Bachelet: Cuenta 2006 con represion
Cuenta de Bachelet: anuncios con represión.
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el 22 de mayo del 2006)
En medio de una manifestación de los excluidos que llegaron a protestar pacíficamente hasta las cercanías del Congreso Nacional, la presidenta Bachelet se dirigió al país en su primera cuenta pública, que mas que una cuenta al país, dado el corto período que lleva en la jefatura del Estado, fue una presentación de lo que ella definió como su carta de navegación para los próximos años de su mandato presidencial.
Nos satisface el anuncio manifestado por la presidenta de consolidar las rutas Arica – Tambo Quemado y la ruta de Iquique – Huara – Colchane, muy importantes para avanzar en la integración de esta parte del país con nuestros hermanos del cono americano. Pero queda pendiente la apertura de otras rutas relevantes de la región de Tarapacá.
Yendo a lo sucedido en Valparaíso, como suele suceder en determinados momentos especiales, el lapso sirvió para tener una rápida sinopsis de lo que ocurre en el Chile de hoy. Al interior del palacio parlamentario el Chile que se quiere vender al mundo, el de los consensos entre los detentadores del poder y de los que usufructúan del trabajo de la mayoría del pueblo; afuera los excluidos, los que sobran, los que no caben en esta fiesta neoliberal, los estudiantes, los trabajadores, los representantes de los pueblos originarios.
El discurso de la presidenta Bachelet no escapó a ese marco contradictorio, haciendo diversos anuncios de medidas sociales y compromisos en contra de la exclusión, mientras carabineros iba poniendo la nota de castigo reprimiendo a los dirigentes políticos y sociales contra los cuales se arremetió selectivamente, especialmente contra los dirigentes del PC y de la CUT nacional. Se usa el mismo procedimiento con el cual se reprimió a los estudiantes a quienes se les castigó por movilizarse.
Yendo al contenido de la carta de navegación de la presidenta para el periodo, en su intervención puso el énfasis en cuatro áreas, como ser una reforma profunda al sistema provisional; transformar el sistema educacional; el apoyo a la innovación y el crecimiento; y, la creación de barrios amables, todo ya destacado por los medios. Estos puntos y en relación a su voluntad de cambiar el sistema electoral binominal y de impedir un punto final en el tema de los derechos humanos, sin duda son indicios de cambios, pero dada la experiencia que tenemos con similares anuncios de los anteriores mandatarios de la Concertación, no podemos tener la certeza de que se vayan a producir. De allí la importancia de la movilización y de la manifestación realizada en Valparaíso, pero también la singular represión que descargó la policía contra ellos.
Pero lo central es que lo de la presidenta Bachelet fue un discurso enmarcado dentro de las premisas neoliberales que para la Concertación y la derecha son sagradas. Los anuncios de diversas medidas sociales no van a la raíz del problema porque se mantiene una cultura de la exclusión y la premisa de no hacer inversiones estructurales en el país cuyos beneficios se dirijan al pueblo. Es lo que sucede con el uso del excedente del cobre, el que no tendrá ninguna finalidad productiva, que es lo que en definitiva nos puede catapultar hacia un desarrollo sustentable. Ni hablar de recuperar los cuantiosos recursos mineros que se llevan las mineras privadas y cuya renta se la apropian completas estas transnacionales.
Lo peor, como ya lo dijimos, es que la violencia parece ser la herramienta con la cual se nos continuarán imponiendo estos criterios. Cual guardia pretoriana del modelo neoliberal, oficiales de carabineros toman una actitud política e ideológica al entrar a calificar las movilizaciones aún siendo estas claramente pacificas y anunciadas previamente a la autoridad. Hay que investigar quien ordena estos ataques, hay que individualizar al grupo de oficiales que se creen los dueños de calificar a quienes se manifiestan en el país. Más ahora que se han conocido nexos de algunos militares con grupos nazis, habría que ver esa relación en carabineros ya que son actitudes claramente facistoides, pues vimos en la Tv a carabineros rompiendo banderas y símbolos de la izquierda. Se anuncia una querella de los agredidos por la policía, la que se presentará en las próximas horas.
Esta parece ser la otra ruta de esta interminable transición, sobre la que se sustenta el incumplimiento de las promesas de los anteriores predecesores que la Concertación tuvo en La Moneda, sordos al clamor del pueblo. Los sectores sociales tienen ahora la palabra y esta no parece ser otra que la movilización.
Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
(Articulo publicado en Diario 21 de Iquique, el 22 de mayo del 2006)
En medio de una manifestación de los excluidos que llegaron a protestar pacíficamente hasta las cercanías del Congreso Nacional, la presidenta Bachelet se dirigió al país en su primera cuenta pública, que mas que una cuenta al país, dado el corto período que lleva en la jefatura del Estado, fue una presentación de lo que ella definió como su carta de navegación para los próximos años de su mandato presidencial.
Nos satisface el anuncio manifestado por la presidenta de consolidar las rutas Arica – Tambo Quemado y la ruta de Iquique – Huara – Colchane, muy importantes para avanzar en la integración de esta parte del país con nuestros hermanos del cono americano. Pero queda pendiente la apertura de otras rutas relevantes de la región de Tarapacá.
Yendo a lo sucedido en Valparaíso, como suele suceder en determinados momentos especiales, el lapso sirvió para tener una rápida sinopsis de lo que ocurre en el Chile de hoy. Al interior del palacio parlamentario el Chile que se quiere vender al mundo, el de los consensos entre los detentadores del poder y de los que usufructúan del trabajo de la mayoría del pueblo; afuera los excluidos, los que sobran, los que no caben en esta fiesta neoliberal, los estudiantes, los trabajadores, los representantes de los pueblos originarios.
El discurso de la presidenta Bachelet no escapó a ese marco contradictorio, haciendo diversos anuncios de medidas sociales y compromisos en contra de la exclusión, mientras carabineros iba poniendo la nota de castigo reprimiendo a los dirigentes políticos y sociales contra los cuales se arremetió selectivamente, especialmente contra los dirigentes del PC y de la CUT nacional. Se usa el mismo procedimiento con el cual se reprimió a los estudiantes a quienes se les castigó por movilizarse.
Yendo al contenido de la carta de navegación de la presidenta para el periodo, en su intervención puso el énfasis en cuatro áreas, como ser una reforma profunda al sistema provisional; transformar el sistema educacional; el apoyo a la innovación y el crecimiento; y, la creación de barrios amables, todo ya destacado por los medios. Estos puntos y en relación a su voluntad de cambiar el sistema electoral binominal y de impedir un punto final en el tema de los derechos humanos, sin duda son indicios de cambios, pero dada la experiencia que tenemos con similares anuncios de los anteriores mandatarios de la Concertación, no podemos tener la certeza de que se vayan a producir. De allí la importancia de la movilización y de la manifestación realizada en Valparaíso, pero también la singular represión que descargó la policía contra ellos.
Pero lo central es que lo de la presidenta Bachelet fue un discurso enmarcado dentro de las premisas neoliberales que para la Concertación y la derecha son sagradas. Los anuncios de diversas medidas sociales no van a la raíz del problema porque se mantiene una cultura de la exclusión y la premisa de no hacer inversiones estructurales en el país cuyos beneficios se dirijan al pueblo. Es lo que sucede con el uso del excedente del cobre, el que no tendrá ninguna finalidad productiva, que es lo que en definitiva nos puede catapultar hacia un desarrollo sustentable. Ni hablar de recuperar los cuantiosos recursos mineros que se llevan las mineras privadas y cuya renta se la apropian completas estas transnacionales.
Lo peor, como ya lo dijimos, es que la violencia parece ser la herramienta con la cual se nos continuarán imponiendo estos criterios. Cual guardia pretoriana del modelo neoliberal, oficiales de carabineros toman una actitud política e ideológica al entrar a calificar las movilizaciones aún siendo estas claramente pacificas y anunciadas previamente a la autoridad. Hay que investigar quien ordena estos ataques, hay que individualizar al grupo de oficiales que se creen los dueños de calificar a quienes se manifiestan en el país. Más ahora que se han conocido nexos de algunos militares con grupos nazis, habría que ver esa relación en carabineros ya que son actitudes claramente facistoides, pues vimos en la Tv a carabineros rompiendo banderas y símbolos de la izquierda. Se anuncia una querella de los agredidos por la policía, la que se presentará en las próximas horas.
Esta parece ser la otra ruta de esta interminable transición, sobre la que se sustenta el incumplimiento de las promesas de los anteriores predecesores que la Concertación tuvo en La Moneda, sordos al clamor del pueblo. Los sectores sociales tienen ahora la palabra y esta no parece ser otra que la movilización.
Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique