Un viraje al actual trabajo municipal
Un viraje al actual trabajo municipal
(En "DIARIO 21" de Iquique, el 17 septiembre 2007)
La verdad es que basta ver por la televisión un par de sesiones del Concejo Municipal de Iquique para darse cuenta que las cosas no pueden continuar como están y que tiene que producirse un viraje drástico en su actual funcionamiento: por un lado lo que tiene que ver con la construcción de un municipio democrático real y, por otro lado, elevar el nivel de las propuestas de desarrollo comunal que debiera caracterizar a los concejales. A partir de estos elementos tendremos la consiguiente línea de ordenamiento para las labores más cotidianas de la administración municipal de la Comuna. Y de paso le quitamos espacio a la chimuchina municipal.
Según la ley municipal la municipalidad la forman: el alcalde y el Concejo Municipal. Contempla, además, al Consejo Económico y Social Comunal, CESCO, de carácter consultivo. Pero en esencia todos ellos son representantes populares de la Comuna. Esto último dicho en general, obviando la actual composición municipal luego de la inhabilitación del alcalde Soria, donde se genera una nueva autoridad comunal cuestionada por una franja muy importante si no mayoritaria de la población.
Ciertamente el accionar municipal ha tenido que irse aprendiendo nuevamente después de los años de dictadura y de sus respectivos municipios nominados antidemocráticamente, pero ya ha pasado mucho tiempo, no hay pretextos, y los actuales concejales no han logrado sustraerse a esa impronta de acción política “por arriba”. La democracia en esencia se supone construida “desde abajo” y una labor de fortalecimiento democrático, de construir ciudadanía, de fomento del fortalecimiento de sus organizaciones, exige de los concejales, representantes de la ciudadanía de la Comuna, trabajar esa construcción ciudadana del pueblo de la cual son parte, que colectivamente representan y a quienes tienen que rendir cuentas. Se presupone que estos representantes populares están interactuando con y frente a un sujeto social que es el que manda, nosotros, esa ciudadanía que los ha mandatado, y no con un objeto de la acción política de “iluminados” o de asistentes en lo social a una clientela electoral a la que hay que conservar para perpetuarse en ese ámbito de poder. Esa esfera asistencialista por lo demás es rol, y muchas veces la cumplen muy bien, los diversos funcionarios municipales, técnicos o profesionales de las respectivas áreas y servicios comunales. Pero los concejales están además, para otras cosas.
Otra deficiencia está en el nivel de la propuesta de desarrollo comunal. Este punto se relaciona con lo anterior en tanto la propuesta debiera emerger, en lo sustantivo, desde un accionar consciente de la Comuna, es decir informada verazmente. Pero también se supone que los representantes populares tienen un nivel de propuestas que hizo sean los elegidos entre todos nosotros los ciudadanos.
En esta dirección recuerdo el accionar del primer Consejo Económico y Social Comunal, CESCO de Iquique, del cual me correspondió ser su secretario (el CESCO lo preside el alcalde), en el cual desarrollamos un desplegado nivel de propuestas para el desarrollo de la Comuna sobre la base de una amplia participación. Por entonces el CESCO funcionó a través de comisiones: por ejemplo la comisión uso del suelo, de salud, de educación, del turismo, de integración, etc. Nos reunimos con diversas Juntas de Vecinos, con la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, etc., para trabajar el Plan Iquique, sobre el cual se construyeron variadas y grandes propuestas, algunas ya ejecutadas posteriormente y otras aún en calidad de proyectos municipales. Justo es reconocer la gran capacidad de propuesta del alcalde Soria, interactuando con el CESCO (aunque justo también es decirlo, que no con todo el apoyo municipal que hubiésemos querido y que el municipio puede entregar al CESCO si hay voluntad real de hacerlo). Todo ello lo realizamos un grupo de ciudadanos y dirigentes sociales sin ocupar un solo peso del arca municipal, ni siquiera para un solo pasaje de locomoción. Digo esto y lo relevo para sindicar lo que potencialmente podrían hacer los alcaldes y concejales municipales en esa dirección si se lo proponen. Resumiendo: más democracia y elevemos el nivel de propuestas por favor.
Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
(En "DIARIO 21" de Iquique, el 17 septiembre 2007)
La verdad es que basta ver por la televisión un par de sesiones del Concejo Municipal de Iquique para darse cuenta que las cosas no pueden continuar como están y que tiene que producirse un viraje drástico en su actual funcionamiento: por un lado lo que tiene que ver con la construcción de un municipio democrático real y, por otro lado, elevar el nivel de las propuestas de desarrollo comunal que debiera caracterizar a los concejales. A partir de estos elementos tendremos la consiguiente línea de ordenamiento para las labores más cotidianas de la administración municipal de la Comuna. Y de paso le quitamos espacio a la chimuchina municipal.
Según la ley municipal la municipalidad la forman: el alcalde y el Concejo Municipal. Contempla, además, al Consejo Económico y Social Comunal, CESCO, de carácter consultivo. Pero en esencia todos ellos son representantes populares de la Comuna. Esto último dicho en general, obviando la actual composición municipal luego de la inhabilitación del alcalde Soria, donde se genera una nueva autoridad comunal cuestionada por una franja muy importante si no mayoritaria de la población.
Ciertamente el accionar municipal ha tenido que irse aprendiendo nuevamente después de los años de dictadura y de sus respectivos municipios nominados antidemocráticamente, pero ya ha pasado mucho tiempo, no hay pretextos, y los actuales concejales no han logrado sustraerse a esa impronta de acción política “por arriba”. La democracia en esencia se supone construida “desde abajo” y una labor de fortalecimiento democrático, de construir ciudadanía, de fomento del fortalecimiento de sus organizaciones, exige de los concejales, representantes de la ciudadanía de la Comuna, trabajar esa construcción ciudadana del pueblo de la cual son parte, que colectivamente representan y a quienes tienen que rendir cuentas. Se presupone que estos representantes populares están interactuando con y frente a un sujeto social que es el que manda, nosotros, esa ciudadanía que los ha mandatado, y no con un objeto de la acción política de “iluminados” o de asistentes en lo social a una clientela electoral a la que hay que conservar para perpetuarse en ese ámbito de poder. Esa esfera asistencialista por lo demás es rol, y muchas veces la cumplen muy bien, los diversos funcionarios municipales, técnicos o profesionales de las respectivas áreas y servicios comunales. Pero los concejales están además, para otras cosas.
Otra deficiencia está en el nivel de la propuesta de desarrollo comunal. Este punto se relaciona con lo anterior en tanto la propuesta debiera emerger, en lo sustantivo, desde un accionar consciente de la Comuna, es decir informada verazmente. Pero también se supone que los representantes populares tienen un nivel de propuestas que hizo sean los elegidos entre todos nosotros los ciudadanos.
En esta dirección recuerdo el accionar del primer Consejo Económico y Social Comunal, CESCO de Iquique, del cual me correspondió ser su secretario (el CESCO lo preside el alcalde), en el cual desarrollamos un desplegado nivel de propuestas para el desarrollo de la Comuna sobre la base de una amplia participación. Por entonces el CESCO funcionó a través de comisiones: por ejemplo la comisión uso del suelo, de salud, de educación, del turismo, de integración, etc. Nos reunimos con diversas Juntas de Vecinos, con la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, etc., para trabajar el Plan Iquique, sobre el cual se construyeron variadas y grandes propuestas, algunas ya ejecutadas posteriormente y otras aún en calidad de proyectos municipales. Justo es reconocer la gran capacidad de propuesta del alcalde Soria, interactuando con el CESCO (aunque justo también es decirlo, que no con todo el apoyo municipal que hubiésemos querido y que el municipio puede entregar al CESCO si hay voluntad real de hacerlo). Todo ello lo realizamos un grupo de ciudadanos y dirigentes sociales sin ocupar un solo peso del arca municipal, ni siquiera para un solo pasaje de locomoción. Digo esto y lo relevo para sindicar lo que potencialmente podrían hacer los alcaldes y concejales municipales en esa dirección si se lo proponen. Resumiendo: más democracia y elevemos el nivel de propuestas por favor.
Epifanio Flores.
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
Etiquetas: Municipio de Iquique
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1:18 a. m.
