Movilizacion del 29: el dia despues
Movilización del 29: El día después.
(En "DIARIO 21" de Iquique, el 3 septiembre 2007)
La reciente movilización del 29 convocada por la CUT es, sin duda, un inmenso triunfo de los trabajadores en la presente etapa. Fueron muchísimas y variadas las expresiones de protesta pacífica que se dieron a lo largo de todo el país para repudiar las actuales políticas neoliberales aplicadas. Algunas ciudades, como Lota, paralizaron completamente; en algunos lugares se produjo la adhesión explícita y activa de los concejos municipales y alcaldes. También fue un hecho inédito el apoyo de colegios profesionales, etc. En nuestra región hay que saludar la significativa paralización de los trabajadores de la locomoción colectiva y la adhesión a la jornada de movilización de escuelas completas, en Iquique y Alto Hospicio. También la salida a la calle de trabajadores organizados de la salud, de la Anef y otros sectores. Son una potente interpelación al gobierno y que éste no puede desoír. Las primeras reacciones de algunos personeros gubernamentales han sido de ningunear la manifestación o demonizarla bajo el expediente de una violencia de dudosa procedencia, pues la convocatoria de la CUT fue muy clara en ese sentido.
Pero lo valioso de la reciente jornada está en que los trabajadores van adquiriendo mas organización, mayor independencia; se van desprendiendo de prejuicios sobre la temática política, van dejando de ser un objeto para configurarse como un sujeto social y político. Consiguientemente va en aumento la conciencia de que solo con su fuerza será posible provocar los cambios que se requieren con urgencia. Se entra así en una etapa nueva, en la que obligatoriamente el gobierno y los parlamentarios tendrán que escuchar a los trabajadores. Con esta lucha se abren también posibilidades para que otros sectores vayan instalando su demanda, como es la de nuestros pueblos originarios, aún ausentes en estas jornadas, y los que por cierto tienen bastante que ganar en una alianza como esta.
Es en este contexto en el que hay que situar la arremetida de la derecha, del gran empresariado y de los neoliberales del gobierno. Aún les duele la gran huelga del cobre de la que salieron derrotados. De allí a que se esfuerzan en tratar de demostrar la ilegitimidad del movimiento, su lado violento, etc., y no es una cosa menor pues cada día es más fuerte la ofensiva del gobierno y los empresarios por neutralizar este ascenso. La respuesta de los trabajadores requiere aún mayores niveles de unidad, más cohesión, que es su principal fortaleza. Es por ello que, también en este marco, resultan hoy más dañinos que nunca los divisionistas enquistados en el seno del movimiento.
Pero la CUT sale muy prestigiada de esta jornada y también por su apoyo a la huelga del cobre. Culminada la jornada de movilización, los trabajadores, con dignidad y sin soberbia, han llamado al gobierno y a los empresarios a dialogar y lo que corresponde ahora es que el gobierno se disponga a una conversación con los trabajadores sobre una base de respeto y no seguirse burlando de sus propuestas. De lo contrario vendrán mayores movilizaciones y en las que se les ira subiendo el volumen a la protesta hasta llegar a un paro nacional. En eso la CUT ha sido muy transparente, lo que digo no es ningún secreto.
Tenemos que continuar perseverando hacia mayores y masivos niveles de movilización y unidad de mayores sectores y grupos sociales. En la presente etapa se requiere amplitud y masividad del movimiento. Por ello que tampoco es apropiado esterilizar el movimiento de los trabajadores con esas posturas seudos “izquierdistas” y/o “revolucionarias” que le disparan de chincol a jote. Los pueblos maduran su conciencia en la medida que abren caminos y hacen su propia experiencia y hoy se ha abierto un sendero que permite avanzar. Evidentemente que hoy el cuadro no es lo mismo que ayer y todos los demócratas tenemos que ser contribuyentes hacia mayores niveles de unidad y masividad en la protesta antineoliberal y por una verdadera democracia y por terminar con la exclusión.
Cumplida la jornada del 29, los trabajadores pueden respirar hoy con más dignidad por lo logrado. Con la conciencia clara de ser los únicos que pueden provocar cambios realmente de fondo en nuestro país, tanto en relación a sus derechos como a las necesarias reformas políticas que nos permitan democratizar el país, para que Chile de verdad nos pertenezca a todos y a todas.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
(En "DIARIO 21" de Iquique, el 3 septiembre 2007)
La reciente movilización del 29 convocada por la CUT es, sin duda, un inmenso triunfo de los trabajadores en la presente etapa. Fueron muchísimas y variadas las expresiones de protesta pacífica que se dieron a lo largo de todo el país para repudiar las actuales políticas neoliberales aplicadas. Algunas ciudades, como Lota, paralizaron completamente; en algunos lugares se produjo la adhesión explícita y activa de los concejos municipales y alcaldes. También fue un hecho inédito el apoyo de colegios profesionales, etc. En nuestra región hay que saludar la significativa paralización de los trabajadores de la locomoción colectiva y la adhesión a la jornada de movilización de escuelas completas, en Iquique y Alto Hospicio. También la salida a la calle de trabajadores organizados de la salud, de la Anef y otros sectores. Son una potente interpelación al gobierno y que éste no puede desoír. Las primeras reacciones de algunos personeros gubernamentales han sido de ningunear la manifestación o demonizarla bajo el expediente de una violencia de dudosa procedencia, pues la convocatoria de la CUT fue muy clara en ese sentido.
Pero lo valioso de la reciente jornada está en que los trabajadores van adquiriendo mas organización, mayor independencia; se van desprendiendo de prejuicios sobre la temática política, van dejando de ser un objeto para configurarse como un sujeto social y político. Consiguientemente va en aumento la conciencia de que solo con su fuerza será posible provocar los cambios que se requieren con urgencia. Se entra así en una etapa nueva, en la que obligatoriamente el gobierno y los parlamentarios tendrán que escuchar a los trabajadores. Con esta lucha se abren también posibilidades para que otros sectores vayan instalando su demanda, como es la de nuestros pueblos originarios, aún ausentes en estas jornadas, y los que por cierto tienen bastante que ganar en una alianza como esta.
Es en este contexto en el que hay que situar la arremetida de la derecha, del gran empresariado y de los neoliberales del gobierno. Aún les duele la gran huelga del cobre de la que salieron derrotados. De allí a que se esfuerzan en tratar de demostrar la ilegitimidad del movimiento, su lado violento, etc., y no es una cosa menor pues cada día es más fuerte la ofensiva del gobierno y los empresarios por neutralizar este ascenso. La respuesta de los trabajadores requiere aún mayores niveles de unidad, más cohesión, que es su principal fortaleza. Es por ello que, también en este marco, resultan hoy más dañinos que nunca los divisionistas enquistados en el seno del movimiento.
Pero la CUT sale muy prestigiada de esta jornada y también por su apoyo a la huelga del cobre. Culminada la jornada de movilización, los trabajadores, con dignidad y sin soberbia, han llamado al gobierno y a los empresarios a dialogar y lo que corresponde ahora es que el gobierno se disponga a una conversación con los trabajadores sobre una base de respeto y no seguirse burlando de sus propuestas. De lo contrario vendrán mayores movilizaciones y en las que se les ira subiendo el volumen a la protesta hasta llegar a un paro nacional. En eso la CUT ha sido muy transparente, lo que digo no es ningún secreto.
Tenemos que continuar perseverando hacia mayores y masivos niveles de movilización y unidad de mayores sectores y grupos sociales. En la presente etapa se requiere amplitud y masividad del movimiento. Por ello que tampoco es apropiado esterilizar el movimiento de los trabajadores con esas posturas seudos “izquierdistas” y/o “revolucionarias” que le disparan de chincol a jote. Los pueblos maduran su conciencia en la medida que abren caminos y hacen su propia experiencia y hoy se ha abierto un sendero que permite avanzar. Evidentemente que hoy el cuadro no es lo mismo que ayer y todos los demócratas tenemos que ser contribuyentes hacia mayores niveles de unidad y masividad en la protesta antineoliberal y por una verdadera democracia y por terminar con la exclusión.
Cumplida la jornada del 29, los trabajadores pueden respirar hoy con más dignidad por lo logrado. Con la conciencia clara de ser los únicos que pueden provocar cambios realmente de fondo en nuestro país, tanto en relación a sus derechos como a las necesarias reformas políticas que nos permitan democratizar el país, para que Chile de verdad nos pertenezca a todos y a todas.
Epifanio Flores
Partido Comunista de Chile - Comite Regional Iquique
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1:08 a. m.
