El ejemplo de Eloy Ramirez
El ejemplo de Eloy Ramírez.
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el 25 de julio del 2006)
En la catedral de nuestra ciudad, este sábado 22 de julio la familia del ex alcalde de Iquique, Eloy Ramírez Ugalde, participó en una misa en su memoria. Durante la homilía reflexionaba en torno a la enorme y ejemplar estatura ética de este obrero pampino que llegó a dirigir el municipio iquiqueño y la enorme falta que hoy nos hacen hombres como él. Y fue imposible contrastar ese ejemplo y legado con el espectáculo municipal que sufre hoy la ciudad.
Eloy Ramírez fue obrero pampino desde niño. Efectivamente, a los ocho años trabajó en la pampa como “destasador de tiros”, labor que consistía en introducir niños en los orificios donde se instalarían los explosivos para ensanchar estos y así hacer caber los sacos de pólvora. En sus remembranzas de sus años de niño obrero recuerda el inmenso frío de la pampa, cuando “ponía las manos bajo las axilas para entibiarlas mientras las lágrimas me rodaban por la cara”. Es también en la pampa donde un profesor comunista le enseña a leer. Otro oficio que desempeñó fue el de bota costra, que consistía en limpiar la trocha del caliche que caía de los vagones y que entorpecía el tráfico de las carretas.
La explotación y las condiciones de vida de los obreros despiertan una temprana rebeldía en su corazón. Así, los trece años de edad, ingresa a la aguerrida Federación Obrera de Chile, la FOCh. Y es allí donde conoce a Recabarren, a quien recuerda como un hombre con un tremendo amor hacia los niños; también lo recuerda hablándoles de organización, de lucha. Y como a Recabarren no lo dejaban ingresar a las oficinas, las reuniones se hacían en los rajos calicheros, lugar hasta donde le llevaban té y pan. Así se acrisola en Eloy el sentido de la organización y de la solidaridad humana.
Otra ocasión –cuando trabajaba como picador de ripios- Eloy rememoraba cuando Recabarren regresó de su viaje a Rusia y llegó a la pampa a compartir su experiencia con los obreros. Como siempre, no lo dejaron entrar a las oficinas; Eloy Ramírez y otro compañero de trabajo salieron a llamar a la gente voceando:
- “¡ Recabarren ¡... ¡ Recabarren ¡....¡ Llegó Recabarren ¡...”
Recuerda como la gente hasta dejó de almorzar ese día, y con niños a cuestas, hombres y mujeres caminaron hasta siete kilómetros para escucharlo. Eloy tenía diecisiete años y tuvo el honor de presentar al maestro a sus compañeros de trabajo y de explotación. Esto le valió a Eloy su primera detención y el consiguiente despido de la oficina. Estas vicisitudes de persecución, de represión, etc., lo acompañarían toda su vida de revolucionario, acrisolada en el ejemplo directo de Recabarren..
El año 1937 es elegido presidente del sindicato obrero industrial de la oficina Mapocho y el año siguiente es elegido regidor (concejal) y el año 1940 asume como alcalde de Iquique. En las elecciones de 1941 resulta el único candidato municipal reelecto.
Posteriormente asume diversas responsabilidades en su partido comunista y también como director del diario obrero “El Despertar de los Trabajadores”, hasta el año 1947 en que es confinado al Campo de Concentración de Pisagua.
Derogada la llamada Ley Maldita, vuelve al municipio en abril de 1960, elegido con la segunda mayoría personal. En las posteriores elecciones municipales es indiscutidamente reelecto, en reconocimiento de su dilatada vida de entrega al servicio del pueblo. El año 1971 el presidente Salvador Allende lo designa como administrador de la Oficina Victoria, hasta el año 1973 en que vuelve a Pisagua bajo la tiranía terrorista de Pinochet.
En plena dictadura el año 1980, Eloy es nuevamente detenido y sometido a torturas por los esbirros de la DINA. Y así, asumiendo su destino de servicio y ejemplo a las generaciones sobrevivientes, un 20 de julio de 1983 se apaga la vida de este hombre ejemplar, cuyo homenaje de la ciudad sigue pendiente, así como pendiente está recoger su legado ético hoy.
Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el 25 de julio del 2006)
En la catedral de nuestra ciudad, este sábado 22 de julio la familia del ex alcalde de Iquique, Eloy Ramírez Ugalde, participó en una misa en su memoria. Durante la homilía reflexionaba en torno a la enorme y ejemplar estatura ética de este obrero pampino que llegó a dirigir el municipio iquiqueño y la enorme falta que hoy nos hacen hombres como él. Y fue imposible contrastar ese ejemplo y legado con el espectáculo municipal que sufre hoy la ciudad.
Eloy Ramírez fue obrero pampino desde niño. Efectivamente, a los ocho años trabajó en la pampa como “destasador de tiros”, labor que consistía en introducir niños en los orificios donde se instalarían los explosivos para ensanchar estos y así hacer caber los sacos de pólvora. En sus remembranzas de sus años de niño obrero recuerda el inmenso frío de la pampa, cuando “ponía las manos bajo las axilas para entibiarlas mientras las lágrimas me rodaban por la cara”. Es también en la pampa donde un profesor comunista le enseña a leer. Otro oficio que desempeñó fue el de bota costra, que consistía en limpiar la trocha del caliche que caía de los vagones y que entorpecía el tráfico de las carretas.
La explotación y las condiciones de vida de los obreros despiertan una temprana rebeldía en su corazón. Así, los trece años de edad, ingresa a la aguerrida Federación Obrera de Chile, la FOCh. Y es allí donde conoce a Recabarren, a quien recuerda como un hombre con un tremendo amor hacia los niños; también lo recuerda hablándoles de organización, de lucha. Y como a Recabarren no lo dejaban ingresar a las oficinas, las reuniones se hacían en los rajos calicheros, lugar hasta donde le llevaban té y pan. Así se acrisola en Eloy el sentido de la organización y de la solidaridad humana.
Otra ocasión –cuando trabajaba como picador de ripios- Eloy rememoraba cuando Recabarren regresó de su viaje a Rusia y llegó a la pampa a compartir su experiencia con los obreros. Como siempre, no lo dejaron entrar a las oficinas; Eloy Ramírez y otro compañero de trabajo salieron a llamar a la gente voceando:
- “¡ Recabarren ¡... ¡ Recabarren ¡....¡ Llegó Recabarren ¡...”
Recuerda como la gente hasta dejó de almorzar ese día, y con niños a cuestas, hombres y mujeres caminaron hasta siete kilómetros para escucharlo. Eloy tenía diecisiete años y tuvo el honor de presentar al maestro a sus compañeros de trabajo y de explotación. Esto le valió a Eloy su primera detención y el consiguiente despido de la oficina. Estas vicisitudes de persecución, de represión, etc., lo acompañarían toda su vida de revolucionario, acrisolada en el ejemplo directo de Recabarren..
El año 1937 es elegido presidente del sindicato obrero industrial de la oficina Mapocho y el año siguiente es elegido regidor (concejal) y el año 1940 asume como alcalde de Iquique. En las elecciones de 1941 resulta el único candidato municipal reelecto.
Posteriormente asume diversas responsabilidades en su partido comunista y también como director del diario obrero “El Despertar de los Trabajadores”, hasta el año 1947 en que es confinado al Campo de Concentración de Pisagua.
Derogada la llamada Ley Maldita, vuelve al municipio en abril de 1960, elegido con la segunda mayoría personal. En las posteriores elecciones municipales es indiscutidamente reelecto, en reconocimiento de su dilatada vida de entrega al servicio del pueblo. El año 1971 el presidente Salvador Allende lo designa como administrador de la Oficina Victoria, hasta el año 1973 en que vuelve a Pisagua bajo la tiranía terrorista de Pinochet.
En plena dictadura el año 1980, Eloy es nuevamente detenido y sometido a torturas por los esbirros de la DINA. Y así, asumiendo su destino de servicio y ejemplo a las generaciones sobrevivientes, un 20 de julio de 1983 se apaga la vida de este hombre ejemplar, cuyo homenaje de la ciudad sigue pendiente, así como pendiente está recoger su legado ético hoy.
Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Etiquetas: Historia de Tarapaca, Iquique, Municipio de Iquique