Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

domingo, abril 20, 2008

Mujeres, a barrer...

A propósito de la convocatoria que las organizaciones de mujeres han realizado para mañana martes 22 para protestar en la plaza Condell por el fallo del Tribunal Constitucional, cabe destacar la valiosa e importante articulación que vienen desarrollando las mujeres del norte. Irrumpe así en el escenario local una diversidad muy rica de mujeres provenientes de todas las actividades y corrientes políticas que se ponen en movimiento ante la vulneración de uno de sus mas elementales derechos: el de decidir. Con este fallo del Tribunal Constitucional se evidencia la falta de democracia y el atrincheramiento de lo más retrógrado de la derecha en instituciones pinochetistas, que han venido hasta ahora siendo avaladas por los gobiernos de la Concertación. Como sabemos esta institucionalidad se sostiene sobre la base de la exclusión que provoca el sistema electoral binominal, que de paso permite la elección de estos diputados retrógrados que sustentan estas posturas profundamente antidemocráticas.

En este contexto, ayer domingo se llevó a cabo una reunión de mujeres comunistas con el objeto de recibir la cuenta de las delegadas de Iquique que asistieron a un encuentro nacional de mujeres comunistas realizado en Santiago el fin de marzo pasado. Las delegadas Juana Torres, Teresa Martínez y Patricia Ramírez compartieron la experiencia en una animada y alegre actividad que caracteriza a las mujeres comunistas.
Justo es señalar que este encuentro nacional venía precedido de encuentros similares que reunieron a las comunistas del norte, primero en Iquique y posteriormente en Antofagasta. El encuentro de Iquique fue positivo en avanzar en un diagnóstico de la situación de la mujer, su importante rol en la esfera de la participación y decisiones políticas en contraste con las situaciones de discriminación que –lo reconocemos- también encuentra en este espacio. El encuentro de Antofagasta abordó la necesidad de instalar un debate acerca del tema de género al interior del PC.

En definitiva los encuentros precedentes, así como el encuentro nacional, abordaron francamente los temas de discriminación, subordinación y opresión de las mujeres que se producen en sus diferentes contextos de desenvolvimiento. Pero esta no fue una discusión internista y ensimismada, sino que se propuso el desafío de hacer un aporte real en el proceso de “articulación de un movimiento de mujeres y feminista con unidad en la diversidad”, pero con la mirada puesta en la transformación social más profunda que necesita nuestro país. Ciertamente es muy valiosa la conclusión de la necesidad de la transformación social puesto que no será posible la superación de la discriminación hacia la mujer sin poner en un rotundo cuestionamiento las bases de esa dominación, que es de clase, de género, cultural, de opción sexual, etc.

Pero en lo más especifico se avanzó en la idea de valorar el feminismo en su noción emancipadora, que al igual que el marxismo surge como una teoría de la emancipación humana, asumiendo ambas corrientes una fuerte postura crítica del capitalismo, que como formación histórica no solo se erige sobre la base de la explotación clasista sino también de la dominación patriarcal. En este sentido el feminismo es un movimiento de carácter político que al cuestionar las relaciones desiguales entre los sexos contiene un trasfondo liberador. El marxismo ha reclamado a lo largo de la historia que la desigualdad que sufre la mujer en la sociedad y en la familia, “su esclavitud”, dependen de causas sociales y económicas que surgen con la apropiación privada de los medios de producción. No obstante esta convergencia, el feminismo, como todo movimiento, es plural, diverso y se alimenta de diversas concepciones ideológicas. Pero las mujeres comunistas optan por un feminismo que cuestiona al capitalismo en general y a la actual globalización neoliberal en particular, desde una perspectiva de género pero también y fundamentalmente de clase, en la perspectiva, no de la constatación, sino de la transformación social. Esto es importante de considerar porque la derecha también desarrolla trabajo y perspectiva de género, pero desde su particular postura de clase, que es de dominación.

Por ello es tan valioso lo avanzado en articulación por las mujeres en general. Sin duda la célebre luchadora por la emancipación de la mujer, Belén de Sárraga, que visitara nuestra ciudad en dos ocasiones, el año 1913 y 1915, estaría muy contenta con el resurgimiento de este movimiento de mujeres expresado, como dije, en una rica diversidad y pluralidad que es su fortaleza. Ella fue la antecesora de otro movimiento que barrió con la falta de derechos políticos de la mujer, como lo fue el MEMCH, el Movimiento de Emancipación de la Mujer Chilena, que en nuestro norte dio la más alta y ejemplarizadora nota de lucha.
En estos tiempos en que la lucha apunta a la democratización de nuestro país y a terminar con los enclaves antidemocráticos y entre ellos la tranca principal: el sistema electoral binominal, el movimiento de mujeres es fundamental para construir una nueva mayoría democrática que se proponga la conquista de un nuevo gobierno, como dijo la CUT con mayor democracia y justicia social para nuestro país.
Y en este sentido la idea es empezar por los municipios y barriendo con quienes han administrado municipios antidemocráticos que jamás han considerado la participación de nadie ni mucho menos de las mujeres.

Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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