2006: Una historica rebelion estudiantil
Una histórica Rebelión estudiantil
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el 29 de mayo del 2006)
“Sí, estamos ahí” pareciera ser la consigna sorda de los estudiantes secundarios en movilización y que han obligado al gobierno a tener que sentarse hoy en una mesa de negociación. Para mañana martes se ha convocado a un paro nacional. Estas movilizaciones han ido provocando adhesiones de todos los sectores y el apoyo explícito de la CUT nacional, de los profesores y otros sectores.
Las movilizaciones estudiantiles en Chile se remontan a 1920 con las movilizaciones universitarias y desde su origen fueron el sustrato progresista para una formulación filosófica educacional de la cual la sociedad chilena se enorgullecía: la gratuidad y el derecho a la educación. Durante todo el transcurso del siglo XX fueron arrancando conquistas que luego son barridas por la dictadura instalada en 1973, especialmente al rol social asignado al Estado como el principal responsable de esta área estratégica para el desarrollo del país. Los estudiantes desempeñaron un papel central en la caída de la dictadura de Ibáñez en 1931 y en la década del 80 sus movilizaciones impusieron el derecho a formar sus centros de alumnos prohibidos bajo la dictadura.
El año pasado los estudiantes secundarios se movilizaron en función del monto y horarios para el uso del pase escolar, así como por el congelamiento del porcentaje de notas que incide en la ponderación de la PSU. Pero al poco andar se vieron en la necesidad de incorporar temas de fondo que no respondían al contexto coyuntural de la movilización inicial. Con estos planteamientos hicieron sentarse en una mesa al entonces ministro Bitar, quién al final burló los planteamientos estudiantiles. Esto explica el grado de madurez de la movilización actual.
Esta oleada de movilizaciones estudiantiles que se vienen produciendo desde abril de este año tiene muy preocupado al gobierno y las intendencias a lo largo del país se han aplicado a fondo para desarticular al movimiento. El manejo errático de la situación por el ministro Zilic solo ha contribuido a una creciente radicalización del conflicto.
Sobretodo le preocupa al gobierno el nivel político de la movilización; no el partidista, sino la madurez con que los estudiantes enfocan la problemática estudiantil poniendo en la picota todo el sistema educacional heredado de la dictadura y conservado en lo medular por los gobiernos de la Concertación. Los estudiantes han sabido ubicar el problema de fondo y señalan que el gobierno debe reconocer que la educación pública está mal y que lo que corresponde ahora es revisar la Jornada Escolar Completa (JEC), la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y la municipalización de la enseñanza. Una vez que se reconozca esto ellos están dispuestos a sentarse a conversar vías de solución.
La conclusión de fondo del movimiento estudiantil es de que la JEC, siendo buena en el papel, fracasó al no cumplirse sus objetivos. Emplazan al ministerio para que reconozca que la municipalización es otro fracaso y que la LOCE debe ser revisada a fondo en los conceptos, esto es la colisión entre el derecho a la educación y la libertad de enseñanza, así como la mercantilización de la educación.
El movimiento de los estudiantes es en su génesis social pero en la medida en que levantan exigencias de cambios en las políticas de gobierno, se convierten en movilizaciones políticas que deben concitar el apoyo ciudadano. Se cuestiona el monto del financiamiento a la educación por el Estado, que es muy mezquino en comparación con otros países no tan jaguares como Chile
Pero a los neoliberales les aterran estas movilizaciones porque indican un despertar de las conciencias y esto es peligroso para ellos pues su dominio se basa precisamente en adormecerlas a golpes de TV y otras banalidades. Particularmente la derecha baraja alternativas demagógicas que saben que serán difícil de tragar por los estudiantes, sobretodo si no dan los votos necesarios para llevar a cabo una nueva reforma educacional, lo que de paso pondría en entredicho el actual sistema electoral binominal que los tiene sobre representados en el parlamento.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el 29 de mayo del 2006)
“Sí, estamos ahí” pareciera ser la consigna sorda de los estudiantes secundarios en movilización y que han obligado al gobierno a tener que sentarse hoy en una mesa de negociación. Para mañana martes se ha convocado a un paro nacional. Estas movilizaciones han ido provocando adhesiones de todos los sectores y el apoyo explícito de la CUT nacional, de los profesores y otros sectores.
Las movilizaciones estudiantiles en Chile se remontan a 1920 con las movilizaciones universitarias y desde su origen fueron el sustrato progresista para una formulación filosófica educacional de la cual la sociedad chilena se enorgullecía: la gratuidad y el derecho a la educación. Durante todo el transcurso del siglo XX fueron arrancando conquistas que luego son barridas por la dictadura instalada en 1973, especialmente al rol social asignado al Estado como el principal responsable de esta área estratégica para el desarrollo del país. Los estudiantes desempeñaron un papel central en la caída de la dictadura de Ibáñez en 1931 y en la década del 80 sus movilizaciones impusieron el derecho a formar sus centros de alumnos prohibidos bajo la dictadura.
El año pasado los estudiantes secundarios se movilizaron en función del monto y horarios para el uso del pase escolar, así como por el congelamiento del porcentaje de notas que incide en la ponderación de la PSU. Pero al poco andar se vieron en la necesidad de incorporar temas de fondo que no respondían al contexto coyuntural de la movilización inicial. Con estos planteamientos hicieron sentarse en una mesa al entonces ministro Bitar, quién al final burló los planteamientos estudiantiles. Esto explica el grado de madurez de la movilización actual.
Esta oleada de movilizaciones estudiantiles que se vienen produciendo desde abril de este año tiene muy preocupado al gobierno y las intendencias a lo largo del país se han aplicado a fondo para desarticular al movimiento. El manejo errático de la situación por el ministro Zilic solo ha contribuido a una creciente radicalización del conflicto.
Sobretodo le preocupa al gobierno el nivel político de la movilización; no el partidista, sino la madurez con que los estudiantes enfocan la problemática estudiantil poniendo en la picota todo el sistema educacional heredado de la dictadura y conservado en lo medular por los gobiernos de la Concertación. Los estudiantes han sabido ubicar el problema de fondo y señalan que el gobierno debe reconocer que la educación pública está mal y que lo que corresponde ahora es revisar la Jornada Escolar Completa (JEC), la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y la municipalización de la enseñanza. Una vez que se reconozca esto ellos están dispuestos a sentarse a conversar vías de solución.
La conclusión de fondo del movimiento estudiantil es de que la JEC, siendo buena en el papel, fracasó al no cumplirse sus objetivos. Emplazan al ministerio para que reconozca que la municipalización es otro fracaso y que la LOCE debe ser revisada a fondo en los conceptos, esto es la colisión entre el derecho a la educación y la libertad de enseñanza, así como la mercantilización de la educación.
El movimiento de los estudiantes es en su génesis social pero en la medida en que levantan exigencias de cambios en las políticas de gobierno, se convierten en movilizaciones políticas que deben concitar el apoyo ciudadano. Se cuestiona el monto del financiamiento a la educación por el Estado, que es muy mezquino en comparación con otros países no tan jaguares como Chile
Pero a los neoliberales les aterran estas movilizaciones porque indican un despertar de las conciencias y esto es peligroso para ellos pues su dominio se basa precisamente en adormecerlas a golpes de TV y otras banalidades. Particularmente la derecha baraja alternativas demagógicas que saben que serán difícil de tragar por los estudiantes, sobretodo si no dan los votos necesarios para llevar a cabo una nueva reforma educacional, lo que de paso pondría en entredicho el actual sistema electoral binominal que los tiene sobre representados en el parlamento.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Etiquetas: JJ.CC, Jovenes, Movimiento Estudiantil