Eleccion municipal y victimas necias
(En DIARIO 21 de Iquique, del 6 de octubre 2008)
Ya con la campaña electoral municipal en tierra derecha la ciudadanía observa con franciscana paciencia el increíble despliegue de dinero lanzado a la cancha por los distintos candidatos del sistema y el no menor derroche de toda clases de promesas. Todos dicen poseer los mejores atributos para ocupar algún sillón edilicio y otros hasta pretenden demostrarlo con un publicitado test, el que lamentablemente solo indica que no se es consumidor de algún estupefaciente, pero nada más. Pero volviendo al tema de la política banal y del tremendo gasto electoral, cabría preguntarnos ¿Quiénes están tras este circo y el financiamiento de esta propaganda electoral? Ciertamente no puede descartarse a priori el trabajo personal, honrado, sincero, e incluso ingenuo de uno que otro candidato de los bloques políticos dominantes, algunos de los cuales sacrifican hasta parte de su menguado patrimonio familiar para llegar algún día a ser parte de esta glamorosa elite política.
Pero volvamos a la interrogante inicial y permítanme traer a colación la paráfrasis siguiente que me marcó de muy joven: "Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño propio y del de los demás, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase".
Este aserto lo conocen muy bien la clase de los grandes grupos económicos y la elite dueña del país. Como podemos ver es fácil distinguir, -si no queremos ser víctimas necias- donde están los interesados en la obtención de los mejores resultados electorales posibles para los bloques políticos del sistema en la actual elección y para que se mantengan las actuales condiciones de exclusión de buena parte de la población del disfrute de la riqueza y así sigan adelante los más fabulosos negocios y negociados. Son los mayores interesados en no mostrar los temas de fondo: esto es la exclusión social, política y económica que sufre la población y la escandalosa depredación de nuestras riquezas naturales. Esto también explica la fabulosas cantidades de dinero que se lanzaron a la calle para comprar conciencias y así tener a los actuales parlamentarios de Tarapacá entre ellos al emblemático senador Flores, que sostienen y mantienen las actuales normas laborales, el actual código de agua, las actuales leyes medioambientales, la actual ley minera, el actual risible royalty, el actual presupuesto en salud y educación, etc., etc., y por ultimo, la actual Constitución.
Para que nos podamos ilustrar de esta realidad actual echemos una somera mirada al trasluz de nuestra propia historia nacional y regional que demuestra la relación entre el capital y la política. Sin ir más lejos los grandes intereses ingleses dueños del salitre, uno de ellos llamado incluso el rey del salitre, Thomas North, poseía una corte de políticos chilenos de todo el espectro, abogados y parlamentarios estos, todos a su completo servicio. Entre ellos se contaba al abogado y congresista Julio Zegers e hijo; a los hermanos radicales David y Enrique MacIver; a políticos conservadores como Zorobabel Rodríguez, Carlos Walker, etc. Por su parte la Casa Gibbs tenía como uno de sus abogados al famoso Eulogio Altamirano, quienes competían con fogosos discursos defendiendo los intereses de uno u otro capitalista ingles en el hemiciclo parlamentario. Muchos de nuestros más destacados próceres hicieron su pequeña o gran fortuna defendiendo estos intereses, como por ejemplo el ministro del interior masacrador de los trabajadores en 1907, Rafael Sotomayor, que desde el gobierno consigue un crédito a favor del empresario salitrero Matías Granja, de quien además era su heredero. Lo propio aconteció con el llamado León de Tarapacá, Arturo Alessandri Palma, que formó parte de su capital como abogado de la Compañía de Salitres Antofagasta. Lo propio hacían en Iquique sucesivos alcaldes todos al servicio de los salitreros como ahora lo son de las transnacionales mineras.
Entonces, como podemos ver claramente, no es lo mismo votar por un candidato del sistema que votar por un candidato de izquierda del Juntos Podemos Más, y para así no ser una víctima necia más del engaño propio y del de los demás.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Ya con la campaña electoral municipal en tierra derecha la ciudadanía observa con franciscana paciencia el increíble despliegue de dinero lanzado a la cancha por los distintos candidatos del sistema y el no menor derroche de toda clases de promesas. Todos dicen poseer los mejores atributos para ocupar algún sillón edilicio y otros hasta pretenden demostrarlo con un publicitado test, el que lamentablemente solo indica que no se es consumidor de algún estupefaciente, pero nada más. Pero volviendo al tema de la política banal y del tremendo gasto electoral, cabría preguntarnos ¿Quiénes están tras este circo y el financiamiento de esta propaganda electoral? Ciertamente no puede descartarse a priori el trabajo personal, honrado, sincero, e incluso ingenuo de uno que otro candidato de los bloques políticos dominantes, algunos de los cuales sacrifican hasta parte de su menguado patrimonio familiar para llegar algún día a ser parte de esta glamorosa elite política.
Pero volvamos a la interrogante inicial y permítanme traer a colación la paráfrasis siguiente que me marcó de muy joven: "Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño propio y del de los demás, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase".
Este aserto lo conocen muy bien la clase de los grandes grupos económicos y la elite dueña del país. Como podemos ver es fácil distinguir, -si no queremos ser víctimas necias- donde están los interesados en la obtención de los mejores resultados electorales posibles para los bloques políticos del sistema en la actual elección y para que se mantengan las actuales condiciones de exclusión de buena parte de la población del disfrute de la riqueza y así sigan adelante los más fabulosos negocios y negociados. Son los mayores interesados en no mostrar los temas de fondo: esto es la exclusión social, política y económica que sufre la población y la escandalosa depredación de nuestras riquezas naturales. Esto también explica la fabulosas cantidades de dinero que se lanzaron a la calle para comprar conciencias y así tener a los actuales parlamentarios de Tarapacá entre ellos al emblemático senador Flores, que sostienen y mantienen las actuales normas laborales, el actual código de agua, las actuales leyes medioambientales, la actual ley minera, el actual risible royalty, el actual presupuesto en salud y educación, etc., etc., y por ultimo, la actual Constitución.
Para que nos podamos ilustrar de esta realidad actual echemos una somera mirada al trasluz de nuestra propia historia nacional y regional que demuestra la relación entre el capital y la política. Sin ir más lejos los grandes intereses ingleses dueños del salitre, uno de ellos llamado incluso el rey del salitre, Thomas North, poseía una corte de políticos chilenos de todo el espectro, abogados y parlamentarios estos, todos a su completo servicio. Entre ellos se contaba al abogado y congresista Julio Zegers e hijo; a los hermanos radicales David y Enrique MacIver; a políticos conservadores como Zorobabel Rodríguez, Carlos Walker, etc. Por su parte la Casa Gibbs tenía como uno de sus abogados al famoso Eulogio Altamirano, quienes competían con fogosos discursos defendiendo los intereses de uno u otro capitalista ingles en el hemiciclo parlamentario. Muchos de nuestros más destacados próceres hicieron su pequeña o gran fortuna defendiendo estos intereses, como por ejemplo el ministro del interior masacrador de los trabajadores en 1907, Rafael Sotomayor, que desde el gobierno consigue un crédito a favor del empresario salitrero Matías Granja, de quien además era su heredero. Lo propio aconteció con el llamado León de Tarapacá, Arturo Alessandri Palma, que formó parte de su capital como abogado de la Compañía de Salitres Antofagasta. Lo propio hacían en Iquique sucesivos alcaldes todos al servicio de los salitreros como ahora lo son de las transnacionales mineras.
Entonces, como podemos ver claramente, no es lo mismo votar por un candidato del sistema que votar por un candidato de izquierda del Juntos Podemos Más, y para así no ser una víctima necia más del engaño propio y del de los demás.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
posted by Partido Comunista Iquique at
8:16 p. m.
