La huelga de hambre de trabajadores de COSAYACH
La Huelga de Hambre de Cosayach
(En Diario 21 de Iquique, 21 de mayo 2007)
Dignidad, entereza, esperanza, es el ambiente que se respira en el sitio del Monolito a los Mártires de la Escuela Santa María, lugar donde se desarrolla una huelga de hambre, iniciada este jueves 17 e inicialmente frente a la oficina Humberstone, de un grupo de ocho trabajadores del Sindicato Cosayach I Región, que agrupa a ochenta y cinco trabajadores y encabezado por su presidente Pedro Honores. Hay plena conciencia de que se está luchando por una demanda justa, no obstante el historial mezquino del empresario Errázuriz en su trato laboral y frente a anteriores negociaciones, donde los trabajadores han tenido que replegarse al artículo 369 de la ley laboral para apenas mantener el piso anterior a la negociación, esto gracias a la nefasta legislación laboral construida por la derecha y mantenida, en lo esencial, por la Concertación.
El proceso de negociación se inicia el 13 de febrero pasado con una demanda salarial que mejore el actual sueldo mínimo de ciento veinte mil pesos, solo incrementado por los bonos de producción, y por otras demandas relativas a sus duras y peligrosas faenas. Como burla se les ha ofrecido a los trabajadores determinados “beneficios” sociales contemplados ya en la ley y bastante miserables por lo demás. De allí a que los trabajadores se vieron en la necesidad de iniciar una marcha desde Pozo Almonte hasta Iquique, cruzando el desierto los días y una noche del 9 y 10 de abril y emulando la travesía que casi cien años atrás realizaron los trabajadores pampinos con sus mujeres y niños y que cayeron inmolados en el sitio de la escuela.
Este empresario, utilizando la legalidad laboral consensuada entre la derecha y la concertación, ha dividido sus operaciones en el norte en seis empresas con diferentes razones sociales, entre ellas Cala-Cala, Negreiros, Soledad, Cominor, Nitratos, con el objetivo de atomizar la organización de sus casi seiscientos trabajadores, debilitar sus sindicatos y reducirlos en los procesos de negociación colectiva. Esa es la regla empresarial general que se aplica en todo el país.
Pero esta digna y justa lucha de este puñado de trabajadores ha recibido un amplio respaldo y son apoyados por las dirigencias de más de cincuenta gremios de Iquique, de grupos de estudiantes, etc. Esto es nuevo y muestra un proceso ascendente de movilización y de revaloración de la importancia vital de la solidaridad entre los trabajadores, (en realidad es algo viejo en el movimiento pero nuevo en el actual estado del sindicalismo). Estos son procesos que forman parte de la pedagogía social, del proceso de toma de conciencia, que van demostrando en la práctica a los trabajadores la factibilidad de constituirse en sujetos del cambio social y por lo tanto en el mejoramiento de su calidad de vida.
Por cierto esto se inscribe en el marco general nacional de un ascenso en la movilización de los trabajadores en contra del modelo económico; tiene que ver con la masividad y los contenidos del acto central de la CUT este 1º de mayo, que tuvo su correlato en las principales ciudades del país. Aunque en Iquique se conmemoró el 1º de mayo dividido en actos simultáneos de la CUT provincial y la Multisocial, fácil es colegir los efectos beneficiosos que hubiese tenido un acto conjunto, macizo, de los trabajadores de Iquique ya que los dos actos fueron importantes en la participación de gente. Al revés, es fácil ver a quienes sirve la división de los trabajadores.
Por todo esto, por las proyecciones que tiene para la justa lucha de todos los trabajadores en su conjunto, es muy importante rodear de una solidaridad activa y aún mayor el sacrificio de este puñado de trabajadores de Cosayach. Digo esto porque hoy la presidenta Bachelet entrega al país su segunda cuenta pública en Valparaíso y le hemos planteado la necesidad de referirse en su intervención, y asumir, la falta de derechos del pueblo; de los trabajadores, en especial en el plano de la negociación colectiva; de la exclusión social y política; etc., cuestiones todas que están en la base de la actual inequidad en el reparto de la riqueza. Son un grupito de trabajadores, pero en este momento y desde Iquique, representan la demanda de todo un pueblo por terminar con la falta de derechos laborales y por justicia en el reparto de la riqueza.
Una respuesta a la demanda de los trabajadores de Cosayach se ha dilatado para mañana martes aún a sabiendas que los trabajadores realizan una huelga de hambre desde el jueves. Por tanto tenemos que hacerle sentir a Errázuriz y a las autoridades que este grupo de trabajadores no está solo y redoblar la solidaridad con su justa lucha.
Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
(En Diario 21 de Iquique, 21 de mayo 2007)
Dignidad, entereza, esperanza, es el ambiente que se respira en el sitio del Monolito a los Mártires de la Escuela Santa María, lugar donde se desarrolla una huelga de hambre, iniciada este jueves 17 e inicialmente frente a la oficina Humberstone, de un grupo de ocho trabajadores del Sindicato Cosayach I Región, que agrupa a ochenta y cinco trabajadores y encabezado por su presidente Pedro Honores. Hay plena conciencia de que se está luchando por una demanda justa, no obstante el historial mezquino del empresario Errázuriz en su trato laboral y frente a anteriores negociaciones, donde los trabajadores han tenido que replegarse al artículo 369 de la ley laboral para apenas mantener el piso anterior a la negociación, esto gracias a la nefasta legislación laboral construida por la derecha y mantenida, en lo esencial, por la Concertación.
El proceso de negociación se inicia el 13 de febrero pasado con una demanda salarial que mejore el actual sueldo mínimo de ciento veinte mil pesos, solo incrementado por los bonos de producción, y por otras demandas relativas a sus duras y peligrosas faenas. Como burla se les ha ofrecido a los trabajadores determinados “beneficios” sociales contemplados ya en la ley y bastante miserables por lo demás. De allí a que los trabajadores se vieron en la necesidad de iniciar una marcha desde Pozo Almonte hasta Iquique, cruzando el desierto los días y una noche del 9 y 10 de abril y emulando la travesía que casi cien años atrás realizaron los trabajadores pampinos con sus mujeres y niños y que cayeron inmolados en el sitio de la escuela.
Este empresario, utilizando la legalidad laboral consensuada entre la derecha y la concertación, ha dividido sus operaciones en el norte en seis empresas con diferentes razones sociales, entre ellas Cala-Cala, Negreiros, Soledad, Cominor, Nitratos, con el objetivo de atomizar la organización de sus casi seiscientos trabajadores, debilitar sus sindicatos y reducirlos en los procesos de negociación colectiva. Esa es la regla empresarial general que se aplica en todo el país.
Pero esta digna y justa lucha de este puñado de trabajadores ha recibido un amplio respaldo y son apoyados por las dirigencias de más de cincuenta gremios de Iquique, de grupos de estudiantes, etc. Esto es nuevo y muestra un proceso ascendente de movilización y de revaloración de la importancia vital de la solidaridad entre los trabajadores, (en realidad es algo viejo en el movimiento pero nuevo en el actual estado del sindicalismo). Estos son procesos que forman parte de la pedagogía social, del proceso de toma de conciencia, que van demostrando en la práctica a los trabajadores la factibilidad de constituirse en sujetos del cambio social y por lo tanto en el mejoramiento de su calidad de vida.
Por cierto esto se inscribe en el marco general nacional de un ascenso en la movilización de los trabajadores en contra del modelo económico; tiene que ver con la masividad y los contenidos del acto central de la CUT este 1º de mayo, que tuvo su correlato en las principales ciudades del país. Aunque en Iquique se conmemoró el 1º de mayo dividido en actos simultáneos de la CUT provincial y la Multisocial, fácil es colegir los efectos beneficiosos que hubiese tenido un acto conjunto, macizo, de los trabajadores de Iquique ya que los dos actos fueron importantes en la participación de gente. Al revés, es fácil ver a quienes sirve la división de los trabajadores.
Por todo esto, por las proyecciones que tiene para la justa lucha de todos los trabajadores en su conjunto, es muy importante rodear de una solidaridad activa y aún mayor el sacrificio de este puñado de trabajadores de Cosayach. Digo esto porque hoy la presidenta Bachelet entrega al país su segunda cuenta pública en Valparaíso y le hemos planteado la necesidad de referirse en su intervención, y asumir, la falta de derechos del pueblo; de los trabajadores, en especial en el plano de la negociación colectiva; de la exclusión social y política; etc., cuestiones todas que están en la base de la actual inequidad en el reparto de la riqueza. Son un grupito de trabajadores, pero en este momento y desde Iquique, representan la demanda de todo un pueblo por terminar con la falta de derechos laborales y por justicia en el reparto de la riqueza.
Una respuesta a la demanda de los trabajadores de Cosayach se ha dilatado para mañana martes aún a sabiendas que los trabajadores realizan una huelga de hambre desde el jueves. Por tanto tenemos que hacerle sentir a Errázuriz y a las autoridades que este grupo de trabajadores no está solo y redoblar la solidaridad con su justa lucha.
Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Etiquetas: Sindical
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12:33 a. m.
