Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, mayo 26, 2008

Un nuevo momento politico

(En DIARIO 21 de Iquique, 26 mayo 2008)

Históricamente la irrupción del accionar de los trabajadores ha sido bueno para el país y han significado relevantes avances democráticos. Casi todas las conquistas sociales más importantes de Chile tienen que ver con el papel desempeñado por los trabajadores. De allí los esfuerzos de los bloques en el poder por disminuir su importancia en la sociedad, por relegarlos a posturas solo “economicistas” de sus luchas y por sustraerlos de la pecaminosa contaminación política. A como de lugar buscan los dominadores en el poder encuadrarlos en los inofensivos márgenes del apoliticismo social, en el individualismo, en la anomia social, a desmarcarlos de los grandes problemas nacionales y de sumirlos en la ausencia de solidaridad hacia las luchas de otros trabajadores y sectores de la sociedad.
No obstante que sectores ultraizquierdistas y anarquistas, junto a los grupos oportunistas, insisten en hacerle el juego y en la practica ponerse al servicio de los neoliberales en el poder, tal parece que se va imponiendo sostenidamente el papel histórico y el peso específico que tradicionalmente han tenido los trabajadores para arrastrar a todo el resto del carro social.
Digo esto porque la movilización de los trabajadores por sus derechos se va perfilando en el escenario como una tendencia, pero también o por lo mismo, como un vector que empuja definiciones en otros sectores sociales y que va abriendo nuevos niveles de la conciencia del pueblo. Hace ya rato que la CUT se dio cuenta que no son suficientes las luchas aisladas y que tampoco es válido ese falso apoliticismo en que se quiere sumir el movimiento del pueblo y se ha decidido por desarrollar un sindicalismo socio-político para enfrentar la poderosa arremetida de los grandes poderes económicos y políticos que dominan en el país.
Es en este contexto que se explican las importantes movilizaciones desarrolladas en nuestro país y en nuestra ciudad y llevadas a cabo por los estudiantes y los profesores, pero también por algunos apoderados y otros dirigentes sociales en contra de la nueva Ley General de Educación y que se han articulado en la Asamblea Regional de Defensa de la Educación. También está la lucha de los trabajadores de la salud ante la grave crisis hospitalaria y en contra de la privatización del hospital de Iquique que se les viene encima, donde los trabajadores de la salud han demostrado que se puede lograr la articulación de todos los actores del sistema, con los médicos, etc. También tuvimos la gran irrupción del movimiento de las mujeres que hizo temblar a la derecha fundamentalista y generó quiebres en el propio bloque de derecha.
Ciertamente todo esto se da en un marco en el que surgen nuevas complejidades y contradicciones para el movimiento social y de trabajadores, y hay que decirlo, con un importante margen de incomprensiones, pero también de ensayo y error, pues los pueblos maduran en la medida que abren camino y hacen su propia experiencia.
Ciertamente es muy relevante la cada vez más fuerte ofensiva del gobierno y los empresarios por neutralizar este camino ascendente del movimiento de los trabajadores y otras capas sociales. Esto explica la violenta arremetida policial en contra de los estudiantes y profesores que se manifestaron el 20 de mayo y la falta de consideración hacia jóvenes y niños, hombres y mujeres, que fueron desalojados de sus escuelas. Es la típica reacción de la contraparte sistémica: tratar de mostrar la ilegitimidad de todo movimiento que se proponga terminar con estas políticas neoliberales. Y esto lo saben de sobra los bloques en el poder pues está el no lejano ejemplo de lo que fue la lucha antidictatorial, cuando luego de expresiones de lucha como las que experimentamos hoy sobreviene un segundo momento en que se generan situaciones en la que se comienza a involucrar toda la ciudadanía en las protestas; claro, primero empujan los trabajadores, pero después es toda la ciudadanía la que levanta el gran clamor democrático antipinochetista. Ciertamente los dueños en el poder se percatan de que el cuadro es de gran proyección y buscan formas de detenerlo pues saben que después de los trabajadores vienen los pobladores, etc.; es decir viene una auténtica lucha por la democracia.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique