Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, mayo 07, 2007

Otro martir obrero y las manos con sangre de Belisario

Otro mártir obrero y las manos con sangre de Belisario
(Publicado en Diario 21 de Iquique, el 7 de mayo de 2007)
Una inmensa y aún sorda indignación recorre a todo el país. Otro mártir obrero ha caído bajo las balas asesinas del Estado chileno. Este jueves 3 de mayo ha sido asesinado el obrero forestal de 26 años, Rodrigo Cisternas Fernández, por manos de un desquiciado perteneciente al cuerpo policial uniformado que en la zona está bajo la orden del general Jaime Vasconcelos Avendaño. Esto, mientras los trabajadores contratistas de la empresa Celulosa Arauco en huelga se encontraban ocupando el acceso de la planta de Horcones de la empresa, acción inscrita en su itinerario de negociación iniciada el 13 de marzo pasado. Miles de trabajadores contratistas consiguieron instalar una mesa de negociación con la empresa, dándose un plazo de 45 días para arribar a un acuerdo. Ante la cerrazón de la empresa, este lunes 30 de abril se reiniciaron las movilizaciones. Miles de trabajadores se encontraban manifestándose pacíficamente en el lugar señalado cuando irrumpe la brutal represión policial solicitada por el gobernador. El joven trabajador actúa en defensa de sus compañeros utilizando una retroexcavadora, cuando algunos vehículos ocupados por los trabajadores eran arrollados por los vehículos policiales, siendo acribillado por la policía. Se corrobora una vez mas la servidumbre del Estado chileno hacía los grandes grupos económicos. En el sur Carabineros de Chile han sido colocados al servicio de las empresas forestales que superexplotan a los trabajadores.
Hay que decirlo con toda claridad: el ministro del Interior, Belisario Velasco, se hace cómplice de este crimen y arrastra con ello al gobierno, tras su burda explicación justificando este asesinato. No puede ser calificada sino de criminal la orden de enviar al lugar donde se encuentran negociando miles de trabajadores a un contingente policial fuertemente armado con ametralladoras. Es más que claro que la fuerza policial tenía la determinación criminal de poner fin al conflicto agrediendo a una de las partes negociadoras: a los trabajadores.
El ministro justifica la orden criminal de desalojo dada por el gobernador de Arauco, Alvaro Rivas, funcionario bajo la responsabilidad directa de su cartera. Justifica así la cadena de responsabilidades que culmina con la acción criminal del carabinero que gatilló su arma asesina contra un trabajador. Se requiere urgente un giro radical de la postura del gobierno frente a este gravísimo hecho y la exigencia de detener a los criminales. No basta solo la solicitud de un ministro en visita para investigar los hechos, solicitud que aparece solo tras la acción judicial del recurso de protección para los trabajadores presentado por Guillermo Teillier.
Una vez más se pretende justificar este crimen responsabilizando a los propios trabajadores y en particular al obrero martirizado. Se busca esconder el hecho concreto, real, de la vida diaria, que el joven obrero Rodrigo Cisternas, con un pequeño hijo que mantener, se encontraba desesperado con un nivel de ingresos que apenas le alcanzaba para vivir y sostener a su joven familia, con un sueldo base de cincuenta mil pesos. Se ocultan, en tanto, la situación de miseria, las precarias condiciones de trabajo, las condiciones de subcontratación empleada a destajo por las grandes empresas, con jornadas laborales ilegales de doce y hasta catorce horas diarias y con sueldos finales que apenas se empinan sobre el salario mínimo y siempre supeditado a la producción; todo esto ¡negándole más encima a Rodrigo su derecho a negociar sus condiciones de trabajo! Es decir, aún antes de ser asesinado, a este obrero ya se le negaban sus elementales derechos laborales.
Es urgente iniciar un giro en la normativa laboral en nuestro país. Las tensiones que provocan este tipo de negociación se debe a que no existe en la práctica el derecho a negociación para los trabajadores y por lo tanto hay que reponer este derecho que fue eliminado durante la dictadura pinochetista para excluir del reparto de la riqueza a la mayoría de los trabajadores.
Una vez más se tratará de cubrir este crimen con un manto de justificaciones y mentiras. Por ello es también urgente el actuar hoy para que no se repita otra felonía semejante. Los trabajadores del norte tenemos que ser dignos de la herencia dejada por los pampinos acribillados aquí en diciembre de 1907 y movilizarnos para desplegar la solidaridad con los trabajadores de Arauco violentados en sus elementales derechos, incluido su derecho a la vida.

Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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