La Revolucion Socialista en Tarapaca
El 4 de junio de 1932 el Coronel de Ejército y Comodoro del Aire, Marmaduke Grove, lidera la rebelión que depone al gobierno del Presidente Montero. Grove encabeza un abigarrado movimiento de elementos socialistas, nacionalistas, alessandristas, ibañistas, algunos católicos, etc., que enarbolan un modesto programa revolucionario. En La Moneda notifican a Montero de la instauración de la República Socialista en Chile y éste parte resignado hacia la Legación Argentina. El 6 de junio este nuevo gobierno le ordena a las fuerzas de carabineros clausurar el Congreso Nacional, que había sido nominado a dedo por Ibáñez en 1930. El Partido Comunista llama a formar auténticos comités de obreros, estudiantes y soldados, al estilo de los soviets. De hecho el legendario líder pampino, Elías Lafertte, participa del primer comité formado en la Universidad de Chile.
En tanto en el norte el 8 de junio es designado Intendente de Tarapacá el empresario y político iquiqueño Jorge Wachholtz Araya, radical socialista que reemplaza a Carlos Jara que asume similar nombramiento en Magallanes.
En Iquique los salones del Centro Radical de Tarapacá bullen de actividad proselitista ante el advenimiento del nuevo gobierno socialista y la noche del 9 de junio se constituye la Asamblea Socialista de Tarapacá a la que se incorpora dicho centro. Al mediodía del 11 de junio se constituye el Partido Republicano Socialista que abre su registro de adherentes en calle Amunátegui Nº 1149.
Es en este entusiasta ambiente político que el lunes 13 de junio llega hasta la Base Aérea de Los Cóndores de Alto Hospicio una comisión de la Junta de Gobierno para informar en Iquique de las finalidades del gobierno. Son recibidos por el Intendente Wachholtz, por el alcalde Belisario del Canto y por el doctor Ernesto Torres Galdames. La delegación gubernamental está conformada por Gerardo Torres, por el doctor Serafín Elguín (diputado termal), por Pascual Venturino, por los dirigentes universitarios Delfín Alcaide Wetson (que con el tiempo se hace nacista) y Julio Barrenechea, anarquista y presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y de destacada actividad en la movilización que derribó la dictadura de Ibáñez; de los obreros santiaguinos A. Valdés, Carlos Alvarez, J. Pino y Mardonio Céspedes. La delegación baja hacia Iquique y es alojada en el Hotel Savoy.
A las seis de la tarde de ese día se lleva a cabo un imponente acto de masas frente a la dependencia municipal en la plaza Prat, donde según el diario “El Tarapacá”, “se reunieron no menos de diez mil almas”. En la tribuna los oradores se suceden en fogosos discursos, como el estudiante Delfín Alcaide, continuando después Gerardo Torres, Pascual Venturino y los obreros Valdés y Pino, todos cuales heraldos de la llegada del régimen socialista en nuestro país.
Los socialistas de Iquique invitan al estudiante Delfín Alcalde para que les exponga en una conferencia en su local de calle Vivar Nº 840. Por su parte los radicales de izquierda se reúnen en los salones de la revista “Crítica” y junto a los demócratas y republicanos socialistas constituyen el Frente Único Revolucionario de Iquique en una reunión que preside el doctor Serafín Elguín. Preside la directiva del Frente Único Revolucionario el abogado socialista iquiqueño Carlos Müller Rivera.
Cumplidas esta agitada agenda de actividades la delegación retorna a Santiago la mañana del día 16 de junio, pero solo para asistir al contragolpe que derribará a la efímera República Socialista. Los genuinos dirigentes socialistas, como Grove, Matte y otros son detenidos y deportados. El susto del gobierno de Estados Unidos había sido mayúsculo y ya había despachado un par de buques para “defender los intereses de ciudadanos norteamericanos”, seguramente de frente al importante decreto que ponía en manos del Presidente de Chile la facultad de estudiar, conceder y caducar las pertenencias mineras.
En tanto en Iquique, ya en la mañana del 17 de junio el Intendente Jorge Wachholtz renuncia y es reemplazado por el comandante de la guarnición militar, coronel Carlos Plaza Bielich, quien acusó a la delegación de Santiago de incitar en Iquique “al pueblo a la revuelta, bajo la bandera del comunismo…”.
Sin ser parte de ese gobierno el Partido Comunista es prácticamente colocado fuera de la ley y más de cuarenta de sus militantes en Iquique son detenidos.
La República Socialista duró doce días y pasó por Tarapacá sin lograr incorporar masivamente al proletariado nortino. Fue este un genuino movimiento pequeñoburgués; no obstante tuvo la virtud de romper el monopolio de la dominación oligárquica y de incorporar mayores sectores en la idea de luchar por el socialismo, e incluso algunos de sus componentes un año más tarde darán forma al Partido Socialista de Chile.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
En tanto en el norte el 8 de junio es designado Intendente de Tarapacá el empresario y político iquiqueño Jorge Wachholtz Araya, radical socialista que reemplaza a Carlos Jara que asume similar nombramiento en Magallanes.
En Iquique los salones del Centro Radical de Tarapacá bullen de actividad proselitista ante el advenimiento del nuevo gobierno socialista y la noche del 9 de junio se constituye la Asamblea Socialista de Tarapacá a la que se incorpora dicho centro. Al mediodía del 11 de junio se constituye el Partido Republicano Socialista que abre su registro de adherentes en calle Amunátegui Nº 1149.
Es en este entusiasta ambiente político que el lunes 13 de junio llega hasta la Base Aérea de Los Cóndores de Alto Hospicio una comisión de la Junta de Gobierno para informar en Iquique de las finalidades del gobierno. Son recibidos por el Intendente Wachholtz, por el alcalde Belisario del Canto y por el doctor Ernesto Torres Galdames. La delegación gubernamental está conformada por Gerardo Torres, por el doctor Serafín Elguín (diputado termal), por Pascual Venturino, por los dirigentes universitarios Delfín Alcaide Wetson (que con el tiempo se hace nacista) y Julio Barrenechea, anarquista y presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y de destacada actividad en la movilización que derribó la dictadura de Ibáñez; de los obreros santiaguinos A. Valdés, Carlos Alvarez, J. Pino y Mardonio Céspedes. La delegación baja hacia Iquique y es alojada en el Hotel Savoy.
A las seis de la tarde de ese día se lleva a cabo un imponente acto de masas frente a la dependencia municipal en la plaza Prat, donde según el diario “El Tarapacá”, “se reunieron no menos de diez mil almas”. En la tribuna los oradores se suceden en fogosos discursos, como el estudiante Delfín Alcaide, continuando después Gerardo Torres, Pascual Venturino y los obreros Valdés y Pino, todos cuales heraldos de la llegada del régimen socialista en nuestro país.
Los socialistas de Iquique invitan al estudiante Delfín Alcalde para que les exponga en una conferencia en su local de calle Vivar Nº 840. Por su parte los radicales de izquierda se reúnen en los salones de la revista “Crítica” y junto a los demócratas y republicanos socialistas constituyen el Frente Único Revolucionario de Iquique en una reunión que preside el doctor Serafín Elguín. Preside la directiva del Frente Único Revolucionario el abogado socialista iquiqueño Carlos Müller Rivera.
Cumplidas esta agitada agenda de actividades la delegación retorna a Santiago la mañana del día 16 de junio, pero solo para asistir al contragolpe que derribará a la efímera República Socialista. Los genuinos dirigentes socialistas, como Grove, Matte y otros son detenidos y deportados. El susto del gobierno de Estados Unidos había sido mayúsculo y ya había despachado un par de buques para “defender los intereses de ciudadanos norteamericanos”, seguramente de frente al importante decreto que ponía en manos del Presidente de Chile la facultad de estudiar, conceder y caducar las pertenencias mineras.
En tanto en Iquique, ya en la mañana del 17 de junio el Intendente Jorge Wachholtz renuncia y es reemplazado por el comandante de la guarnición militar, coronel Carlos Plaza Bielich, quien acusó a la delegación de Santiago de incitar en Iquique “al pueblo a la revuelta, bajo la bandera del comunismo…”.
Sin ser parte de ese gobierno el Partido Comunista es prácticamente colocado fuera de la ley y más de cuarenta de sus militantes en Iquique son detenidos.
La República Socialista duró doce días y pasó por Tarapacá sin lograr incorporar masivamente al proletariado nortino. Fue este un genuino movimiento pequeñoburgués; no obstante tuvo la virtud de romper el monopolio de la dominación oligárquica y de incorporar mayores sectores en la idea de luchar por el socialismo, e incluso algunos de sus componentes un año más tarde darán forma al Partido Socialista de Chile.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Etiquetas: Historia de Tarapaca, Iquique
posted by Partido Comunista Iquique at
12:38 p. m.
