"Danos hoy el agua de cada dia" (Obispo Infanti)
(En DIARIO 21 de Iquique, del 22 de septiembre 2008)
Cual balde de agua fría cayó en medio de los poderosos grupos económicos y de las trasnacionales, pero también entre sus servidores locales, la Carta Pastoral "Danos hoy el agua de cada día" elaborada y leída por el obispo de Aysén Luis Infanti este 1º de septiembre. La preocupación de este obispo por los temas ambientales tienen un hito el año 2006 cuando escribe la carta "Aysén: Agua y Vida" y posteriormente cuando crea en su vicariato la "Comisión Agua y Vida", tal vez única en su tipo a través del país.
Esta poética, bella y conmovedora Carta Pastoral, valiente y frontal, es quizás el documento más importante en su tipo desde el término de la dictadura y el más duro en el que un importante personero de la iglesia se haya referido a las políticas medioambientales y neoliberales de los gobiernos de la Concertación. Además que muy relevante fue que lo haya acompañado en esa presentación el teólogo de la ecología Leonardo Boff, que calificó la Carta como "uno de los mejores documentos que he leído en los últimos años. Podría decir que es un documento mío, yo mismo hablo así: tan pertinente es su discurso. Incluso dentro de una retórica tiene poesía. Es un texto que hará historia". Ahora, ciertamente, le llueven al obispo Infanti las críticas y las amenazas por este acompañamiento de Boff, pero con cero referencias a los contenidos de la Carta Pastoral y mucho menos a los que el obispo llama los "lobos con piel de oveja" que amenazan, invaden y pisotean nuestro jardín.
Ahora ¿porqué este teólogo es tan odiado por moros y cristianos? Pues es el mismo que, apuntando a las transnacionales, señaló recientemente que "El bien natural más escaso de la tierra, no es oro ni el uranio, es el agua potable. El tres por ciento del agua del mundo es dulce, y de ese tres por ciento, el 0,7 por ciento es asequible al uso humano. Debido a estos escasos recursos, hay una corrida mundial para privatizar el agua". Efectivamente en todo el planeta hay en estos momentos una frenética carrera por apropiarse de las más importantes reservas de agua dulce y hasta se prevén conflictos serios en torno a su propiedad.
¿Y que pasa en el norte? Si esta carta la escribe el obispo de Aysén, pastor de uno de los lugares más rico en agua de todo Chile e incluso del mundo, ¿Qué nos queda a los nortinos que vivimos en el territorio más seco del planeta? Aquí la apropiación del agua por parte de las grandes compañías es realmente escandaloso y las mineras están consumiendo en la actualidad mucha más agua que todos nosotros juntos, por sobre los mil litros de agua por segundo. La minera Collahuasi traslada el concentrado de minerales mezclado con agua hasta Patache a través de varios mineroductos que cruzan el desierto al puerto, lo que resulta una voraz depredación de nuestra agua dulce. Frente a este dramático y sombrío panorama nuestras autoridades, civiles, militares y eclesiásticas callan y uno que otro hasta gusta de hacer de relacionadores públicos de estas poderosas empresas.
Ciertamente podemos culpar a la dictadura que mediante ley separó el agua de la tierra con el claro objeto de mercantilizarla y en último término regalárselas a las grandes transnacionales, pero bastante también han hecho los gobiernos de la Concertación para privatizar el agua dulce y entregárselas a los "lobos con piel de oveja" que se han apropiado de nuestro vital recurso.
El Consejo Mundial de las Iglesias viene remarcando desde hace un tiempo que los tres ejes de la evangelización son la justicia, la paz y la preservación de la naturaleza. El obispo Infanti solo ha sido consecuente y fiel a este predicamento. Ahora el resto esta también en nuestras manos, como uno de los estamentos ciudadanos interpelados por el obispo Infanti para también hacer valer nuestra voz. No es fácil, pues cuando se intentó en Iquique levantar la defensa del agua inmediatamente operaron los mecanismos para detener tal movilización y con la cooptación y compra de dirigentes incluidos. Ahora, la voz del obispo Infanti nos señala que no es del todo tarde para dar esta lucha por nuestro futuro, por la Patria, que son las generaciones venideras.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Cual balde de agua fría cayó en medio de los poderosos grupos económicos y de las trasnacionales, pero también entre sus servidores locales, la Carta Pastoral "Danos hoy el agua de cada día" elaborada y leída por el obispo de Aysén Luis Infanti este 1º de septiembre. La preocupación de este obispo por los temas ambientales tienen un hito el año 2006 cuando escribe la carta "Aysén: Agua y Vida" y posteriormente cuando crea en su vicariato la "Comisión Agua y Vida", tal vez única en su tipo a través del país.
Esta poética, bella y conmovedora Carta Pastoral, valiente y frontal, es quizás el documento más importante en su tipo desde el término de la dictadura y el más duro en el que un importante personero de la iglesia se haya referido a las políticas medioambientales y neoliberales de los gobiernos de la Concertación. Además que muy relevante fue que lo haya acompañado en esa presentación el teólogo de la ecología Leonardo Boff, que calificó la Carta como "uno de los mejores documentos que he leído en los últimos años. Podría decir que es un documento mío, yo mismo hablo así: tan pertinente es su discurso. Incluso dentro de una retórica tiene poesía. Es un texto que hará historia". Ahora, ciertamente, le llueven al obispo Infanti las críticas y las amenazas por este acompañamiento de Boff, pero con cero referencias a los contenidos de la Carta Pastoral y mucho menos a los que el obispo llama los "lobos con piel de oveja" que amenazan, invaden y pisotean nuestro jardín.
Ahora ¿porqué este teólogo es tan odiado por moros y cristianos? Pues es el mismo que, apuntando a las transnacionales, señaló recientemente que "El bien natural más escaso de la tierra, no es oro ni el uranio, es el agua potable. El tres por ciento del agua del mundo es dulce, y de ese tres por ciento, el 0,7 por ciento es asequible al uso humano. Debido a estos escasos recursos, hay una corrida mundial para privatizar el agua". Efectivamente en todo el planeta hay en estos momentos una frenética carrera por apropiarse de las más importantes reservas de agua dulce y hasta se prevén conflictos serios en torno a su propiedad.
¿Y que pasa en el norte? Si esta carta la escribe el obispo de Aysén, pastor de uno de los lugares más rico en agua de todo Chile e incluso del mundo, ¿Qué nos queda a los nortinos que vivimos en el territorio más seco del planeta? Aquí la apropiación del agua por parte de las grandes compañías es realmente escandaloso y las mineras están consumiendo en la actualidad mucha más agua que todos nosotros juntos, por sobre los mil litros de agua por segundo. La minera Collahuasi traslada el concentrado de minerales mezclado con agua hasta Patache a través de varios mineroductos que cruzan el desierto al puerto, lo que resulta una voraz depredación de nuestra agua dulce. Frente a este dramático y sombrío panorama nuestras autoridades, civiles, militares y eclesiásticas callan y uno que otro hasta gusta de hacer de relacionadores públicos de estas poderosas empresas.
Ciertamente podemos culpar a la dictadura que mediante ley separó el agua de la tierra con el claro objeto de mercantilizarla y en último término regalárselas a las grandes transnacionales, pero bastante también han hecho los gobiernos de la Concertación para privatizar el agua dulce y entregárselas a los "lobos con piel de oveja" que se han apropiado de nuestro vital recurso.
El Consejo Mundial de las Iglesias viene remarcando desde hace un tiempo que los tres ejes de la evangelización son la justicia, la paz y la preservación de la naturaleza. El obispo Infanti solo ha sido consecuente y fiel a este predicamento. Ahora el resto esta también en nuestras manos, como uno de los estamentos ciudadanos interpelados por el obispo Infanti para también hacer valer nuestra voz. No es fácil, pues cuando se intentó en Iquique levantar la defensa del agua inmediatamente operaron los mecanismos para detener tal movilización y con la cooptación y compra de dirigentes incluidos. Ahora, la voz del obispo Infanti nos señala que no es del todo tarde para dar esta lucha por nuestro futuro, por la Patria, que son las generaciones venideras.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Etiquetas: ecologia, medio ambiente, nacionalizacion del agua
posted by Partido Comunista Iquique at
11:33 a. m.
