Siete autogoles municipales en Tarapacá

(En DIARIO 21 de Iquique, del 3 noviembre 2008)
Parafraseando la metáfora del ministro Vidal de que la Concertación ganaría a la derecha por cuatro goles a cero en las pasadas municipales, podríamos decir que en Tarapacá la derecha obtuvo siete goles a cero obtenidos en la totalidad de las siete alcaldías de la región. Como sabemos en el fútbol se puede meter un gol legítimamente pero también en forma ilícita y ser validado, pero también podemos meternos autogoles, como ya lo veremos. Esta contundente victoria tiene abrazados de contentos a los poderes fácticos y a las transnacionales mineras.
A la cancha entraron candidatos en aparente igualdad de condiciones pero la verdad que con la más completa asimetría de recursos materiales y económicos y además la derecha utilizando descaradamente todo el aparataje y recursos municipales a su disposición; pero también con el apoyo sin reservas de los poderes fácticos; con una extraordinaria exposición mediática; una irresistible cooptación de intelectuales y a dirigentes políticos de la Concertación y un apoyo directo de las transnacionales mineras. Además, y para asegurarse, algunos recurrieron a toda clase de chanchullos, como por ejemplo la descarada compra de votos, el acarreo de electores en buses, lo que no solo aconteció en las ya tradicionales comunas de Pozo Almonte, Pica, Huara, Camiña y Colchane, sino que esta vez también hubo acarreo en Alto Hospicio, con electores provenientes desde Arica y Tocopilla. Tal vez no sea decisiva pero sí significativa la intervención militar que desde que se abrieron los registros electorales viene distribuyendo la inscripción de los soldados.
Pero lo anterior no lo explica todo porque también nos propinamos autogoles en la propia población más pobre que votó por la derecha; es decir como tales “víctimas necias del engaño propio y del de los demás”. Claro, porque como se explica uno que la gran mayoría de gente que sufre de la exclusión en el momento de repartirse la torta, franjas completas de pobladores que viven prácticamente en la sobrevivencia con sueldos miserables, condiciones de trabajo inestables, a veces ocasionales, con una pésima salud pública; con escasa posibilidad de entregar a sus hijos una educación de calidad que rompa con el círculo de la pobreza y la marginación, padres y madres de jóvenes que este modelo económico, político y social ha lanzado al flagelo de la droga, ¿y votan por la derecha que representa a sus propios verdugos?. Hablo de autoridades edilicias de la derecha y la concertación que tal vez no son decisorias en esas materias pero sí saben que le dan su sustento político y apoyan el actual modelo neoliberal de exclusión que atropella la dignidad y los sueños de sus propios electores.
Pero paradojalmente la fortaleza de este modelo está justamente en su perversidad, en mantener a muchos sectores en la pobreza, en los niveles de la sobrevivencia y con urgencias inmediatas, cuya máxima aspiración está en lo cotidiano como el buscar pega, pagar la cuenta de la luz y el agua, de parar la olla, etc., y más encima permanentemente traicionado con la promesa de que llegaba la alegría. Es en este contexto el que aparezca un candidato disfrazado de apolítico que me soluciona la urgencia inmediata con un paquete de mercadería, es que entonces me enajena de la trascendencia, delego mi libertad, me autocensuro y por último me degrado incapaz de protagonizar una transfromación que de verdad cambie en lo fundamental mi existencia. Entonces voto por la derecha y no por mis pares que son candidatos y a quienes también pongo a mi nivel degradado. Ahora, los otros sectores acomodados que votan por la derecha en defensa de sus intereses es otra cosa.
Otro factor que explica el avance de la derecha está también en nosotros, pero no para acudir al cilicio, a la auto punición y para flagelarnos con lo que no hemos hecho bien como izquierda, sino que para perseverar con todo lo que hemos afirmado en el plano de los principios todo este tiempo y hasta con niveles de heroísmo en muchos de los nuestros y nuestras. Y esto no es para hacer exámenes autocomplacientes sino que para valorar bien y en toda su medida lo importante que es y ha sido pararse inconmovibles frente a los egoístas y miserables, frente a la codicia, frente a los grandes poderes fácticos que dominan el país. En este marco hablo de un Juntos Podemos capaz de colocar aquellos temas más importantes en el centro; todo trabajando siempre por la no exclusión, la participación y la democracia; la recuperación de nuestros recursos naturales expoliados; por la nacionalización del agua y contra la contaminación de nuestro ambiente; por una reindustrialización moderna y en armonía con los nuevos tiempos. Y en esto claramente no hemos sido derrotados y es garantía de victoria.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique