Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

sábado, enero 12, 2008

Por la memoria de Luis Toro y Alberto Yañez

Por la memoria de Luis Toro y Alberto Yánez
(Publicado en Diario 21 de Iquique)
Hoy 12 de febrero se cumple el 54° aniversario de la fundación de la Central Única de Trabajadores, la CUT. Espero se haga el homenaje correspondiente, que sin duda se hará a lo largo de Chile. Como se insiste en un porfiado y conveniente olvido, yo he preferido en esta fecha recordar a dos iquiqueños mártires de la lucha social chilena: Luis Toro Castillo y Alberto Yánez Carvajal, ambos asesinados la madrugada del lunes de 11 de febrero de 1974 en Pisagua.
Efectivamente, del 9 al 10 de febrero de 1974 se llevó a cabo en Pisagua el tétrico consejo de guerra que juzgó a 116 presos políticos, -21 mujeres incluidas-, farsa en que se acusó a 68 de ellos de un supuesto “Plan 22”, aplicando sentencias que abarcaron desde penas de relegación y cárcel hasta las condenas a muerte a dos valerosos militantes comunistas.
Alberto Yánez Carvajal, iquiqueño de 31 años, realiza sus estudios básicos en la escuela Centenario n° 6 y los prosigue en el Instituto Comercial, desde donde egresa como Agente Comercial. El año 1963 se incorpora como administrativo al servicio de prisiones de Iquique y ese año contrae matrimonio con Lucila Corquez Carvajal concibiendo dos hijos de ese amor. Militante comunista, es exonerado del servicio apenas perpetrado el golpe militar y posteriormente detenido el 5 de enero de 1974 y enviado al regimiento Telecomunicaciones, donde luego de una semana de torturas es enviado a Pisagua.
Luis Toro Castillo, iquiqueño de 34 años, obrero de ferrocarriles, soldador de la sección tornería, casado con Laura Silva, es detenido el 1° de octubre de 1973. Enviado al regimiento Telecomunicaciones es salvajemente torturado en ese lugar, hasta mediados de diciembre, cuando es trasladado a Pisagua en deplorables condiciones de salud. En Pisagua se le confina a las denominadas catacumbas donde el equipo torturador de Acuña continúa los interrogatorios.
Conocemos del comportamiento de estos valerosos comunistas por la revelación que hizo el sacerdote Murillo a la esposa de Yánez. Alberto Yánez enfrentó a Larraín y Acuña espetándoles en su propia cara de “asesinos” y luego fue a enfrentar el pelotón de ejecución.
El asesinato de Toro y Yánez continúa impune. Fueron parte de esta farsa criminal –además de los tristemente célebres Forestier, Larraín y Acuña- los integrantes del llamado consejo de guerra, los entonces tenientes coroneles Hans Zippelius Weber, como presidente, y Luis Solorza Anguita; el mayor Sergio Parra Valladares; los capitanes Florencio Tejos Martínez y Carlos Sepúlveda Soto; y los subtenientes Luis Barrera Ciocca y Rubén Opazo Castro. Ninguno de estos uniformados ha dado la cara hasta hoy.
En cambio Yánez y Toro, ambos luchadores y mártires de la causa social representan lo mejor de la sociedad. Trabajadores honestos y poseedores de una ejemplar ética de vida, abrazaron generosamente la causa de la construcción de una sociedad más justa para todos los chilenos.
En estos tiempos difíciles, donde a ratos afloran mezquindades, corresponde colocar en su justo sitio la memoria viva de hombres que son imperecederos ejemplos para nuestra juventud. No cayeron en vano pues aún iluminan el camino hacia la construcción de una sociedad realmente justa, solidaria y democrática. Por vuestra memoria, hasta siempre Yánez y Toro.

Epifanio Flores.

Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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