13 junio 2006: cuando se estremecio la Pachamama
13 de junio del 2005: Cuando se estremeció la Pachamama.
Como si no bastara el terremoto neoliberal que asola a nuestros poblados del interior, y que viene provocando graves e insospechados daños a toda la cuenca andina, con una minería extractiva salvaje y una política, o mejor dicho una falta de política del gobierno que sustente la radicación poblacional y el desarrollo de nuestro territorio andino, el 13 de junio del 2005 la Pachamama se estremeció en un fuerte terremoto. Parecía un remezón de la Pachamama encolerizada al ver a sus hijos enajenados de su regazo, reducidos a una economía de subsistencia y a sus hermanos menores acorralados por la contaminación minera.
El sismo afectó a las zonas andinas mas pobladas de Tarapacá, alarmó a todo el país y nuestro intendente de entonces entra en un shock de parálisis. Llegan a Tarapacá las mas altas autoridades de gobierno encabezada por el vicepresidente de la República, y cuando todos esperábamos un enérgico accionar de éstos, pudimos ver con asombro como las primeras reacciones caían en una pasmosa inmovilidad. Lo que vino inmediatamente después tampoco fue mas feliz, pues se le ofreció al país una patética farandulizacion del drama con paseos en helicópteros de las autoridades que eran entrevistadas en directo por las figuritas de los canales de TV nacionales. En tanto, algunos pobladores que yacían heridos en sus derruidas viviendas esperaban inútilmente un socorro que no llegaba. Esto fue el primer indicio de lo que se avecinaba en cuanto al tratamiento que el gobierno daría a la emergencia.
Luego se nombró a una encargada de la reconstrucción y vino un lento peregrinar de soluciones en el transcurso de todos los meses siguientes. A un año de ocurrido dicho suceso, buena parte de la zona afectada de nuestra provincia se mantiene con el mismo panorama desolador que dejó ese 13 de junio, con la mayoría de casas y templos destruidos, escuelas y postas dañadas, canales de regadíos colapsados y caminos cortados.
Aceleradamente están manos a la obra, y recién se inician los trabajos de reconstrucción de algunos templos más emblemáticos, pero la gran mayoría de ellos continua en el suelo. Recién se toman medidas de reparación de escuelas y postas. Recién el próximo mes se inician los trabajos de construcción de viviendas. Es cierto que son alrededor de trescientos proyectos vinculados a la reconstrucción, pero ¿no estamos en emergencia?.
Hay que reconocer que la presidenta Bachelet heredó de Lagos este cúmulo de inoperancias y que con su discurso del 21 de mayo apuntó a la aceleración de los trabajos de reconstrucción, labor en que en la actualidad se encuentra su intendenta Patricia Pérez. Valoramos que la presidenta y su gabinete se hayan movilizado este fin de semana hasta Iquique en donde ella personalmente remarca el acelerar los trabajos de reconstrucción.
Con todo, hay que decir con franqueza que no basta con acelerar medidas que en el fondo serán parches, hay que construir con los pueblos. El Plan Tarapacá, de momento, funciona al “estilo Lagos”, es decir inconsulto y en las elevadas esferas técnicas donde se desprecia la opinión de los principales afectados, por lo demás portadores de una cultura milenaria en este territorio.
Hay una deuda histórica con nuestro pueblo andino, el ex presidente Lagos se farreó la oportunidad de saldarla en parte, inyectando inversiones de carácter definitivo que reviertan el actual proceso migratorio. Tiene la palabra el gobierno, pero sobretodo los propios hijos de la Pachamama de Tarapacá.
Epifanio Flores
Iquique, junio del 2006.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Como si no bastara el terremoto neoliberal que asola a nuestros poblados del interior, y que viene provocando graves e insospechados daños a toda la cuenca andina, con una minería extractiva salvaje y una política, o mejor dicho una falta de política del gobierno que sustente la radicación poblacional y el desarrollo de nuestro territorio andino, el 13 de junio del 2005 la Pachamama se estremeció en un fuerte terremoto. Parecía un remezón de la Pachamama encolerizada al ver a sus hijos enajenados de su regazo, reducidos a una economía de subsistencia y a sus hermanos menores acorralados por la contaminación minera.
El sismo afectó a las zonas andinas mas pobladas de Tarapacá, alarmó a todo el país y nuestro intendente de entonces entra en un shock de parálisis. Llegan a Tarapacá las mas altas autoridades de gobierno encabezada por el vicepresidente de la República, y cuando todos esperábamos un enérgico accionar de éstos, pudimos ver con asombro como las primeras reacciones caían en una pasmosa inmovilidad. Lo que vino inmediatamente después tampoco fue mas feliz, pues se le ofreció al país una patética farandulizacion del drama con paseos en helicópteros de las autoridades que eran entrevistadas en directo por las figuritas de los canales de TV nacionales. En tanto, algunos pobladores que yacían heridos en sus derruidas viviendas esperaban inútilmente un socorro que no llegaba. Esto fue el primer indicio de lo que se avecinaba en cuanto al tratamiento que el gobierno daría a la emergencia.
Luego se nombró a una encargada de la reconstrucción y vino un lento peregrinar de soluciones en el transcurso de todos los meses siguientes. A un año de ocurrido dicho suceso, buena parte de la zona afectada de nuestra provincia se mantiene con el mismo panorama desolador que dejó ese 13 de junio, con la mayoría de casas y templos destruidos, escuelas y postas dañadas, canales de regadíos colapsados y caminos cortados.
Aceleradamente están manos a la obra, y recién se inician los trabajos de reconstrucción de algunos templos más emblemáticos, pero la gran mayoría de ellos continua en el suelo. Recién se toman medidas de reparación de escuelas y postas. Recién el próximo mes se inician los trabajos de construcción de viviendas. Es cierto que son alrededor de trescientos proyectos vinculados a la reconstrucción, pero ¿no estamos en emergencia?.
Hay que reconocer que la presidenta Bachelet heredó de Lagos este cúmulo de inoperancias y que con su discurso del 21 de mayo apuntó a la aceleración de los trabajos de reconstrucción, labor en que en la actualidad se encuentra su intendenta Patricia Pérez. Valoramos que la presidenta y su gabinete se hayan movilizado este fin de semana hasta Iquique en donde ella personalmente remarca el acelerar los trabajos de reconstrucción.
Con todo, hay que decir con franqueza que no basta con acelerar medidas que en el fondo serán parches, hay que construir con los pueblos. El Plan Tarapacá, de momento, funciona al “estilo Lagos”, es decir inconsulto y en las elevadas esferas técnicas donde se desprecia la opinión de los principales afectados, por lo demás portadores de una cultura milenaria en este territorio.
Hay una deuda histórica con nuestro pueblo andino, el ex presidente Lagos se farreó la oportunidad de saldarla en parte, inyectando inversiones de carácter definitivo que reviertan el actual proceso migratorio. Tiene la palabra el gobierno, pero sobretodo los propios hijos de la Pachamama de Tarapacá.
Epifanio Flores
Iquique, junio del 2006.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique