Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, junio 30, 2008

Centenario de Allende

(En DIARIO 21 de Iquique, 30 de junio 2008)

Con variadas iniciativas culminaron en Iquique las actividades conmemorativas por el Centenario del Natalicio del Presidente Salvador Allende. Estas comenzaron con la inauguración del mausoleo de la Corporación Pisagua, prosiguieron con exposiciones en la plaza Prat y finalizaron con la inauguración de la Avenida Salvador Allende este jueves 26 de junio por parte de la IMI, contando con la destacada participación de la banda del Liceo A-7, cuyo homenaje emocionó a todos los participantes y quedará imperecederamente grabado en la memoria de los asistentes y de quienes improvisaron un desfile frente a le efigie del presidente Allende. Por la tarde se llevó a cabo un sencillo acto en el hemiciclo de la plaza Prat, donde intervinieron la presidenta de la Corporación Pisagua, Juana Torres, el presidente de la CUT, Luis Benavides y el coordinador del Comité Centenario, Hugo Bolívar . Resultó muy emocionante, pero también muy esperanzador, ver como Allende tiene un inmenso espacio en los corazones de la juventud; más aún ver como algunos niños preguntaban que quien había sido este presidente y se admiraban con el descubrimiento de este importante “señor de anteojos”.
A pesar del inmenso odio y las viles calumnias que se tejieron sobre Allende en los tenebrosos días de la dictadura, la verdad se ha terminado imponiendo y Allende emerge como la figura política más grande de toda la historia chilena y admirado universalmente, como lo testimonian las avenidas, calles, plazas, centros médicos, escuelas y liceos, barcos y hospitales, que llevan su nombre en muchos países. Por ello que la inauguración de la avenida Salvador Allende, aunque tardío, es un merecido homenaje a quien además fue senador por Tarapacá y Antofagasta. Sobre la vinculación de Allende con el norte he escrito dos artículos en este diario (ver Diario 21, del 26 de junio del 2006 y del 25 de junio del 2007) y ese somero examen es suficiente para contrastar su enorme labor en beneficio del norte chileno.
Pero como decíamos, Allende tiene una dimensión universal porque representa lo mejor de las aspiraciones de todos los pueblos del mundo por la construcción de una nueva sociedad, profundamente democrática y basada en la justicia social. El carácter visionario de Allende, que tempranamente antepone la construcción de estados nacionales democráticos ante la arremetida del dominio imperial, es lo que desata muy tempranamente también la ofensiva reaccionaria por detener el proceso chileno que él encarnaba con su liderazgo; por lo demás seguido con mucha simpatía y atención en otras latitudes.
Una de las principales preguntas que surgían en el transcurso de esta intensa semana fue que haría Allende hoy. Naturalmente que la respuesta a esta interrogante no es fácil y puede prestarse para toda clase de manipulaciones, como las que efectivamente han aparecido desde algunos dirigentes de la Concertación para justificar su responsabilidad en la aplicación de estas políticas de consenso con la derecha y que han llevado a la profundización de las actuales políticas neoliberales. Creo que la respuesta está justamente en la proyección completa de su actitud ante todos los problemas de su época y la proyección de ello en la actualidad. Así las cosas no cabe duda que Allende hoy estaría en contra de este estado neoliberal y las inequidades que reparte por doquier. En este sentido, Allende estaría con los estudiantes y el profesorado que hoy lucha por la defensa de una educación pública de calidad que vulnera el actual proyecto de ley educacional sostenido por el gobierno y la derecha. Allende estaría con los trabajadores del subcontrato del cobre y con todos los trabajadores por su derecho al empleo y a un sueldo decente. Allende estaría por plena justicia en el tema de los derechos humanos y no me cabe duda que se habría cruzado a todo intento de impunidad. Allende estaría, como lo estuvo ayer, apoyando los procesos emancipadores de todos los pueblos, y en ese sentido estaría muy firme junto a Cuba, Venezuela y Bolivia; así como los otros procesos latinoamericanos que se viven en Ecuador, Paraguay, Brasil, etc.
Lo otro en Allende está en su incuestionable vocación unitaria y el importante rol que en esa perspectiva asignaba a los trabajadores. Si Allende estuviera hoy estaría con nuestros pueblos originarios. Estaría luchando contra la exclusión y para abrir el parlamento a la izquierda. Es decir Allende sería hoy un revolucionario cabal, como lo fue toda su vida y como sucumbió, inmolándose por defender el derecho del pueblo a construir su propio destino.
Epifanio Flores


Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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domingo, junio 15, 2008

Salario mínimo y sueldo ético

En Chile tenemos un salario mínimo de 144 mil pesos y sobre el cual se cuelgan muchas empresas para limitarse a pagar solo y hasta ese monto. En este contexto hoy lunes se reanudan en Santiago las negociaciones sostenidas entre la CUT y el gobierno para fijar el monto con el cual e incrementará este salario mínimo legal. La CUT propone un aumento de un 12,5 por ciento, unos 18 mil pesos, mientras que el gobierno ofrece un reajuste de solo un 7 por ciento. Esta mezquindad en la propuesta de Hacienda solo está consiguiendo que entre los trabajadores y la multigremial se esté pensando seriamente en la convocatoria a un nuevo paro nacional.
En todo caso la actual discusión para fijar el salario mínimo es la ocasión para poner en debate lo que debiera ser el monto del salario básico que debe recibir cada trabajador chileno; tema en el que el año pasado terció el obispo Goic recomendando dejar atrás el salario mínimo para abrir paso a lo que él denominó un “sueldo ético” de unos 250 mil pesos a lo menos y como un primer paso. Sabido es que en nuestra región es mayoritario el sector de trabajadores ligado a la actividad de servicios y comerciales y que por lo general reciben un sueldo que apenas se empina por sobre el salario mínimo, especialmente en la mayoría de las empresas de Zofri.
La CUT plantea que en ningún caso el monto del salario mínimo debe entenderse como la cifra total a recibir como sueldo por parte de los trabajadores, si no como un salario base garantizado como mínimo y al cual se le debe agregar los beneficios legales, participación de las utilidades, incrementos por horas extras y también aquellos derechos acordados en los contratos. Este monto debiera reflejar el correspondiente incremento de reajuste según el IPC, así como también reflejar el aumento de la productividad del trabajo. De esta forma nos podríamos aproximar al monto señalado por monseñor Goic y recogido por muchos sectores de la sociedad como una propuesta justa y razonable. Se trata de ir hacia la concreción de un ingreso mínimo adecuado que supere la línea de la pobreza.
Para la CUT la discusión actual apunta a asegurar un salario mínimo base asegurado para todos los trabajadores que cumplan una jornada de 45 horas semanales, ya sea que trabajen a trato o a comisiones; es decir nadie puede recibir un sueldo menor a ese sueldo base.
Dado que aún ese sueldo es muy bajo se está construyendo la idea de ir en búsqueda de que cada trabajador que ahora gana menos de 250 mil pesos, pueda acceder a otros componentes de su sueldo para alcanzar al menos ese monto. De allí a que se plantee hoy poner en la mesa que cada trabajador acceda a un bono de colación, a un bono de locomoción, una asignación familiar digna, etc., y con estos componentes poder acceder a ese monto ético.
Además, cabe recordar, que el Consejo Asesor sobre Trabajo y Equidad planteó en su momento, y unánimemente, que los salarios de 7,5 Unidades de Fomento debe aplicarse un suplemento, a cargo del Estado, de 30 mil pesos, cuestión que la CUT plantea que debe resolverse ahora.
Por lo demás en esa dirección han sido los planteamientos de la presidenta Bachelet, quien este 21 de Mayo se refirió a la necesidad de aumentar el valor de las asignaciones familiares.
La verdad es que el financiamiento está y puede provenir de las grandes utilidades que hoy obtiene el gran capital extranjero y nacional.
Epifanio Flores


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miércoles, junio 04, 2008

La Rebelión y masacre obrera de junio de 1925

La rebelión y masacre obrera de 1925
(Epifanio Flores, publicado en DIARIO 21 de Iquique, el 9 de junio de 2008)

Iquique se conoce a nivel internacional por relevantes e distintos hechos heroicos, como lo fue el combate naval del 21 de mayo y la masacre de la escuela Santa María del 21 de diciembre. Pero en la pampa de Tarapacá se produjo otro hecho histórico que se inscribe entre las grandes gestas obreras, curiosamente desconocido por muchos nortinos y extrañamente apartado como objeto de estudio por parte de nuestros historiadores. Efectivamente, pues fue un 4 de junio de 1925 que se inicia en la pampa de Tarapacá una represión a gran escala que culmina en una tremenda matanza perpetrada por el Estado chileno, ejecutada por el ejercito, y bajo el gobierno de Arturo Alessandri Palma.
Ante la secuela de efectos dañinos a la población obrera provocada por la crisis salitrera, a comienzos del año 1925 se producen sendas huelgas en la pampa y el litoral. La Federación Obrera de Chile, la FOCH, demanda la nacionalización de la industria salitrera y la cancelación de la personería jurídica de la patronal Asociación Salitrera, entre sus principales puntos. El intendente de Tarapacá, Recaredo Amengual, procede enviando escuadrones militares a ocupar ciertos centros de la pampa, al tanto que pide al gobierno el envío a Iquque de buques de la Armada. Al culminar satisfactoriamente al menos en aumentos salariales para los obreros una reciente huelga, el intendente Amengual y el general Florentino de la Guarda, desatan una operación de escarmiento selectiva hacia los dirigentes de la FOCH. Proceden primero con la clausura de los diarios “El Despertar de los Trabajadores” y “El Surco” en Iquique y con la detención de casi todos los dirigentes de los consejos de la FOCH, desde Pozo Almonte hasta Huara, siendo todos transportados durante la noche en tren hacia Pisagua. Luego, el 2 de junio de 1925 el gobernador de Pisagua, capitán Alberto Labbé, dispone que los 32 dirigentes de la FOCH llegados detenidos a ese puerto sean embarcados en el vapor “Mapocho” y en dirección hacia Valparaíso. Por su parte Amengual envía a Pisagua a la cazatorpedera “Linch” para reforzar la arbitraria operación.
Enfrentados a esta provocación, la FOCH se ve empujada a declarar la huelga general de 24 horas para el 4 de junio de 1925 y en solidaridad con los deportados.
Diversas escaramuzas y provocaciones policiales y de los salitreros dejan algunos muertos entre civiles y dos guardias policiales, acentuándose la represión. Los obreros proceden a ocupar las oficinas salitreras armados con dinamita y algunas escasas armas. Ante la detención de los principales dirigentes de la FOCH lidera el alzamiento el dirigente obrero Carlos Garrido, quién montado en un caballo blanco es la cabeza visible de la rebelión obrera. Son tomadas las oficinas Coruña, Argentina, Esmeralda, Felisa, Campamento Barrenechea, Resurrección, San Enrique, Maroussia, etc. Las fuerzas del ejército al mando de Acasio Rodríguez rodean las oficinas, en especial la oficina Coruña donde tiene su cuartel general Carlos Garrido, e inician un inmisericorde bombardeo hasta agotar la resistencia de los alzados y ejecutar atrozmente al líder obrero de la rebelión.
Tal como aconteció con la masacre de la escuela Santa María y otras, no es posible determinar una cantidad aproximada de obreros asesinados. El general de la Guarda informó de 59 muertos; informes ingleses lo situaron entre 600 y 800. La memoria colectiva habla de miles de muertos, tanto en los enfrentamientos, la posterior masacre y fusilamientos masivos; así como los ejecutados en el trayecto desde la pampa a Iquique y en el Velódromo de nuestra ciudad, que sirvió por meses de campo de concentración de los obreros prisioneros.
Hasta el año 1947, fecha de la instauración de la Ley Maldita que persiguió a los dirigentes sindicales, se les rendía un homenaje a los obreros caídos en esa masacre. Donde fueron sepultados los obreros de la oficina Maroussia existía un monolito. En la fosa-pique donde fueron lanzados los masacrados en la oficina Coruña existía una placa recordatoria. Llegó el momento que los trabajadores del norte reivindiquen la memoria de estos obreros caídos y ese rol por continuidad histórica le corresponde a la CUT.

Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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