ZOFRI y el desarrollo de Tarapacá

El show y chauvinismo barato al que de vez en vez nos tienen acostumbrados los próceres de Iquique en relación a la ZOFRI nos debiera también llevar de vez en vez a echar una mirada al tipo de desarrollo que queremos para nuestra región, cuestión ausente en cualquier discusión de hoy, todas impregnadas de la cultura neoliberal, y donde hace falta una mirada alternativa, no obstante la irresistible cooptación neoliberal de nuestros intelectuales e universidades. Al menos los dirigentes sociales, los trabajadores y los empresarios pequeños y medianos debieran levantar la voz para colocar en el centro lo medular y así no permitir que nos sigan emborrachando la perdiz.
A raíz de los dramáticos vaivenes por las sucesivas crisis en Tarapacá, la idea de una Zona Franca para el norte siempre fue planteada como una palanca para la industrialización del norte y para su crecimiento y desarrollo permanente. De esta impronta industrializadora tampoco se escapa al momento de decidirse y promulgar la ley de zona franca durante la dictadura, ya que incluso ésta considera como un elemento relevante el desarrollo manufacturero exportador. Pero sucede que terminan imponiéndose las políticas de liberalización económica sustentadas por los neoliberales y en definitiva culminamos con una Zofri volcada completamente en el área comercial. Esta tendencia alcanza su cima el año 97 y después viene una declinación sostenida y que llega a arrastrar a Arica donde las leyes Arica I y II no logran variar la situación. Con la llegada de la minería privada se logra apuntalar la situación pero a costa de volver a retomar nuestro rol asignado de región exportadora de materias primas sin incorporar absolutamente nada de valor agregado.
La verdadera explosión exportadora minera en la región generan desorbitadas ganancias a las transnacionales mineras, gigantescas remesas que se van completas al exterior, generando una microeconomía que logra sustentar lo que tenemos en la región. Es tan así que la totalidad de las ventas de Zofri no alcanzan a llegar al 1% de lo que vende la minería en Tarapacá, sin embargo la Zofri aporta a la región más del doble de dinero que las mineras. En cuanto a la mano de obra, mientras que la Zofri ocupa alrededor de 20 mil trabajadores directos e indirectos, la minería no alcanza a los siete mil trabajadores. Mas encima los neoliberales de cuando en cuando insisten en la privatización completa de la administración de Zofri.
La gran explosión exportadora de Tarapacá se basa en la venta de un 98% de commodities; es decir concentrado de minerales principalmente y harina de pescado y eso no es desarrollo sustentable. A cambio nos generan una descomunal contaminación, como la que nos dejó Angelini en el litoral y la que ahora nos provocan las transnacionales mineras en la cordillera y en Patache, además de la depredación de nuestra agua dulce. Esto que le estoy diciendo usted no se los va escuchar a ninguno de nuestro próceres que hacen gárgaras de patriotismo regional mientras se hacen los lesos ante el verdaderos saqueo del que estamos siendo víctimas en nuestra región y comprometiendo de paso el futuro de las nuevas generaciones, las que se quedaran sin una región verdaderamente desarrollada, sin nuestra tradicional flora y fauna autóctona, sin riquezas naturales, sin agua y con una inmensa contaminación. A cambio sí dejaran a nuestros descendientes sus fotografías sonrientes de nuestros ilustres próceres celebrando felices cada actividad propiciada por las transnacionales mineras.
Epifanio Flores.

Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique