Partido Comunista de Chile - Regional Iquique

lunes, julio 23, 2007

El heroe Manuel "Choño" Sanhueza

El héroe Manuel “Choño” Sanhueza
(En DIARIO 21 de Iquique, el 23 de julio 2007)
En julio de 1974 es asesinado en Pisagua el secretario regional de las Juventudes Comunistas de Arica, Manuel Sanhueza Mellado. La dictadura y las mentirosas autoridades castrenses de Tarapacá, principalmente el criminal Carlos Forestier, ocultaron cobardemente su asesinato y escondieron su cuerpo. Esto hasta que logramos encontrarlo en la fosa de Pisagua en junio de 1990, mas a otros dieciocho prisioneros asesinados y otros restos humanos hasta el día de hoy no identificados. Su rostro acusador, con una venda cubriendo sus ojos, recorrió el planeta patentizando el horror de la atroz masacre cometida por la dictadura pinochetista en nuestro país.
Manuel Sanhueza, conocido como el “Choño” y proveniente de Concepción, llega hasta Arica para apoyar el trabajo juvenil en la campaña parlamentaria del año 1973, de la que resultan electos dos diputados comunistas por Arica e Iquique: Orel Viciani y Vicente Atencio. Allí se casa con Cecilia Rojas Orellana y por tanto se radica en dicha ciudad sumándose entusiastamente a las tareas de apoyo al gobierno de Salvador Allende. Su esposa, también comunista, queda embarazada y por lo tanto se redobla en ambos las motivaciones para trabajar por una nueva sociedad, solidaria y de justicia social para nuestro país.
Producido el golpe militar, el “Choño” Sanhueza toma su puesto de lucha antidictatorial y asume las riesgosas funciones de dirección clandestina de la juventud comunista. Pero a las cuatro de la madrugada del 10 de julio de 1974 una brigada de inteligencia militar irrumpe violentamente en su hogar en la población “Venceremos” y junto a su esposa embarazada y cuñados son trasladados hasta el regimiento “Rancagua” de esa ciudad que comandaba el entonces coronel Odlanier Mena. A partir de ese momento comienza un atroz calvario para “Choño” Sanhueza, siendo salvajemente torturado durante diecisiete días en dicho recinto militar. También son trasladados con su cuñado hacia algún sector precordillerano donde continúan las torturas durante dos días en ese lugar, incluso colocados desnudos a la intemperie del frío altiplánico.
El 27 de julio son sacados del regimiento “Rancagua” de Arica Manuel Sanhueza, su cuñado Patricio Poblete y su suegro Orlando Rojas y los tres son trasladados hacía dependencias de carabineros en Pisagua. Manuel “Choño” Sanhueza llega a Pisagua en muy malas condiciones físicas producto de las torturas inflingidas en Arica y en el altiplano. El día 28 por la mañana son conducidos a la cárcel de Pisagua y ya no volvieron a ver nunca más a “Choño”. En octubre su suegro y cuñado son regresados al regimiento “Rancagua” de Arica y en ese recinto les comunican de la muerte de “Choño” en un inventado accidente en la playa de Pisagua que habría ocurrido un 2 de octubre.
Esta mentira fue sostenida durante años. Hasta que en junio de 1990 el “Choño” resulta ser el primer cuerpo que encontramos en la fosa de Pisagua y con impactos de balas en su pecho. Cuando Olaf Olmos descorrió la venda que cubrían sus ojos nos sorprendió su evidente juventud, pero lo que mas me impactó fue la tremenda desolación que trasuntaba su semblante, el que parecía interrogar al cielo el porqué de tanta crueldad y maldad humana. Nunca he podido apartar de mí esa dolorida expresión de “Choño”, quizá interrogante también por el destino de su esposa embarazada detenida en Arica, para quienes sin duda fueron sus últimos y mejores pensamientos.
En ese momento del hallazgo no podíamos imaginarnos a quién habíamos encontrado. Su cuerpo fue reconocido en el Servicio Medico legal de Iquique recién el 18 de junio de ese año por la diputada María Maluenda, quién lo conocía muy bien.
Hoy, en un aniversario mas de su desaparición, es necesario rescatar el legado heroico de Manuel “Choño” Sanhueza. Su ejemplar conducta estigmatiza aún más la cobardía de sus asesinos, incapaces hasta hoy de asumir su responsabilidad por el asesinato de este joven comunista y de su hijo aún en el vientre de su esposa torturada.
Por haber asumido su lugar de lucha y dada su vasta experiencia política, el “Choño” fue torturado con particular saña y salvajismo, sin que lograran arrancarle ninguna delación. De haberlo hecho habría caído mucha gente con él dado el conocimiento que “Choño” tenía de su organización, tanto en el plano local como a nivel nacional.
Por ello Manuel “Choño” Sanhueza es uno de esos héroes anónimos que en el primer minuto asumió su responsabilidad por terminar con la dictadura de Pinochet llegando incluso a entregar su joven vida en esa noble causa libertaria. Esta actitud digna empequeñece a los cobardes torturadores y asesinos que aún deambulan impunes por los rincones de este país gracias a esta transición pactada entre la Concertación y la derecha.


Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique

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