Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, junio 18, 2007

Pajaro de cuentas se esconde como rata

Pájaro de cuentas se esconde como rata
(En Diario 21 de Iquique, el 18 junio 2007)
El ex general Raúl Iturriaga Neumann, cuando fue comandante de la VI División de Ejército y luego intendente de Tarapacá, en las postrimerías de la dictadura de Pinochet, era parte del paisaje verlo llegar devotamente a la misa dominical donde denotaba su trato caballeroso hacia las damas y otros personajes locales. Muy pocos conocían, algunos ignoraban y otros se hacían los lesos, de la verdadera catadura de este temible asesino perteneciente a la DINA, responsable de crímenes de lesa humanidad, que participó en esa siniestra organización desde su creación y hasta su disolución. Dudo que las damas locales se hayan imaginado que tras el galante trato de este oficial se escondía quién fuera el siniestro jefe de la brigada “Purén” de la DINA y responsable del centro de detención conocido como la “Venda Sexy” en Santiago, sitio en el que se cometieron las más terribles atrocidades y torturas sexuales en contra de mujeres detenidas políticas.
Además en Iquique también se le recuerda como mentiroso por su publicitado montaje por la prensa en donde aparece denunciando un tenebroso plan comunista local, previo a la elección presidencial.
Este personaje está implicado en numerosos casos de desaparecimiento de detenidos políticos; fue el organizador del asesinato del general Carlos Prats y esposa en Argentina el año 1974, atentado que planificó incluso en terreno viajando hasta ese país a supervisar el operativo.
Este asesino fue uno de los cerebros de la Operación Colombo ideada para encubrir el desaparecimiento de 119 detenidos, a quienes hacían aparecer como muertos enfrentados entre ellos en Argentina. Esta operación se realizó en conjunto con otros organismos represivos latinoamericanos, especialmente de Argentina y Uruguay, en el marco de lo que llamaron Operación Cóndor.
Es el responsable del atentado contra Bernardo Leighton y su esposa cometido en Italia en 1975, caso por el cual se encuentra condenado en ausencia a una pena de prisión en ese país.
Pues este personaje es quién dando su palabra de caballero y bajo su honor militar, se comprometió ante el juez Alejandro Solís de que se entregaría en el penal Cordillera el día lunes 11 para comenzar a cumplir su condena de cinco años y un día. Esta pena confirmada por la Corte Suprema es por solo uno de sus tantos crímenes cometidos: el secuestro y desaparición de un estudiante de agronomía detenido el año 1974. Sin embargo, previo un elaborado plan en el que no hay que descartar el apoyo de redes clandestinas sostenidas por otros criminales, decide fugarse y esconderse a partir del día viernes 8 de junio.
La hipótesis de que podría salir fuera del país es poco probable pues tiene orden de captura internacional por los crímenes cometidos en el extranjero mientras fue jefe del departamento exterior de la DINA. Está condenado en Italia, procesado en Argentina, imputado en Francia por la desaparición de cuatro franceses y con orden de aprehensión en España por el asesinato de dos sacerdotes españoles.
El penal Cordillera, donde debía presentarse a cumplir su sentencia, se encuentra en Campo Militar de Peñalolén de 57 hectáreas. Las “celdas” son cabañas tipo resort y su tamaño depende de la jerarquía militar del criminal y cuentan con un cómodo living, frigobar, una cocina, un comedor privado y con menú a la carta preparado en el casino de oficiales, baño privado, teléfono con llamadas ilimitadas, Internet, TV cable, atención de mucama, etc. Tienen a su disposición una sala de cine ubicada en el subterráneo del casino de oficiales. Disponen del salón del casino de oficiales para sus fiestas, tienen mesas de pool, una piscina, baños sauna, cancha de tenis, gimnasio con atención kinesiológica y médicos a disposición. El régimen de visitas son diarias y de 9 de la mañana a 10 de la noche y, además, sus visitantes se pueden quedar a alojar.
Esta es la desvergonzura de esta interminable transición. Es necesario que las organizaciones de derechos humanos aúnen sus esfuerzos para apuntar hacia la anulación de la ley de auto amnistía que se dictaron estos criminales. La contumacia de este criminal reflota el dolor provocado por la secuela de casos de violaciones de derechos humanos aún pendientes y sin justicia, en nuestro caso el pavoroso caso Pisagua y todos los crímenes sin castigo, entre ellos varios casos de secuestros y desapariciones. Por la memoria de todos nuestros caídos tenemos que exigir prontitud al gobierno e impedir que este desalmado asesino, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, eluda a la justicia.


Epifanio Flores


Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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