Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

domingo, diciembre 14, 2008

Las alianzas para hoy

Una gran interrogante acerca del campo de las alianzas para alcanzar los objetivos del movimiento revolucionario y progresista surge a cada instante. Lo único claro para nosotros –y es lo que nos define de todo otro sector político- está en la necesidad de la superación del capitalismo depredador y su reemplazo por una sociedad socialista; y que los trabajadores principalmente son el sujeto principal para esta transformación. De lo último se desprende la importancia cardinal de la unidad de los trabajadores, esto sin mayor discusión.
Pero con la globalización capitalista mundial y el neoliberalismo los gobiernos tipo Concertación –tercerismo en el mundo- se orientan solo a limitar los efectos más desestabilizadores de la concentración política y económica pero sin alterarla en su esencia; a eternas concesiones para que las transnacionales les permitan gobernar pero sin capacidad de ejercicio real de poder, al menos en lo medular; también en asumir una postura no clasista al pasar por alto nuestra ubicación respecto a la propiedad real, por ejemplo de las grandes reservas mineras de la región y de la propiedad en general; y esto último les delinea un campo de alianzas espurias o de cogobierno con la derecha (quinta columna en el país de las transnacionales) y permanentes intentos de manipulación de la alianza con los sectores progresistas.
Como es evidente el imperialismo de hoy ha alcanzado niveles cualitativos inmensos de concentración de la propiedad, de la producción y también del poder político con sus núcleos transnacionales, como los mineros, y los propios Estados de las grandes potencias que también asumen funciones transnacionales. Este reino transnacional no transcurre bajo la expansión universal de inversión productiva ni de transferencia tecnológica, ni el acceso a los mercados del primer mundo que no sea solo con la venta, o mejor dicho apropiación, de “nuestras” materias primarias. Por el contrario usan todo su poderío para penetrar nuestras economías para absorber o destruir los capitales locales copando sus mercados. Esto último nos interpela a poner atención al papel de hoy de estos estamentos medios sin temer sino que asumir su típica ambivalencia entre los trabajadores y el capital; es decir cuando son reaccionarias y cuando pueden ayudar a avanzar. Esto también nos entrega a los trabajadores y a los progresistas más campo para ampliar la alianza social y política respectivamente.
Pero la importancia central de los trabajadores, productor de la totalidad de la masa de riqueza sobre la que se asienta el país (y la humanidad), no niegan la emergencia de contradicciones de origen no clasista y por diversos intereses que amplían también nuestro horizonte para las alianzas. Como resultado la izquierda hoy es más diversa.
Las alianzas adoptan distintas formas en relación a cada momento histórico. La definición medular que hemos hecho es que la contradicción principal de hoy, luego de derrotada la dictadura, es entre democracia o neoliberalismo y nosotros optamos por la democracia y haremos fuerza común con quienes quieran más democracia. Incluso con aquellos que en un minuto ayuden a dar aunque sea un paso en ese sentido. Hoy el neoliberalismo ha conseguido atomizar y fragmentar el movimiento social y político, consiguió reducir la participación de una franja importante de la población en la política, ha logrado contraponer los movimientos sociales a la política, y ha podido cooptar y corromper a escala desconocida a dirigentes y variados sectores de la región.
El movimiento progresista necesita disputar la centralidad política en línea de acción con la movilización social; y así instalar temas que provoquen una convergencia que beneficie al pueblo y a los trabajadores para ir acumulando fuerzas que nos muestren como alternativa real. Nadie hace alianza con los débiles y esa fuerza tenemos que construirla. En esta dirección estamos por construir una candidatura presidencial única erigida sobre un programa antineoliberal. En lo táctico y atendiendo a lo anterior estamos por alcanzar acuerdos con todos los sectores afectados por el modelo neoliberal y también incluso alcanzar acuerdos electorales con otras fuerzas políticas que no necesariamente comparten nuestra mirada más larga, esto es con los perjudicados con el sistema electoral binominal de exclusión; sistema que, como hemos visto más arriba, necesitan las transnacionales para su exacerbada acumulación de capital para su dominación política y económica sobre nuestros pueblos.

Epifanio Flores.

Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

Etiquetas: