuatro jóvenes iquiqueños estudiando en Cuba, junto a centenares de otros muchachos provenientes de Chile y otros países. Sin duda proseguirán ese camino nuevas hornadas de estudiantes que deseen servir a sus pueblos desde la noble carrera de la medicina.
Bienvenidos muchachos y muchachas. Gracias pueblo cubano.


Epifanio Flores.

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lunes, octubre 09, 2006

Los crimenes del 11 de octubre de 1974

Los crímenes del 11 de octubre de 1973.
(Articulo publicado en Diario 21, el 9 d eoctubre del 2006)
En octubre de 1973 la prensa local informa del bando n° 82 –suscrito por Forestier- que comunica que al amanecer del 11 de octubre fueron asesinados en Pisagua los presos políticos: Juan Valencia Hinojosa, jefe de ECA; José Córdova Croxato, Julio Cabezas Gacitúa, Mario Morris Barrios y Humberto Lizardi Flores. Dicho bando comunica la realización de un supuesto consejo de guerra que se habría llevado a cabo el 10 de octubre.
La penosa búsqueda de la verdad por parte de sus familiares, así como el trabajo de los luchadores por los derechos humanos, han logrado recuperar parte de lo sucedido y contrastar el heroísmo de los caídos con la cobarde crueldad de sus asesinos. Se ha establecido que actuó como fiscal militar en las acusaciones a este grupo de prisioneros quién fuera juez de Iquique, Mario Acuña Riquelme. También conocemos los nombres de los torturadores.
Este juez inicia su carrera en Santiago, siendo trasladado a nuestra ciudad, donde llega a asumir como titular del Primer Juzgado. Dada su vinculación a oscuros personajes de Iquique que se dedicaban al contrabando de mercaderías y drogas este juez, junto a otros magistrados de la ciudad, estaban bajo la lupa del Consejo de Defensa del Estado (CDE). La denuncia del CDE fue acogida por la Corte Suprema y el año 1972 envía a uno de sus ministros, Enrique Correa Labra, a investigar la actuación de los funcionarios judiciales bajo sospecha. En Iquique el ministro investigador inicia su labor ayudado por el abogado Julio Cabezas Gacitúa, procurador fiscal representando al CDE. Los ocho meses que estuvo el ministro trabajando en la ciudad y el consiguiente informe emitido hacia la Corte Suprema, provocó el traslado de diversos funcionarios y la destitución del entonces presidente de la Corte de Iquique. Acuña logró escapar de la remoción, pero continuaba en la mira de los investigadores.
Durante la estadía del ministro Enrique Correa, así como en los meses posteriores, fue suficiente para corroborar la vinculación de Acuña con connotados traficantes y la información reunida tenía la suficiente contundencia para inculparlo.
En este marco se produce el golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Ese día tiene que haber sido el momento más feliz para Acuña, pero le faltaba aún más. Llamado por Forestier, éste lo enviste con el grado de mayor de ejército y lo designa fiscal militar para establecer las acusaciones en contra de los presos políticos. De inmediato se lanza a la cacería.
Ya temprano por la mañana del día 11 es detenido en la intendencia Juan Valencia, luego es sacado del Instituto Comercial el profesor Humberto Lizardi. Luego a las nueve de la mañana es detenido José Córdova. En la noche del día siguiente es detenido el agente de aduana Mario Morris Barrios. Es llamado a presentarse ante los militares, el abogado Julio Cabezas Gacitúa; y esto extraña a quienes lo conocían, puesto que éste funcionario no era simpatizante ni partidario del gobierno de la Unidad Popular. Estos prisioneros fueron objeto durante un mes completo de sesiones de interrogatorios bajo torturas, su comportamiento fue ejemplar.
Forestier decide sus muertes. La madrugada del 11 de octubre, la ejecución de los prisioneros se realiza a un costado de la Fosa de Pisagua hallada el año 1990. Primero fueron ejecutados tres prisioneros, separados uno de otro dos metros. Luego fueron ejecutados otros dos. Fueron ensacados y lanzados a la Fosa.
Así fueron arrojados a la inmortalidad cinco hombres enteros, seres provistos de una inmensa calidad humana y acrisolada honradez. Quizás fueron destruidos físicamente, pero nos dejaron el inmenso valor de su ejemplo. Ellos son la acusación eterna que apunta a la cobarde crueldad de los criminales de Pisagua, entre ellos Pinochet. Y ese ejemplo nos acompaña día a día y en especial lo recordaremos este 29 de octubre en Pisagua.

Epifanio Flores.

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lunes, octubre 02, 2006

Los crimenes de octubre de 1973

Los crímenes de octubre de 1973.
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el
La medianoche del 5 de octubre de 1973 es detenido por una patrulla militar Manuel Araya Zavala, de 29 años de edad, debido a un incidente con una vecina que lo acusa de comunista. Es enviado al regimiento Telecomunicaciones, donde permanece tres días, y luego conducido a Pisagua. No obstante que su esposa asegura haber recibido cartas de puño y letra de su marido desde el 1° hasta el 13 de noviembre de 1973, el Informe Lagos recogió la información de que fue asesinado el mismo día de su detención y lanzado al mar. Indagaciones realizadas por su esposa ante Forestier, éste le mostró un libro en el que supuestamente Manuel Araya firmaba su libertad. Al llegar el detenido a Pisagua estaba a cargo de la comandancia de guardia los capitanes Sergio Benavides y Sergio Espinoza Davies. Jefe del Campamento era el Teniente Coronel Ramón Larraín.
La madrugada del 11 de octubre de 1973, son asesinados: Juan Valencia, José Córdova, Julio Cabezas, Mario Morris y Humberto Lizardi, todos relacionados a una investigación que se realizaba por tráfico de cocaína en la que estaba involucrado Mario Acuña Riquelme, que luego del golpe sería el fiscal militar en Pisagua. El bando n° 82 que informa de este crimen y dado a conocer por Forestier, señala que las sentencias fueron emitidas por un consejo de guerra, sobre el que no existen evidencias de ese proceso ni las sentencias.
Estando Pinochet y esposa en Arica, ordena éste “limpiar el regimiento”. Así, la madrugada del 20 de octubre, vendados y con las manos amarradas, los prisioneros Oscar Ripoll Codoceo, 38 años e ingeniero; Julio Valenzuela Bastías, 28 años, radio operador del Ferrocarril Arica-La Paz; Manuel Donoso Dañobeitía, sociólogo, profesor de la Universidad del Norte y Waldo Sankán, son sacados por una patrulla militar para su supuesto traslado a Pisagua. Sin embargo en la Cuesta de Chaca el vehículo en el que eran conducidos es precipitado hacia el barranco, muriendo tres prisioneros. El prisionero, Waldo Sankán, escapa con vida al ser previamente ayudado por un militar. Responsables de estas muertes son, además, los oficiales Odlanier Mena, Sergio Arellano, Luis Carrera Bravo y René Bravo Llanos.
En tanto en Iquique, el 21 de octubre de 1973, es detenido por carabineros el sacerdote Gerardo Poblete desde el colegio Don Bosco. En el recinto de la Primera Comisaría de Iquique es sometido a brutales torturas por los oficiales de carabineros Gustavo San Martín Ravanal, autor directo de su muerte y por Enzo Meniconi Lorca, además de los carabineros Blas Barraza Quinteros y Froilán Moncada Sáez. La muerte del sacerdote fue justificada por Forestier como accidental producto de una caída al resbalar el sacerdote del furgón policial, farsa avalada por el médico Pedro Pulgar, que sin embargo no pudo evitar señalar que la muerte se produjo por causa de “anemia aguda masiva generalizada debida a hemorragias agudas por desgarros pulmonares originados éstos por fracturas de arcos costales toráxicos, como consecuencia de accidente casual al caerse”.
En la madrugada del 30 de octubre de 1973 son asesinados cuatro miembros de la dirección regional del Partido Socialista: por determinación expresa de Forestier y Larraín, que cambian la sentencia inicial del consejo de guerra y que había fallado penas menores. Así, son ejecutados: Freddy Taberna Gallegos, Rodolfo Fuenzalida Fernández, Juan Antonio Ruz y José Sampson Ocaranza. El consejo de guerra estuvo integrado por: el mayor (presidente del "tribunal") Carlos de la Barra Daniels, por el capitán (vocal) Sergio Espinoza Davies, por los subtenientes Patricio Williams, Jorge Addinson, Ciro Casanueva y Ricardo Ibarra.
Esta es la penosa secuela de crímenes cometidas en un mes como el que iniciamos hoy, todos crímenes horrendos que aún permanecen impunes. Pero también aún espera la anulación de la Ley de Amnistía auto impuesta por Pinochet y que la Concertación prometiera anular el año 1989.


Epifanio Flores
IQUIQUE, 2 de octubre de 2006.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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