Lecciones de una huelga: Nunca mas solos
Lecciones de una huelga: Nunca más solos
(En "DIARIO 21" de Iquique, el 3 diciembre 2007)
Cada vez va quedando mas claro para los trabajadores que no pueden seguir luchando sindicatos solos y aislados. Esto porque los cacareados derechos laborales, especialmente el derecho a la negociación colectiva y a la huelga, prácticamente no existen en nuestro país. Hasta el año 2006 solamente un 5,4% del total de los trabajadores negociaba colectivamente, cifra inferior incluso a la del año 1990. Ahora, ¿qué han obtenido los trabajadores? Prácticamente ha sido un retroceso, pues del 4% de reajuste real que se obtenía los años 1989-1990, han venido declinando hasta menos de un 1% de reajuste real entre 1998 y 2004. En tanto las 700 grandes empresas del país registraron el año 2006 un crecimiento en sus utilidades del 46,83% respecto del año 2005. Ni pensar en las desorbitadas ganancias de las transnacionales mineras. Así planteadas las cosas, la legislación laboral viene a ser uno de los pilares fundamentales del neoliberalismo y de allí la cerrada postura de los neoliberales de modificarlo sustantivamente. No nos queda otro camino que la lucha unitaria y masiva para modificar el plan laboral.
Claro, porque siendo la huelga tradicionalmente un factor clave en todo proceso de negociación, en la actualidad esta es prácticamente inefectiva, pues se conservan serias restricciones aún para quienes la pueden ejercer como son los trabajadores afiliados a sindicatos de empresas. Son las imposiciones legales que la anulan, como la contratación de trabajadores de reemplazo, los llamados krumiros, así como el descuelgue de huelguistas, producto de las ofertas individuales que hace la empresa, como el propio desgaste que provoca en los trabajadores un paro prolongado. Eso lo tienen más que claro los dueños del gran capital.
Por tanto debe cambiar la estrategia de la negociación y los trabajadores contratistas tienen que organizarse para negociar directamente, no con su empleador formal, la contratista, sino directamente con la empresa mandante, en este caso las mineras, o mejor, con la SONAMI. Esto significa superar el Plan Laboral pinochetista, en esencia aún mantenido por los gobiernos de la Concertación y que circunscribe la negociación colectiva solo a los intramuros de la empresa contratista, la que solo es un engranaje más de la gran corporación minera. A esta modificación se cierran como bloque las poderosas transnacionales a través de sus representantes en el parlamento.
Justifica además, no solo negociar ramalmente con las grandes corporaciones del cobre, el hecho de que claramente éstos se concertan en sus poderosas organizaciones patronales para fijar estrategias para enfrentar las movilizaciones de los trabajadores. Es lo que sucede con las actuales movilizaciones. La poderosa Sociedad Nacional de Minería, la SONAMI, impidió expresamente una solución favorable para los trabajadores de la huelga de ICV, incluso ofreciendo asumir los eventuales costos económicos que pudiese provocar la huelga a la contratista y a la mandante. Es decir desde un comienzo en la poderosa patronal se propusieron derrotar y humillar a los trabajadores. Claramente buscan impedir que se extienda el ejemplo de los trabajadores de ICV hacia otras empresas contratistas.
La SONAMI apunta en contra de la Confederación de Trabajadores del Cobre, que preside Cristián Cuevas, la que fue capaz de hacer negociar a la empresa mandante en la pasada gran huelga del cobre. Por tanto el camino es más que claro: lo que se requiere hoy es ir hacia el fortalecimiento de la Zonal de la Confederación de Trabajadores del Cobre en el norte. Teniendo clara la estrategia patronal, quienes actúan graníticamente unidos, la lucha sindical nunca más puede darse con sindicatos aislados y con los trabajadores solos y desunidos. Hoy se requiere masividad y extender las redes de apoyo entre trabajadores, no solo locales, sino por todo el país. Pero mejor aún, extender redes internacionales pues en este mundo globalizado estas transnacionales mineras operan en todo Suramérica. Por ello es que con el ejemplo de los trabajadores caídos en la escuela Santa María y la lucha actual, hemos aprendido que desde ahora la consigna unitaria de los trabajadores es: Nunca más solos.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
(En "DIARIO 21" de Iquique, el 3 diciembre 2007)
Cada vez va quedando mas claro para los trabajadores que no pueden seguir luchando sindicatos solos y aislados. Esto porque los cacareados derechos laborales, especialmente el derecho a la negociación colectiva y a la huelga, prácticamente no existen en nuestro país. Hasta el año 2006 solamente un 5,4% del total de los trabajadores negociaba colectivamente, cifra inferior incluso a la del año 1990. Ahora, ¿qué han obtenido los trabajadores? Prácticamente ha sido un retroceso, pues del 4% de reajuste real que se obtenía los años 1989-1990, han venido declinando hasta menos de un 1% de reajuste real entre 1998 y 2004. En tanto las 700 grandes empresas del país registraron el año 2006 un crecimiento en sus utilidades del 46,83% respecto del año 2005. Ni pensar en las desorbitadas ganancias de las transnacionales mineras. Así planteadas las cosas, la legislación laboral viene a ser uno de los pilares fundamentales del neoliberalismo y de allí la cerrada postura de los neoliberales de modificarlo sustantivamente. No nos queda otro camino que la lucha unitaria y masiva para modificar el plan laboral.
Claro, porque siendo la huelga tradicionalmente un factor clave en todo proceso de negociación, en la actualidad esta es prácticamente inefectiva, pues se conservan serias restricciones aún para quienes la pueden ejercer como son los trabajadores afiliados a sindicatos de empresas. Son las imposiciones legales que la anulan, como la contratación de trabajadores de reemplazo, los llamados krumiros, así como el descuelgue de huelguistas, producto de las ofertas individuales que hace la empresa, como el propio desgaste que provoca en los trabajadores un paro prolongado. Eso lo tienen más que claro los dueños del gran capital.
Por tanto debe cambiar la estrategia de la negociación y los trabajadores contratistas tienen que organizarse para negociar directamente, no con su empleador formal, la contratista, sino directamente con la empresa mandante, en este caso las mineras, o mejor, con la SONAMI. Esto significa superar el Plan Laboral pinochetista, en esencia aún mantenido por los gobiernos de la Concertación y que circunscribe la negociación colectiva solo a los intramuros de la empresa contratista, la que solo es un engranaje más de la gran corporación minera. A esta modificación se cierran como bloque las poderosas transnacionales a través de sus representantes en el parlamento.
Justifica además, no solo negociar ramalmente con las grandes corporaciones del cobre, el hecho de que claramente éstos se concertan en sus poderosas organizaciones patronales para fijar estrategias para enfrentar las movilizaciones de los trabajadores. Es lo que sucede con las actuales movilizaciones. La poderosa Sociedad Nacional de Minería, la SONAMI, impidió expresamente una solución favorable para los trabajadores de la huelga de ICV, incluso ofreciendo asumir los eventuales costos económicos que pudiese provocar la huelga a la contratista y a la mandante. Es decir desde un comienzo en la poderosa patronal se propusieron derrotar y humillar a los trabajadores. Claramente buscan impedir que se extienda el ejemplo de los trabajadores de ICV hacia otras empresas contratistas.
La SONAMI apunta en contra de la Confederación de Trabajadores del Cobre, que preside Cristián Cuevas, la que fue capaz de hacer negociar a la empresa mandante en la pasada gran huelga del cobre. Por tanto el camino es más que claro: lo que se requiere hoy es ir hacia el fortalecimiento de la Zonal de la Confederación de Trabajadores del Cobre en el norte. Teniendo clara la estrategia patronal, quienes actúan graníticamente unidos, la lucha sindical nunca más puede darse con sindicatos aislados y con los trabajadores solos y desunidos. Hoy se requiere masividad y extender las redes de apoyo entre trabajadores, no solo locales, sino por todo el país. Pero mejor aún, extender redes internacionales pues en este mundo globalizado estas transnacionales mineras operan en todo Suramérica. Por ello es que con el ejemplo de los trabajadores caídos en la escuela Santa María y la lucha actual, hemos aprendido que desde ahora la consigna unitaria de los trabajadores es: Nunca más solos.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Etiquetas: Sindical
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1:37 a. m.
